Un atípico profesor de actuación

Rejtman fue el ganador de la edición 2014 del Festival Tucumán Cine, con el cual se alzó León en 2007.

PARTICULAR MIRADA DE LA ACTUACIÓN. Martín Rejtman en nuestra provincia. El año pasado, con “Dos disparos”, ganó el Festival Tucumán Cine. PARTICULAR MIRADA DE LA ACTUACIÓN. Martín Rejtman en nuestra provincia. El año pasado, con “Dos disparos”, ganó el Festival Tucumán Cine.
25 Enero 2015

 Relato

ENTRENAMIENTO ELEMENTAL PARA ACTORES

MARTÍN REJTMAN Y  FEDERICO LEÓN

(La Bestia Equilátera  - Buenos Aires) 

Martín Rejtman, ganador con el film “Dos Disparos” de la última edición 2014 del Festival Tucumán Cine, trabaja y vincula la literatura con el cine dentro de su campo de creación. Es así en el caso del libro Entrenamiento elemental para actores, relato en clave de ficción que trata de un atípico profesor de actuación para niños que incorpora prácticas no convencionales. El libro está escrito conjuntamente con Federico León, ganador de la edición 2007 del Festival Tucumán Cine con el documental de ficción “Estrellas”.

Entrenamiento elemental para actores realiza una versión del concepto básico de un tele film homónimo realizado originalmente para Canal 7 por los autores, y que terminó estrenándose en una sala de teatro en Buenos Aires y no en la TV. Aunque todo esto parezca ficción es parte de la realidad que nos toca.

El libro no es un método de ayuda para ser mejor actor. Al contrario: es una mirada particular sobre la actuación. Lo elemental a lo cual hace mención el título, se refiere a la condición de los niños que cumplen el rol de actores dentro de la ficción, aunque a Sergio, el profesor, no le importe mucho si se trata de niños o adultos cuando realiza sus prácticas. Para él, la materia prima es lo humano.

Este libro, prologado por Alan Pauls, es muy distinto al film mencionado. Enseguida incorpora la versión literaria del guión: Sergio y su particular pedagogía. Y al final hay una entrevista realizada a los autores por la especialista Cecilia Sosa.

“Los actores no son los destinatarios de la enseñanza; son sus objetos”, escribe Alan Pauls en el prólogo. Se entiende por objeto, en este caso, al actor y la tensión puesta de manifiesto por Sergio; y aceptada por los chicos en la ficción. Se exterioriza sobre el sentido de la creación y el rigor del oficio de la actuación. No se refiere solamente al hecho de ser virtuoso, al contrario, tratándose de niños como ejemplo, la actuación nunca deja de ser un juego. Sergio les habla -y mucho- de una actitud ante la vida. Y en este caso quien enseña es el primer actor que encabeza al grupo, dejando en claro que actuar es una convención y una forma de vivir, donde inclusive el público, también actúa.

© LA GACETA
Rafael Vázquez Rivera

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