El Papa destituyó al obispo de Ciudad del Este, acusado de proteger a un cura pedófilo

Las posturas del ultraconservador Livieres, que pertenece al Opus Dei, generaron una crisis en la Iglesia paraguaya.

CASTIGADO. El obispo Livieres abrió su propio seminario y promovió a un cura argentino acusado de conducta sexual inapropiada. FOTOS TOMADAS DE LOSANDES.COM.AR CASTIGADO. El obispo Livieres abrió su propio seminario y promovió a un cura argentino acusado de conducta sexual inapropiada. FOTOS TOMADAS DE LOSANDES.COM.AR
25 Septiembre 2014
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa destituyó hoy al obispo de la diócesis paraguaya de Ciudad del Este, el ultraconservador Rogelio Livieres, involucrado en una serie de escándalos de pederastia y malos manejos financieros, una decisión severa que marca la política de "tolerancia cero" que anunció el Pontífice.

La destitución del obispo paraguayo fue anunciada en una breve nota oficial, en la cual el Papa explica que se trató de una "ardua decisión" tomada por "razones pastorales".

El diario paraguayo ABC señala como una de las causas de la destitución del obispo, que pertenece al Opus Dei, la "protección férrea" en beneficio del sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, denunciado por abusos contra menores de edad.

Otra acusación es el manejo desprolijo del Seminario Interdiocesano, donde los sacerdotes son consagrados con cuatro años de estudio cuando en el Seminario Mayor se exige un mínimo de seis años.

La remoción de Livieres fue tomada después de un examen de las conclusiones de las visitas apostólicas efectuadas por la Congregación para los Obispos y la Congregación para el Clero, subraya la nota, que evita mencionar los escándalos y las acusaciones contra el controvertido obispo Livieres.

La apertura de un seminario con una orientación más conservadora por parte de Livieres y sobre todo la defensa de uno de sus mayores colaboradores, el ultraconservador Urrutigoity, ordenado por el movimiento lefebvrista y denunciado en Estados Unidos por pederastia, irritaron a un sector de la Iglesia católica paraguaya.

En julio pasado, el Papa terminó por enviar una comisión encabezada por el cardenal español Santos Abril y Castelló tras las peleas públicas entre obispos y las acusaciones contra Livieres de encubrir la pedofilia de su protegido así como de hacer uso impropio de recursos.

La crisis dentro de la iglesia paraguaya se agudizó cuando el obispo Livieres tildó de "homosexual" al arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien pedía una apertura de investigación contra su colega por las denuncias de pedofilia contra Carlos Urrutigoity.

El sacerdote argentino, acusado de acoso sexual en el 2002 por estudiantes de una escuela de Pensilvania, en Estados Unidos, fue enviado a realizar terapias específicas en Canadá y en 2006 la iglesia estadounidense indemnizó a los afectados con 400.000 dólares, según medios de prensa de ese país.

El pasado oscuro del sacerdote argentino, quien fue trasladado en 2004 a Paraguay, desempeñando el cargo de "Vicario General" o "Vicario para la Juventud" en la diócesis de Ciudad del Este, ha sido seguramente una de las mayores razones de los enfrentamientos internos.

En el comunicado, el Vaticano informa que el Papa decidió nombrar como sucesor a monseñor Ricardo Jorge Valenzuela Ríos, obispo hasta ahora de Villarrica del Espíritu Santo.

Por su parre Cuquejo presentó su renuncia ante el Pontífice hace unos días al haber alcanzado el límite de edad de 75 años.

En la nota, Francisco pide "al clero y a los católicos de Ciudad del Este" que acojan la decisión de la Santa Sede "con espíritu de obediencia, docilidad y sin desavenencias".

Livieres, quien se encuentra en Roma, se reunió con el prefecto de la Congreación para el Clero, el cardenal Marc Ouellet y aspiraba a ser recibido por Francisco. Hasta ahora no ha dado ningún tipo de declaración.

Según fuentes religiosas, el papa había pedido la renuncia a Livieres, quien se negó a presentarla, por lo que terminó por destituirlo, una fórmula inusual en el Vaticano.

La decisión de Francisco ocurre dos días después de que ordenara la detención domiciliaria del ex nuncio en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, acusado de pedofilia.

Francisco prometió "tolerancia cero" con los curas pedófilos y la destitución del controvertido obispo paraguayo por encubrimiento es un gesto revelador de su nueva línea de conducta

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