11 Noviembre 2014
EL LEGADO. Robledo conduce el programa radial “Herencia nativa”. la gaceta / foto de roberto espinosa
“En el cielo de las coplas hay una que anuncia el alba, redonda como la luna, sonora como una caja. Esta es la copla que canto para un amigo del alma”, dice Juan Robledo. El poeta está contento porque “Legado”, su nuevo libro, acaba de salir del horno y será presentado hoy, a las 21, en el Centro Cultural Virla. En la ocasión, se referirán a la obra Carlos Diez y Roberto Espinosa; luego, Claudia Ruiz Huidobro, Nora Campos, Miguelito Ruiz, Carlos Podazza, Carlos Di Pablo y Rodolfo Pacheco interpretarán piezas folclóricas de su autoría.
Nacido en Rosario de la Frontera, Salta, y afincado en Tucumán desde la década del 60, el vate es el conductor de “Herencia nativa”, programa que llega al público en las mañanas del domingo a través de Radio Universidad. Durante varios años colaboró con el actor y recitador Orlando Galante en el programa “El fortín del norte”, que se emitía por LV12. Ha publicado “Último vuelo”, “Abrazos del alma” y “Argonautas”.
- Parece que el folclore se coló tempranamente en su vida. ¿Cuándo comenzó a escribir?
- Es algo inexplicable, desde niño me asaltaban las palabras. No tuve referencias salvo el Martín Fierro. La música no es una referencia, es la referencia, todo es natural. Mi madre cantaba coplas, recién en grande aprendí a diferenciar los grupos. Solo me asaltaban los sonidos, después llegaron las voces, Los Fronterizos, Los Nombradores, los poetas: Neruda, Tejada Gómez, Castilla... Integré luego un grupo musical, llamado Canto Provinciano, con Walter Morato, J. C. Rodríguez, Domingo Véliz, Arturo Acuña, Paco Garay…
- ¿Qué cosas le inspiran, a quién le escribe? ¿Cuál es la función del poeta en la sociedad?
- Soy un poeta universal, diría, pero fundamentalmente escribo sobre el amor, la injusticia, la amistad… Creo que la función del poeta es reflejar la realidad, por eso entregaron la vida tantos y cuando hay golpes de Estado, son los primeros perseguidos, somos peligrosos por decir la verdad. Usted sabe que siendo salteño, tengo genes de una tierra arisca y bebo el vino bueno, mientras fluyen las canciones. Tucumán me adoptó y soy agradecido por mis hijos, por mi carrera por mis amigos. Estoy en paz con mi cosecha, buena o mala, es lo que tengo por eso este “Legado”.
Nacido en Rosario de la Frontera, Salta, y afincado en Tucumán desde la década del 60, el vate es el conductor de “Herencia nativa”, programa que llega al público en las mañanas del domingo a través de Radio Universidad. Durante varios años colaboró con el actor y recitador Orlando Galante en el programa “El fortín del norte”, que se emitía por LV12. Ha publicado “Último vuelo”, “Abrazos del alma” y “Argonautas”.
- Parece que el folclore se coló tempranamente en su vida. ¿Cuándo comenzó a escribir?
- Es algo inexplicable, desde niño me asaltaban las palabras. No tuve referencias salvo el Martín Fierro. La música no es una referencia, es la referencia, todo es natural. Mi madre cantaba coplas, recién en grande aprendí a diferenciar los grupos. Solo me asaltaban los sonidos, después llegaron las voces, Los Fronterizos, Los Nombradores, los poetas: Neruda, Tejada Gómez, Castilla... Integré luego un grupo musical, llamado Canto Provinciano, con Walter Morato, J. C. Rodríguez, Domingo Véliz, Arturo Acuña, Paco Garay…
- ¿Qué cosas le inspiran, a quién le escribe? ¿Cuál es la función del poeta en la sociedad?
- Soy un poeta universal, diría, pero fundamentalmente escribo sobre el amor, la injusticia, la amistad… Creo que la función del poeta es reflejar la realidad, por eso entregaron la vida tantos y cuando hay golpes de Estado, son los primeros perseguidos, somos peligrosos por decir la verdad. Usted sabe que siendo salteño, tengo genes de una tierra arisca y bebo el vino bueno, mientras fluyen las canciones. Tucumán me adoptó y soy agradecido por mis hijos, por mi carrera por mis amigos. Estoy en paz con mi cosecha, buena o mala, es lo que tengo por eso este “Legado”.