27 Diciembre 2014
Un planteo de Guillermo Acosta, concursante y juez de Instrucción, prosperó por primera vez desde que estalló el conflicto entre el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) y ese aspirante a vocal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción. El viernes 19 de diciembre, el órgano de selección de jueces desistió de excluir a la académica Ana Lía Castillo de Ayusa del jurado suplente que ha de revisar la calificación del caso 1 de la prueba de Acosta en función del fallo que en octubre emitió la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT). Completan ese tribunal evaluador la jueza Alicia Freidenberg y el abogado Diego Lammoglia.
Después de una discusión donde Claudia Sbdar, presidenta del CAM, pidió a los consejeros que no elevasen la voz, la institución resolvió dejar de lado la pretensión de reemplazar a Castillo de Ayusa por la catedrática foránea Ángela Ledesma, que ya había recibido los antecedentes del caso, según fuentes judiciales. La convocatoria de Ledesma había sido decidida luego de la sentencia del alto tribunal con el argumento de que el reglamento exige que un tercio de los miembros del jurado provenga de otra jurisdicción -esta circunstancia fue advertida por Sbdar en la sesión del 11 de noviembre-.
“El CAM ha procedido a sustituir sin razón alguna que lo justifique a Castillo de Ayusa por Ledesma modificando de ese modo al jurado que había sido designado para este concurso (en septiembre de 2013) con anterioridad a los hechos y vicisitudes sucedidos”, opinó Acosta en la impugnación que presentó a continuación. El postulante expresó que la sentencia dice que la nueva calificación del caso 1 debe ser asignada por el jurado que corresponda según las normas reglamentarias, no por el jurado que los consejeros quieran designar a gusto y paladar. “El organismo carece de facultades para integrar jurados cuando le parezca conveniente, y, menos aún, puede modificar aquellos que ya están constituidos y cuando ya ha sido realizada la prueba que deben evaluar”, añadió. Y dijo que sorprendía el reemplazo intempestivo de Castillo de Ayusa cuando su nombramiento como evaluadora estaba firme, consentido y precluido. “Esto no es prolijo ni serio”, atacó.
La grieta avanza
La vuelta al jurado suplente original (Castillo de Ayusa, Freidenberg y Lammoglia) no fue apoyada por todos los consejeros. Antonio Bustamante, que actuó como abogado del CAM en el juicio que ganó Acosta, era de la idea de rechazar la impugnación y de someter la remodelación del jurado suplente a consideración de la Corte. “Estamos en un proceso de ejecución de sentencia y ese estrado funciona como director”, dijo. El consejero legislador Federico Romano Norri (UCR) expuso nuevamente la necesidad de anular la oposición para todos los aspirantes y no sólo para aquel que judicializó el concurso, alternativa que volvió a ser rechazada pese a que Acosta la había sugerido en la impugnación. El concursante incluso había dicho que Juan Carlos Nacul, ganador provisorio del concurso, compartía ese criterio.
Tras afirmar que la sentencia de la Corte no era clara respecto de qué jurado debía calificar por segunda vez a Acosta, Sbdar expresó que resultaba tan válida la posibilidad de modificar el jurado suplente como de mantenerlo como estaba y que, por ello, se inclinaba por acoger el argumento del postulante. Su moción obtuvo el apoyo de los consejeros Marcela Ruiz, Martín Tello y Adriana Najar. Esta última agregó: “si no tomamos esta decisión, ¿quién querrá ser suplente?”. La marcha atrás supone una segunda fractura significativa del consenso que el CAM sostenía desde 2010-2011: a comienzos de este mes, el órgano se había dividido al momento de designar al director de la Escuela Judicial, cargo que, por voluntad de la mayoría, quedó en poder de Fernando Ganami. En disidencia, el consejero legislador Roberto Sánchez (UCR) votó a favor de Carmen Fontán, la ganadora del concurso.
Por la proximidad de la feria de verano, el trámite relativo a la nueva calificación de la evaluación de Acosta quedará para el año que viene. La naturaleza única de la Cámara de Apelaciones -un estrado con tres vocales a cargo de revisar las investigaciones penales de toda la provincia-, convierte a este concurso en el más delicado de la breve pero prolífica historia del CAM fundado en 2009. El cargo en proceso de cobertura desde febrero de 2013 quedó vacante por la jubilación de Elva Jiménez, hermana del ministro público Edmundo Jiménez.
La Corte detuvo el concurso cuando el CAM se disponía a elevar al Gobierno la terna formada por Nacul, Gustavo Romagnoli y Enrique Pedicone. El juez Acosta no había reunido el puntaje mínimo para pasar a la entrevista: en el caso 1 de la prueba, que ha de ser corregido de nuevo, logró sólo 2 de los 20 puntos posibles y precisa de todas esas unidades para luchar por el tercer lugar de la terna.
Después de una discusión donde Claudia Sbdar, presidenta del CAM, pidió a los consejeros que no elevasen la voz, la institución resolvió dejar de lado la pretensión de reemplazar a Castillo de Ayusa por la catedrática foránea Ángela Ledesma, que ya había recibido los antecedentes del caso, según fuentes judiciales. La convocatoria de Ledesma había sido decidida luego de la sentencia del alto tribunal con el argumento de que el reglamento exige que un tercio de los miembros del jurado provenga de otra jurisdicción -esta circunstancia fue advertida por Sbdar en la sesión del 11 de noviembre-.
“El CAM ha procedido a sustituir sin razón alguna que lo justifique a Castillo de Ayusa por Ledesma modificando de ese modo al jurado que había sido designado para este concurso (en septiembre de 2013) con anterioridad a los hechos y vicisitudes sucedidos”, opinó Acosta en la impugnación que presentó a continuación. El postulante expresó que la sentencia dice que la nueva calificación del caso 1 debe ser asignada por el jurado que corresponda según las normas reglamentarias, no por el jurado que los consejeros quieran designar a gusto y paladar. “El organismo carece de facultades para integrar jurados cuando le parezca conveniente, y, menos aún, puede modificar aquellos que ya están constituidos y cuando ya ha sido realizada la prueba que deben evaluar”, añadió. Y dijo que sorprendía el reemplazo intempestivo de Castillo de Ayusa cuando su nombramiento como evaluadora estaba firme, consentido y precluido. “Esto no es prolijo ni serio”, atacó.
La grieta avanza
La vuelta al jurado suplente original (Castillo de Ayusa, Freidenberg y Lammoglia) no fue apoyada por todos los consejeros. Antonio Bustamante, que actuó como abogado del CAM en el juicio que ganó Acosta, era de la idea de rechazar la impugnación y de someter la remodelación del jurado suplente a consideración de la Corte. “Estamos en un proceso de ejecución de sentencia y ese estrado funciona como director”, dijo. El consejero legislador Federico Romano Norri (UCR) expuso nuevamente la necesidad de anular la oposición para todos los aspirantes y no sólo para aquel que judicializó el concurso, alternativa que volvió a ser rechazada pese a que Acosta la había sugerido en la impugnación. El concursante incluso había dicho que Juan Carlos Nacul, ganador provisorio del concurso, compartía ese criterio.
Tras afirmar que la sentencia de la Corte no era clara respecto de qué jurado debía calificar por segunda vez a Acosta, Sbdar expresó que resultaba tan válida la posibilidad de modificar el jurado suplente como de mantenerlo como estaba y que, por ello, se inclinaba por acoger el argumento del postulante. Su moción obtuvo el apoyo de los consejeros Marcela Ruiz, Martín Tello y Adriana Najar. Esta última agregó: “si no tomamos esta decisión, ¿quién querrá ser suplente?”. La marcha atrás supone una segunda fractura significativa del consenso que el CAM sostenía desde 2010-2011: a comienzos de este mes, el órgano se había dividido al momento de designar al director de la Escuela Judicial, cargo que, por voluntad de la mayoría, quedó en poder de Fernando Ganami. En disidencia, el consejero legislador Roberto Sánchez (UCR) votó a favor de Carmen Fontán, la ganadora del concurso.
Por la proximidad de la feria de verano, el trámite relativo a la nueva calificación de la evaluación de Acosta quedará para el año que viene. La naturaleza única de la Cámara de Apelaciones -un estrado con tres vocales a cargo de revisar las investigaciones penales de toda la provincia-, convierte a este concurso en el más delicado de la breve pero prolífica historia del CAM fundado en 2009. El cargo en proceso de cobertura desde febrero de 2013 quedó vacante por la jubilación de Elva Jiménez, hermana del ministro público Edmundo Jiménez.
La Corte detuvo el concurso cuando el CAM se disponía a elevar al Gobierno la terna formada por Nacul, Gustavo Romagnoli y Enrique Pedicone. El juez Acosta no había reunido el puntaje mínimo para pasar a la entrevista: en el caso 1 de la prueba, que ha de ser corregido de nuevo, logró sólo 2 de los 20 puntos posibles y precisa de todas esas unidades para luchar por el tercer lugar de la terna.