Villa Traful es un paraíso escondido en la Patagonia

A cien kilómetros de Bariloche, esta apacible comarca neuquina ofrece paseos y aventura. Silencio absoluto, paisajes de ensueño y naturaleza pura

EXCURSIONES EN LO PROFUNDO. El  Bosque Sumergido es el gran atractivo del lugar y una rareza natural. neuquentur.gob.ar EXCURSIONES EN LO PROFUNDO. El Bosque Sumergido es el gran atractivo del lugar y una rareza natural. neuquentur.gob.ar
25 Enero 2015
Aromas frescos con esencia a bosque, naturaleza pura sin alteraciones y un silencio absoluto son algunos de los tesoros que ofrece Villa Traful, una de las localidades más hermosas de la Patagonia.

Ubicado en torno a la Ruta de los Siete Lagos y a 58 km de Villa La Angostura, Villa Traful se impone como un destino ineludible para aquellos que buscan paz y descanso en armonía con la naturaleza.

La villa fue fundada en 1936 y forma parte del Parque Nacional Nahuel Huapi. Hoy cuenta con tan sólo 350 habitantes que reciben a los turistas como familiares y amigos, brindándoles a través de sus diferentes servicios una experiencia única de viaje. “El tesoro de Villa Traful es la tranquilidad”, reconoce Mario Quelín, director de turismo de la villa. Además, tiene una ventaja competitiva adicional. “Al ser un centro turístico no tan difundido como los que nos rodean, los precios son más accesibles. Y, aquellos que se alojan en nuestra villa pueden recorrer todos los alrededores. Estamos a 100 km de San Martín de los Andes y a 100 km de Bariloche”.

El avistaje de aves es una de las grandes atracciones del lugar. Guías expertos de la zona conducen a los turistas a los parajes donde pueden conocer las aves autóctonas, como los cauquenes, el carpintero gigante, el chucao, la bandurria y, si hay mucha suerte, algún cóndor.

Otra de las actividades más difundidas son las cabalgatas a caballo por la montaña. A orillas de Río Minero, los turistas pueden encontrar los caballos de don Lalo Lagos, un clásico del lugar. Las travesías por la Cordillera y los safaris fotográficos también tienen un espacio destacado en Villa Traful; al igual que la pesca con mosca y devolución que, por ser un ritual único, es enseñado a los turistas en forma gratuita por los vecinos de la villa. Aquellos que buscan relax y disfrute en una playa, también tienen opciones interesantes. “Se puede disfrutar del lago en largas horas de playa, o navegando para hacer una excursión o pesca, haciendo windsurf y si el turista dispone del equipo, hasta se puede realizar buceo para conocer el bosque sumergido, uno de nuestros más celebrados y misteriosos tesoros”, cuenta Quelín.

Otras formas de disfrutar del lago son la visita a la gruta de la Virgen Stella Maris y un simple traslado hasta Bahía Grande para darse un chapuzón junto a sus playas de arena. En verano, la temperatura del agua puede ascender a 16 grados.

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