Jugaba con un arma y mató de un tiro a su amigo

“¿Qué te he pegado?”, aseguran los testigos que le dijo “Chueco” a su amigo Julio Luis Morales, cuando vio que le salía sangre de la boca. Minutos antes habían estado manipulando un revólver mientras consumían bebidas alcohólicas en la vereda junto a otros tres amigos. Morales murió más tarde en el hospital Centro de Salud. Un balazo le había ingresado por el pecho. 

El grupo se había reunido alrededor de las 6 de ayer en el frente de una casa del barrio SEOC 3, al noreste de la ciudad. Según la declaración que dio uno de los testigos del crimen, y que coincide con la versión que el acusado habría dado a la Policía, los cinco amigos estaban tomando bebidas alcohólicas cuando Braian Luciano “Chueco” Castaño sacó un revólver calibre 22 largo. Morales, por su parte, habría tenido un cuchillo en sus manos.

Jugaban, se apuntaban, se reían. Uno de los amigos de la víctima y del victimario relató que Castaño hizo un disparo cuando estaba a unos cinco o seis metros de distancia. Nadie se habría percatado de que había herido a Morales, hasta unos segundos más tarde cuando al muchacho de 23 años comenzó a salirle sangre de la boca.

El jefe de Guardia del hospital Centro de Salud, Jorge Salomón, explicó que el impacto fue en el área cardíaca, lo que le produjo una lesión bicameral, es decir, de extrema gravedad. "Llegó en estado de shock y fue operado; durante la intervención hizo cuatro paros cardíacos hasta que perdió la vida", dijo.   

“El arma tenía un solo proyectil y parece que tenía un desperfecto. Castaño no sabe de armas y tampoco conocía que estaba cargada. Mi defendido y los testigos coinciden en que cuando sale el disparo la víctima se agarró el estómago, pero pensaban que estaba bromeando”, relató el abogado José del Río, que defiende a “Chueco”.

El letrado aseguró que fue Castaño el que llamó al 107 cuando vio que había herido a su amigo, y que luego se retiró del lugar por miedo a ser linchado. Antes de que llegue la ambulancia arribó un móvil del 911 que trasladó a la víctima al Centro de Salud, donde falleció alrededor de las 9.30, según indicaron fuentes policiales. La fiscala de Instrucción de la VI° Nominación Adriana Reinoso Cuello dispuso que la investigación quedara a cargo de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Marcelo Sallas y Javier Hidalgo.

Los investigadores tomaron declaración a los vecinos de la zona y a los amigos de Morales que presenciaron el disparo. Todos habrían coincidido en la versión de que se habría tratado de un hecho accidental.

Al mediodía de ayer, el abogado del Río llegó a la sede de la división Homicidios junto al sospechoso, y lo puso a disposición de la Justicia. También hizo entrega del revólver con el que habrían matado a Morales. Castaño deberá declarar hoy a la manaña en la fiscalía y recién entonces conocerá si la fiscala cree en la versión del disparo accidental, o si le imputa el delito de homicidio simple. El revólver será sometido a una pericia para corroborar si efectivamente se trata del arma homicida.