Ariel Vallejos entrena a los arqueros de Atlético

"Estoy contento por esta posibilidad y, por supuesto, voy a tratar de no desperdiciarla", sostuvo.

FELIZ. Vallejo posa en uno de los arcos del predio del hotel de la Liga Salteña. Llegó para aportar su granito de arena a un plantel que piensa en el ascenso, una vez más. FOTO DE Sebastián Domínguez FELIZ. Vallejo posa en uno de los arcos del predio del hotel de la Liga Salteña. Llegó para aportar su granito de arena a un plantel que piensa en el ascenso, una vez más. FOTO DE Sebastián Domínguez
15 Enero 2015
Horas antes de la partida del plantel superior con destino a Salta, no había cabo suelto por remendar. Sin embargo, y por esas cuestiones ajenas que llegan cuando menos se las espera, una chispa saltó antes de decirle adiós a Tucumán y casi provoca un foco de incendio. Carlos Barrionuevo, el entrenador de arqueros, debía bajarse por un problema familiar.

Nadie contaba con el contratiempo, ni el propio “Carlitos”, por lo que se tuvo que resolver casi a contrarreloj y se decidió optar por personal preparado de las inferiores del club. Así fue que surgió el nombre de Ariel Vallejo.

Se lo propusieron al cuerpo técnico cuyos integrantes dieron el visto bueno y este hombre con título nacional de técnico y con rodaje en otras instituciones, se hizo cargo de la situación.

“Desde 2006 que estoy en Atlético, y si bien tengo experiencia en otros clubes, no me esperaba este llamado. Estoy contento por esta posibilidad y, por supuesto, voy a tratar de no desperdiciarla”, abre Vallejo la charla con LG Deportiva desde el búnker de la delegación en La Linda.

Súper profesional

“Este es un cuerpo técnico de Primera División, súper profesional y muy exigente. Sus integrantes que jugaron en diferentes ligas y conjugan una sociedad que le dará muchas satisfacciones a Atlético”, elogia al clan conducido por Juan Manuel Azconzábal quien ahora se encarga de la preparación de Cristian Lucchetti, Franco Pizzicannella y Esteban Barrado, los tres arqueros de la plantilla.

La preparación específica de los futbolistas, en especial la de los cuidapalos, varía sobre todo en las cargas y en los ejercicios puntuales. Vallejo está feliz por la entrega de sus pupilos y por contar con Lucchetti como referente activo de Pizzicannella y Barrado, dos chicos que están floreciendo en la profesión y, que por ahora, pelean por ser suplente de “Laucha”. Su presencia es una colaboración extra.

“De Cristian, la verdad, no hay palabras para definir la importancia que tiene. Es una persona que constantemente está ayudando a sus compañeros, colaborando con los chicos, Barrado y Pizzicannella, que están con todas las pilas. Le ponen una energía bárbara al trabajo. Lucchetti es la carta visible de este grupo”, asegura Vallejo, pero ya generalizando el concepto. Habla de un todo, de que Atlético hoy es un mosquetero pero dividido en 23 comensales.

La carta de presentación de Vallejo tiene un sinfín de novedades. “Tengo 40 años, estoy casado y soy entrenador nacional. Trabajo desde hace ocho años en la inferiores de Atlético, previo paso por Almirante Brown de Lules, Sportivo Guzmán y Deportivo Aguilares”, dice y agrega. “He tenido, además, la posibilidad de compartir cuerpo técnico del plantel de Primera cuando estuvo Andrés Rebottaro en el ‘Decano’ y también tuve la chance de acompañar a Víctor Jiménez en Blooming, de Bolivia”, cierra la descripción de su currículum, no sin antes aclarar un tanto. “Esta chance que me brinda Atlético puedo decir que es la frutilla del postre”.

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