08 Enero 2015
UNO QUE SÍ, OTRO QUE NO. Bianchi, que hace jueguitos con el balón, se presentará mañana. Javier Malagueño, en cambio, fue el primero en rescindir su contrato. la gaceta / foto de antonio ferroni (archivo)
“No hubo avances”, explica la voz detrás del teléfono celeste y blanco con un dejo de decepción. Y agrega: “esperábamos un llamado que nunca llegó; seguiremos adelante con los planes B y C”. Está claro, entonces, que en Atlético la incorporación de nuevos futbolistas ya se tornó un dolor de cabeza (como sucedió en años anteriores) y que también debe cuidar el poco o mucho material humano que dispone.
De hecho, si a la casa matriz de 25 de Mayo y Chile no llegan nuevas caras, menos se va a dejar ir a las viejas conocidas. El pedido de rescisión de contrato de Eduardo Casáis fue el último que se aceptará y aprobará la institución si es que no ficha otros futbolistas. ¿Por qué la aclaración? Se conoció el rumor de que Juan Manuel Imbert podría continuar su carrera en Temperley, el equipo que llegó el semestre pasado de la B Metropolitana y que en este 2015 será de Primera. Por más ganas que tenga Imbert de jugar en Primera, no podrá hacerlo. Esa es la nueva ley que rige desde ahora y hasta tanto Juan Manuel Azconzábal no sume potencial.
Hasta el momento, el único refuerzo confirmado es el central uruguayo Rodrigo Mieres. Es el único, porque ayer pasó poco y nada por el río de negociaciones. Y lo que pasó no ayudó. Al contrario, empeoró la situación.
Raúl Poclaba, que estaba casi con los dos pies en el “decano”, no respondió si iba a desligarse de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. No lo esperarán al volante central. Menos después de no dar noticias sobre su paradero.
Lo del colombiano Cristian Palomeque sigue en pie, pero lento. Y lo de Agustín Díaz es como correr en arenas movedizas. No avanza.
Pese a que el panorama parece desalentador, en Atlético mantienen la calma dentro de los nervios propios de saber que arrancan mañana una pretemporada con menos jugadores de los que despidieron el año.
Es más, hubo un cambio de planes. Mañana sí habrá actividad. Por la mañana se realizará una práctica en el estadio y por la tarde, la delegación emprenderá viaje con destino a Salta, donde se alojará en el hotel de la Liga Salteña.
El búnker elegido queda lejos de todo, menos de donde trabajará el grupo, el Complejo de los Profesionales, a unos cuantos kilómetros.
Los jugadores quedarán recluidos en el predio y sólo tendrán libre un día del fin de semana, a designar. Lo que sí harán en La Linda es jugar partidos amistosos. Uno de ellos ya está confirmado, aunque resta conocerse el día y la hora: Atlético medirá fuerzas contra Arsenal, el equipo que conduce técnicamente Martín Palermo. También podría medirse con San Jorge en caso de que no pueda encontrar rivales disponibles en la zona.
A un día de comenzar una nueva era en Atlético, queda mucha tela por cortar aún.
De hecho, si a la casa matriz de 25 de Mayo y Chile no llegan nuevas caras, menos se va a dejar ir a las viejas conocidas. El pedido de rescisión de contrato de Eduardo Casáis fue el último que se aceptará y aprobará la institución si es que no ficha otros futbolistas. ¿Por qué la aclaración? Se conoció el rumor de que Juan Manuel Imbert podría continuar su carrera en Temperley, el equipo que llegó el semestre pasado de la B Metropolitana y que en este 2015 será de Primera. Por más ganas que tenga Imbert de jugar en Primera, no podrá hacerlo. Esa es la nueva ley que rige desde ahora y hasta tanto Juan Manuel Azconzábal no sume potencial.
Hasta el momento, el único refuerzo confirmado es el central uruguayo Rodrigo Mieres. Es el único, porque ayer pasó poco y nada por el río de negociaciones. Y lo que pasó no ayudó. Al contrario, empeoró la situación.
Raúl Poclaba, que estaba casi con los dos pies en el “decano”, no respondió si iba a desligarse de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. No lo esperarán al volante central. Menos después de no dar noticias sobre su paradero.
Lo del colombiano Cristian Palomeque sigue en pie, pero lento. Y lo de Agustín Díaz es como correr en arenas movedizas. No avanza.
Pese a que el panorama parece desalentador, en Atlético mantienen la calma dentro de los nervios propios de saber que arrancan mañana una pretemporada con menos jugadores de los que despidieron el año.
Es más, hubo un cambio de planes. Mañana sí habrá actividad. Por la mañana se realizará una práctica en el estadio y por la tarde, la delegación emprenderá viaje con destino a Salta, donde se alojará en el hotel de la Liga Salteña.
El búnker elegido queda lejos de todo, menos de donde trabajará el grupo, el Complejo de los Profesionales, a unos cuantos kilómetros.
Los jugadores quedarán recluidos en el predio y sólo tendrán libre un día del fin de semana, a designar. Lo que sí harán en La Linda es jugar partidos amistosos. Uno de ellos ya está confirmado, aunque resta conocerse el día y la hora: Atlético medirá fuerzas contra Arsenal, el equipo que conduce técnicamente Martín Palermo. También podría medirse con San Jorge en caso de que no pueda encontrar rivales disponibles en la zona.
A un día de comenzar una nueva era en Atlético, queda mucha tela por cortar aún.