08 Enero 2015
LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
Un gran desafío. Así define el entrenador de Tucumán BB, Gabriel Albornoz, haber aceptado participar en el Torneo Federal 2014/15 cuando restaban pocos días para su comienzo y que, en el receso, encuentra el equipo en una encumbrada posición en la Conferencia NOA: segundo con 22 puntos, junto a Facundo, uno abajo del puntero Salta Basket, al que visitará mañana en la reanudación de la competencia (22), y el domingo espera por Unión Orán (20.30).
“Nuestro balance es altamente positivo. Primero porque jugar este Federal fue el desafío de unos cuantos que confiaban en nuestro trabajo y esfuerzo de estos años en el club. Apostaron en hacer todo lo necesario para disputarlo. Un gran esfuerzo en lo deportivo y mucho más en lo económico para que los jugadores, especialmente los chicos del club, sigan compitiendo a nivel nacional”, remarca el técnico en su primera evaluación de esta parte de la campaña.
Los números del equipo traen viento a favor. “Hasta ahora, conseguimos el objetivo deportivo de estar lejos de la zona baja de la tabla y no preocuparnos por mantener la categoría. Nos pone muy contentos haber formado un gran grupo humano que, desde el primer día, entendió el proyecto y trabaja al máximo en el día a día. No tengo dudas que esto seguirá así porque todos los muchachos están identificados con la camiseta”, destaca el entrenador.
Conjunción ideal
Restaba poco para el arranque del TFB y Tucumán BB salió al mercado cuando la mayoría de los equipos ya tenían prácticamente cerradas sus plantillas. Pese a dar tanta ventaja, formó un grupo compacto. “Conjuntamos grandes personas y buenos jugadores. Ganar mucho más de lo pensado al principio, incluso en calidad de visitante, hizo que terminemos entre los tres primeros de la región. Esto nos obliga mucho más para lo que queda. Para cerrar este balance positivo advertimos que repercutió muy bien en nuestros chicos y eso es lo que buscábamos, queremos seguir sumando jóvenes tucumanos con talento”, añadió Albornoz.
En un primer momento, el coach tenía pensado formar un elenco con fuerte preeminencia tucumana. Por distintas razones, Daniel Orresta, Jerónimo Solórzano, Iván Julián, Sergio Ale, Luis Argañaraz y Gonzalo Flores no pudieron incorporarse al equipo y, por cuestión de días, tampoco logró alistar a Lisandro Caniza y a Rafael Banegas, que arreglaron con San Martín (La Rioja) y Sarmiento, de Junín, respectivamente.
Entonces, su idea era esperar el devenir de la competencia para saber si en el paréntesis la lista de personal necesitaría de algún retoque. Se mencionaba a Sebastián Osores, el alero que jugó el certamen local por All Boys, y a Gustavo Ahumada, el ala pivot de Alberdi, como alternativas de recambio. “Hicimos una evaluación y concluimos en que vamos a seguir con estos jugadores con los que conseguimos muy buenos resultados. Deportivamente dieron las respuestas esperadas y creemos que no es necesario modificar la estructura económica. Queremos seguir sumando jóvenes tucumanos con talento (ver aparte) y laburar”, explica Albornoz, que antes había conducido anteriormente a Talleres, Red Star de Catamarca y Unión Orán, de Salta.
El trabajo del cuerpo técnico y de varios jugadores no tuvo pausas por la interrupción del TFB a causa de las fiestas de Fin de Año. En el medio, la definición del Clausura doméstico impidió que se tomaran vacaciones. “Si bien la prioridad la tiene el Federal, también en el club hay un anhelo de ganar el título Anual”, admite en relación a una corona que Tucumán BB logró por última vez bajo su conducción en 2001 cuando completó el tricampeonato: en 1999 lo ganó invicto y repitió al año siguiente.
El beibi ganó la final del Clausura ante Alberdi (“se vivió una gran fiesta”, remarcó Albornoz) y el derecho a disputar el Absoluto con Asociación Mitre, su adversario de toda la vida, que pidió postergar la definición. “No sabemos qué va a pasar, pero por lo que significa el clásico sería muy bueno que el título se dirima jugando”, ansía el entrenador.
Señales optimistas
El presente basquetbolístico positivo en los dos frentes y el reencuentro con sus dirigidos, le deja buenas sensaciones para recomenzar el camino. “Los títulos de Primera y de U19 son un lindo estímulo para afrontar lo que viene. También comprobar que los que disfrutaron de algunos días de descanso se tomaron con seriedad las recomendaciones. Volvieron en forma y eso demuestra que existe un compromiso de parte de todos”, apunta con optimismo el DT de cara a lo que vendrá.
“Nuestro balance es altamente positivo. Primero porque jugar este Federal fue el desafío de unos cuantos que confiaban en nuestro trabajo y esfuerzo de estos años en el club. Apostaron en hacer todo lo necesario para disputarlo. Un gran esfuerzo en lo deportivo y mucho más en lo económico para que los jugadores, especialmente los chicos del club, sigan compitiendo a nivel nacional”, remarca el técnico en su primera evaluación de esta parte de la campaña.
Los números del equipo traen viento a favor. “Hasta ahora, conseguimos el objetivo deportivo de estar lejos de la zona baja de la tabla y no preocuparnos por mantener la categoría. Nos pone muy contentos haber formado un gran grupo humano que, desde el primer día, entendió el proyecto y trabaja al máximo en el día a día. No tengo dudas que esto seguirá así porque todos los muchachos están identificados con la camiseta”, destaca el entrenador.
Conjunción ideal
Restaba poco para el arranque del TFB y Tucumán BB salió al mercado cuando la mayoría de los equipos ya tenían prácticamente cerradas sus plantillas. Pese a dar tanta ventaja, formó un grupo compacto. “Conjuntamos grandes personas y buenos jugadores. Ganar mucho más de lo pensado al principio, incluso en calidad de visitante, hizo que terminemos entre los tres primeros de la región. Esto nos obliga mucho más para lo que queda. Para cerrar este balance positivo advertimos que repercutió muy bien en nuestros chicos y eso es lo que buscábamos, queremos seguir sumando jóvenes tucumanos con talento”, añadió Albornoz.
En un primer momento, el coach tenía pensado formar un elenco con fuerte preeminencia tucumana. Por distintas razones, Daniel Orresta, Jerónimo Solórzano, Iván Julián, Sergio Ale, Luis Argañaraz y Gonzalo Flores no pudieron incorporarse al equipo y, por cuestión de días, tampoco logró alistar a Lisandro Caniza y a Rafael Banegas, que arreglaron con San Martín (La Rioja) y Sarmiento, de Junín, respectivamente.
Entonces, su idea era esperar el devenir de la competencia para saber si en el paréntesis la lista de personal necesitaría de algún retoque. Se mencionaba a Sebastián Osores, el alero que jugó el certamen local por All Boys, y a Gustavo Ahumada, el ala pivot de Alberdi, como alternativas de recambio. “Hicimos una evaluación y concluimos en que vamos a seguir con estos jugadores con los que conseguimos muy buenos resultados. Deportivamente dieron las respuestas esperadas y creemos que no es necesario modificar la estructura económica. Queremos seguir sumando jóvenes tucumanos con talento (ver aparte) y laburar”, explica Albornoz, que antes había conducido anteriormente a Talleres, Red Star de Catamarca y Unión Orán, de Salta.
El trabajo del cuerpo técnico y de varios jugadores no tuvo pausas por la interrupción del TFB a causa de las fiestas de Fin de Año. En el medio, la definición del Clausura doméstico impidió que se tomaran vacaciones. “Si bien la prioridad la tiene el Federal, también en el club hay un anhelo de ganar el título Anual”, admite en relación a una corona que Tucumán BB logró por última vez bajo su conducción en 2001 cuando completó el tricampeonato: en 1999 lo ganó invicto y repitió al año siguiente.
El beibi ganó la final del Clausura ante Alberdi (“se vivió una gran fiesta”, remarcó Albornoz) y el derecho a disputar el Absoluto con Asociación Mitre, su adversario de toda la vida, que pidió postergar la definición. “No sabemos qué va a pasar, pero por lo que significa el clásico sería muy bueno que el título se dirima jugando”, ansía el entrenador.
Señales optimistas
El presente basquetbolístico positivo en los dos frentes y el reencuentro con sus dirigidos, le deja buenas sensaciones para recomenzar el camino. “Los títulos de Primera y de U19 son un lindo estímulo para afrontar lo que viene. También comprobar que los que disfrutaron de algunos días de descanso se tomaron con seriedad las recomendaciones. Volvieron en forma y eso demuestra que existe un compromiso de parte de todos”, apunta con optimismo el DT de cara a lo que vendrá.
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