¿De qué nos reímos hoy los argentinos?

¿Situaciones ridículas? ¿El contraste de generaciones? ¿La política? Humoristas de todo el país que vinieron a Tucumán gracias a las Jornadas Nacionales de Humor describen qué es lo que hacen sobre los escenarios para que los espectadores se vayan con una sonrisa

HILARANTE. Dalia Gutman (a la izquierda) hizo reír hasta a los otros humoristas en el final de la jornada de Stand Up en el Orestes Caviglia. la gaceta / fotos de diego aráoz HILARANTE. Dalia Gutman (a la izquierda) hizo reír hasta a los otros humoristas en el final de la jornada de Stand Up en el Orestes Caviglia. la gaceta / fotos de diego aráoz
09 Noviembre 2014

Sala llena. Los últimos en llegar trataron de encontrar un espacio entre los pasillos, porque ya no quedan butacas. Adultos mayores, bebés en sus cochecitos, militantes de un partido político, funcionarios, actores y actrices reconocidos del humor tucumano. Así compuesto, el público de la sala Orestes Caviglia estaba dispuesto a reír con los humoristas que desde todo el país llegaron a Tucumán gracias a las Jornadas Argentinas de Humor (JAH).

Silencio. “Qué mal que estamos, qué mal que estamos, qué mal que estamos...”, repite sin parar uno de los personajes del dúo cordobés Thelma y Nancy. Risas. Son dos jubiladas que se sentaron en un banco de plaza para hablar de lo mal que la pasan en este país kirchnerista donde “los taxistas ya no son abogados o sociólogos como en los 90”. Al final de sus 20 minutos sobre el escenario, ellos se preguntan: “¿De quién es la culpa de todo lo que le pasa a este país? De la yegua”. Aplausos.

Después siguieron el experimentado standapero Martín Rocco, que planteó la relación con su mujer y con las dietas, y contó su paso por Feliz Domingo y las complicaciones que le generan las tendencia actuales; Alejandra Fidalme, con sus dos personajes (la maestra de geografía y la sexóloga) que interactuaban con los espectadores; Dalia Gutman, con sus anécdotas hilarantes y tan reales sobre el mundo femenino; y el tucumano Miguel Martín, con su inseparable “Polesía Gordillo”. Todos plantearon situaciones que a cualquiera pueden pasarle en la vida diaria. Lograron afinidad con el público y la clave para llegar a la risa estuvo en la forma de contar lo que contaron.

Las JAH, que recorren todo el país, son organizadas por el Ministerio de Cultura de la Nación, organismo que reconoce “la prolífica producción de humor en la Argentina, que es uno de los rasgos distintivos de nuestra identidad cultural”. Si se habla de identidad, entonces, ¿se podría definir un humor argentino?

Según Enrique Federman, director del Museo de Arte Cómico, en el humor -en el de aquí y en el de todas partes- hay algo esencial: “la posibilidad de identificación entre el humorista y el público. Este reconoce de lo que se está hablando, más allá de que le pertenezca o no”, señaló. Además, afirmó que quizás lo que caracteriza al humor argentino es nuestra riqueza cultural: “tenemos una fuerte fusión de lo local con la inmigración, que trae su propia cultura y amplía el abanico cómico. Y como nuestro país es grande, las diferentes regiones enriquecen también las miradas”.

Federman, que brindó ayer un seminario sobre técnicas de humor, remarcó que en el crecimiento cómico criollo también hay una contra: “en estos últimos tiempos se avanzó en una línea de la grosería, que tiene un sentido directo. Y no le da al público la posibilidad de una segunda lectura. Es muy plano”, asegura y a la pregunta “¿quiénes hacen humor hoy?” contesta “todos.” “Cualquiera hace humor hoy, hasta los políticos lo hacen. Esto sucede porque a todos nos gusta que nos hagan reír. Pero algunos se toman atribuciones que no deberían”, advierte.

Un día nacional
Tan en serio ha sido tomado el humor en estos últimos tiempos, que la Cámara de Senadores debate un proyecto para declarar el 26 de noviembre “Día Nacional del Humorista”, en homenaje a Roberto Fontanarrosa (ya fue aprobado en Diputados). En los fundamentos del proyecto, los diputados destacaron que “El Negro” nació el 26 de noviembre de 1944 en Rosario y que “no sólo utilizó el humor para hacer reír, sino también como canal para establecer sus opiniones. “Por ejemplo, durante la dictadura logró una empatía con los lectores que podían advertir, entre líneas, su mirada crítica sobre los tiempos oscuros que se vivían en el país y al mismo tiempo, dibujarnos una sonrisa”, se afirma.

Precisamente, Emanuel Rodríguez, que vino a Tucumán para dictar un taller sobre técnicas de Stand Up, se identifica con el humor que dice lo que pasa, de manera crítica, en un contexto social y político.

“Argentina también tiene una vasta tradición de humor blanco, que no se mete en esos temas. Pero lo que más me interesa explorar es esa otra línea, más dicontinuada, ya que ese ejercicio fue perseguido en distintas etapas de nuestra historia, como en la dictadura o en los 90, que fue ninguneado”, reflexionó el humorista cordobés. Agregó que si se habla de tradición humorística local, se pueden usar términos como disidencia, rebeldía, resistencia, y aseguró que los cómicos argentinos de todos los tiempos han usado el código humorístico para oponer una mirada critica a la realidad. “Ese código común les permitió llegar a distintas regiones y recoger sonrisas en cada rincón”, destacó.

Dalia Gutman: Situaciones femeninas universales

“Los argentinos tenemos un ingenio bárbaro, porque somos tercermundistas. Me gusta el ‘lo atamos con  alambre’. Siempre estamos en crisis y eso nos hace muy creativos. Quizás en el primer mundo no pasa eso. Nos reímos de lo chanta que somos. Es medio triste pero bueno. De eso se trata el humor: de transformar el sufrimiento en algo divertido”, comentó a LA GACETA Dalia Gutman, horas antes de subirse al escenario. La humorista porteña destacó que su humor es universal porque “hablo de temas de mujeres. A este show lo llevé a diferentes provincias y países, y todas entendieron”.

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Max Delupi (Thelma y Nancy): La política cambia, el humor cambia 

“Nosotros hacemos un show de humor político de la última década. No está muy lejos de lo que hace Pinti. De todas formas buscamos la coyuntura y valoramos la improvisación: si ves un show nuestro de hace dos años vas a ver que es distinto, porque el país va cambiando, la forma de hacer política va cambiando. El tema es desde qué lado de la cuestión te ubicás. A nuestro humor el diario La Nación lo definiría como de derecha”, dice con ironía el humorista cordobés Max Delupi, que interpreta a Nancy en el sketch “Thelma y Nancy”. 

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Martín Rocco: Hacer reír desde distintos escenarios 

“Por las grandes distancias que hay en el país, la propuesta humorística argentina se enriquece. En Buenos Aires se entiende perfectamente lo que habla un tucumano, y al revés. Veo también que hay estilos que tienen que ver con desde dónde se hace el humor. El Stand Up tiene lugar más en los bares, porque es muy barato montar. Se necesita un micrófono, y listo. En el teatro hay obras humorísticas, y en el interior está muy marcado el humor de festivales. Eso es rico. Yo busco hechos de la vida cotidiana, generalizaciones, el absurdo ”, comentó Martín Rocco, que intercalaba sus reflexiones con múltiples chistes. La risa también la lleva adentro.

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