09 Noviembre 2014
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Hace dos meses, el pedido de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (Aetat) de elevar en un 64% el precio del boleto urbano quedó trunco, luego de que el intendente de la capital, Domingo Amaya, afirmara que no estaban dadas las condiciones para castigar el bolsillo del usuario. Ahora, los empresarios del sector volverán a insistir con el pedido. Por este motivo, el titular de Aetat, Cristóbal Cazorla, pidió una audiencia con el jefe municipal para acercarle el planteo.
Es la primera vez que Cazorla busca obtener la venia del intendente para avanzar en un planteo de incremento. Durante los últimos 11 años, los empresarios hablaban directamente con el gobernador, José Alperovich, quien era en definitiva el que decidía si la tarifa sufría o no alguna modificación. Ahora, a raíz del distanciamiento entre ambos mandatarios, es escenario político ha cambiado y Amaya será quien resuelva si promulga o veta un eventual incremento del boleto urbano.
Al ser consultado sobre la posibilidad de concretar una reunión con el referente de Aetat, Amaya expresó: “sé que el señor Cazorla está pidiendo una audiencia, así que lo vamos a atender. Hasta ahora, lo único que sé que uno de los socios de Aetat (Jorge Berreta) presentó un proyecto de aumento que me pareció una exorbitancia. Hace dos meses dije que ni loco autorizaría una aumento de esas características. Me parecía una barbaridad”, sostuvo el jefe municipal cuando fue consultado, días atrás, durante una rueda de prensa.
En septiembre, los empresarios habían adelantado que pretendían que el precio del boleto pasase a costar de los actuales $ 3,90 a los $ 6,43. En ese momento, Amaya había asegurado que “ni loco” iba a avalar un aumento de esas características.
“Voy a hablar con el presidente e la comisión de Transporte (Esteban Dumit) para ver cuál es el planteo de los empresarios. De todas maneras no está en mis manos la decisión. Primero tiene que pasar por el Concejo Deliberante y después lo analizaremos. Porque también tenemos que ponernos en el lugar de la gente y tenemos que ver que es lo que ellos (Aetat) están necesitando”, opinó Amaya.
La última suba
El jueves 3 de abril, la mayoría de los concejales de la capital se inclinó por aumentar en un 30% el costo del boleto para viajar en ómnibus dentro de San Miguel de Tucumán. A partir de entonces, el pasaje urbano pasó de $ 3 a costar los $ 3,90 que aún se mantienen en vigencia.
Si embargo, los empresarios aseguran que a raíz de la elevada inflación, a las empresas se les hace muy difícil poder pagar los sueldos.
“Con la tarifa actual ya hay empresas que no están pudiendo pagar los sueldos ni a la AFIP, que no están pudiendo mantener a las unidades como corresponde. Esto termina siendo perjudicial para las empresas, que van a entrar en una situación de crisis infernal”, había asegurado el empresario Berreta.
Es la primera vez que Cazorla busca obtener la venia del intendente para avanzar en un planteo de incremento. Durante los últimos 11 años, los empresarios hablaban directamente con el gobernador, José Alperovich, quien era en definitiva el que decidía si la tarifa sufría o no alguna modificación. Ahora, a raíz del distanciamiento entre ambos mandatarios, es escenario político ha cambiado y Amaya será quien resuelva si promulga o veta un eventual incremento del boleto urbano.
Al ser consultado sobre la posibilidad de concretar una reunión con el referente de Aetat, Amaya expresó: “sé que el señor Cazorla está pidiendo una audiencia, así que lo vamos a atender. Hasta ahora, lo único que sé que uno de los socios de Aetat (Jorge Berreta) presentó un proyecto de aumento que me pareció una exorbitancia. Hace dos meses dije que ni loco autorizaría una aumento de esas características. Me parecía una barbaridad”, sostuvo el jefe municipal cuando fue consultado, días atrás, durante una rueda de prensa.
En septiembre, los empresarios habían adelantado que pretendían que el precio del boleto pasase a costar de los actuales $ 3,90 a los $ 6,43. En ese momento, Amaya había asegurado que “ni loco” iba a avalar un aumento de esas características.
“Voy a hablar con el presidente e la comisión de Transporte (Esteban Dumit) para ver cuál es el planteo de los empresarios. De todas maneras no está en mis manos la decisión. Primero tiene que pasar por el Concejo Deliberante y después lo analizaremos. Porque también tenemos que ponernos en el lugar de la gente y tenemos que ver que es lo que ellos (Aetat) están necesitando”, opinó Amaya.
La última suba
El jueves 3 de abril, la mayoría de los concejales de la capital se inclinó por aumentar en un 30% el costo del boleto para viajar en ómnibus dentro de San Miguel de Tucumán. A partir de entonces, el pasaje urbano pasó de $ 3 a costar los $ 3,90 que aún se mantienen en vigencia.
Si embargo, los empresarios aseguran que a raíz de la elevada inflación, a las empresas se les hace muy difícil poder pagar los sueldos.
“Con la tarifa actual ya hay empresas que no están pudiendo pagar los sueldos ni a la AFIP, que no están pudiendo mantener a las unidades como corresponde. Esto termina siendo perjudicial para las empresas, que van a entrar en una situación de crisis infernal”, había asegurado el empresario Berreta.
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