Cambió el handball

El técnico de la selección insiste en que “Los Gladiadores” darán mucho más.

 la gaceta / foto de antonio ferroni la gaceta / foto de antonio ferroni
21 Diciembre 2014
“Un periodista me preguntó antes del Mundial como íbamos a bautizar al equipo. Le dije ‘Los Gladiadores’ porque todos son Máximo”, rememoró Eduardo Gallardo. Los jugadores de la selección de handball tienen el espíritu del protagonista de la película. Máximo lucha contra un inescrupuloso emperador con toda su alma y todo su cuerpo. Pero ellos, a diferencia del protagonista y su espíritu, no morirán, es lo que opina Gallardo, director técnico de la selección argentina. “Este deporte seguirá creciendo por muchos años más”, aseguró “Daddy”, quien visitó la provincia para dictar clínicas a jugadores, técnicos y dirigentes. La convicción de Gallardo se basa en que la camada que logró el cuarto puesto en el Mundial Juvenil de 2007, todavía no dio todos los frutos.

Hay más. Él sabe de lo que habla porque guió aquel equipo. Al año siguiente asumió la conducción del seleccionado mayor. Bajo la batuta de Gallardo, el handball argentino pisó por primera vez tierras olímpicas en Londres 2012.

- ¿El éxito aseguró la continuidad o también importó el juego?

- Van relacionados. En nuestro deporte, sino jugás bien no ganás. No es quizás como en otro deporte que metiste un gol y te quedás atrás. Lo que generamos fue un juego diferente al que se veía en Argentina.

- ¿Qué marcó el Mundial Juvenil?

- Fue el trampolín para nosotros. Ese cuarto puesto fue la tercera vez que un equipo no americano jugaba la semifinal de un Mundial, en cualquier categoría, de cualquier rama.

- ¿Cómo se logran alcanzar metas en un contexto donde lo que no sobra es tiempo?

- No hay mucho tiempo en el deporte, sobre todo a nivel de selección. Al menos, no para prepararse como uno quiere. Por ejemplo, los jugadores que están en el extranjero llegan el 23 de diciembre y ya viajamos el 6 de enero al Mundial de Qatar. La ventaja es que nos conocemos, estamos en permanente contacto.

- Alguna vez dijo que el jugador argentino tiene un plus extra.

- Realmente hay que sacarse el sombrero con los jugadores argentinos. Tienen un amor a la camiseta inigualable. A veces pierden sus vacaciones y su tiempo libre para estar.

- ¿Cómo se logra federalizar más este deporte?

- Jugando torneos. Haciendo nacionales, regionales, no sólo argentinos. Sé que en Tucumán hay clubes que sacan de sus bolsillos para viajar, progresar y saber dónde están parados. No se conforman con ganar los torneos locales, van por más y quieren saber en que nivel están.

- ¿Qué percepción tiene de Tucumán

- Me sorprendió la cantidad de chicos y chicas en las clínicas: desde muy pequeños hasta grandes. Eso quiere decir que está en crecimiento; eso me alegra mucho. Seguro que le falta mucho. Un lugar físico con todas las condiciones necesarias reglamentarias, por ejemplo. Los gobiernos deben notar que este deporte tiene mucho para dar, con buenos principios. Debería practicarse en los colegios y escuelas, como una materia.

- ¿Se queda con los títulos logrados o con haber formado una generación de la cual el handball argentino se alimentará por años?

- Me quedo con la generación. Son grandes jugadores y excelentes personas, como pasó con el basquet y el voley. El handball seguirá creciendo. Hay muchos jugadores que están en las mejores ligas del mundo. A Argentina se lo mira de otra manera.

Temas Londres
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios