03 Febrero 2015
AFLICCIÓN. Mario Domínguez (foto) decidió sellar la puerta de entrada de su casa para proteger a su familia. LA GACETA / FOTOS DE DIAEGO ARÁOZ
Los vecinos del barrio 210 Viviendas, en San Andrés, tuvieron un comienzo de año para el olvido. Es que, según coincidieron al ser entrevistados ayer por LA GACETA, en enero varios de ellos sufrieron robos en sus casas aunque también señalaron que los arrebatos en la calle son cada vez más frecuentes. “La vigilancia de la Policía nunca es constante. Siempre llegan tarde. Después patrullan unos días hasta que dejan de hacerlo”, dijo Gabriela Casona, a quien le desvalijaron la casa.
El domingo, Casona salió alrededor de las 9 con su familia y vino a la capital para visitar a su madre. Pero, cuando alrededor de las 19.30 volvió a su hogar, descubrió que le habían barreteado la puerta. “Nos robaron una playstation, una tablet, una balanza digital, joyas y las cajas con los cosméticos que vendo. Y ese día entraron a robar en otras tres casas. Nos rompieron las dos cerraduras de la puerta mi marido (Mario Domínguez) tuvo que soldar la puerta para evitar que entren de vuelta”, remarcó Casona.
Ana, que es dueña de un pequeño vivero y pidió reservar su apellido, fue otra de las víctimas del fatídico domingo. “Me abrieron la puerta del frente con una barreta y se llevaron unos $ 2.000 que tenía para los gastos de la casa. Entraron a los dormitorios y me robaron ropa nueva y calzado. También se llevaron una playstation y hasta la alcancía con los ahorros de mi hija”, señaló.
Esta mujer tampoco estaba en su casa cuando ocurrió el robo y fueron sus vecinos quienes la llamaron para darle la noticia. El enojo de los vecinos llevó a que marcharan hasta la comisaría de San Andrés donde quemaron gomas y protestaron hasta que firmaron un acuerdo con el comisario José Pérez exigiendo seguridad. Pero eso no logró evitar que anoche los vecinos se reunieran con el delegado comunal exigiendo una solución inmediata.
Marcos Carrizo y Florencia Juárez, que también viven en este barrio dijeron que después del robo que ocurrió el lunes de la semana pasada en el CAPS de esa localidad hubo tres días de patrullajes pero que después los policías dejaron de circular. A su vez Alejandra Andrada y Gisel Acosta dijeron que hay sólo tres uniformados por guardia y que ni siquiera tienen móviles.
En San Pablo
Una situación idéntica ocurrió en el oeste de la ciudad. El domingo a la madrugada un grupo de asaltantes cometió varios robos en la avenida San Martín de San Pablo. En dos casos robaron motos, apuntando a los conductores a la cabeza con armas de fuego, según dijeron los vecinos.
“La situación no dio para más. En días anteriores hubo robos en casas. Por eso a través de un grupo de Facebook comenzó una convocatoria para juntarnos el domingo a la noche frente a la comisaría”, contó Juan Carlos Rodríguez.
El grupo de vecinos que protestó frente a la comisaría quemó gomas. “Hicimos bochinche para que se dé a conocer lo que está pasando en San Pablo. En la comisaría nos dicen que no tienen personal”, afirmó Rodríguez.
Sergio Salto, otro de los vecinos que participó de la protesta, contó que los robos ocurren en la vía pública desde hace varias semanas. “Muchas personas que estuvieron en la manifestación me comentaron que una situación que se repite es el ataque a los autos que circulan por la ruta 301 que, al pasar por la rotonda de San Pablo, les arrojan piedras para robarles”, contó Salto.
Los vecinos habían decidido repetir la marcha ayer al mediodía y a la noche. Pero a la mañana, el comisario Guido Salas, jefe de la Regional Oeste, charló con varios de sus habitantes. Al finalizar la reunión, firmaron un acta en la que la Policía se compromete a intensificar los patrullajes.
“El comisario nos dijo que desde la noche se iba a acrecentar la presencia de policías y que íbamos a ver un patrullero y más motos por San Pablo. Además nos dio su número de teléfono para que denunciemos si la Policía no actúa”, comentó Verónica, una de las vecinas que participó de la reunión con Salas.
El comisario, en tanto, dijo que se reunió con los vecinos de San Pablo para coordinar los patrullajes. “Les pedí que nos tengan paciencia, que en dos semanas se verán los resultados. Por ahora haremos recorridos con Infantería y con motoristas de Lules, y a la noche tendremos controles de la Policía Vial”, detalló Salas.
El domingo, Casona salió alrededor de las 9 con su familia y vino a la capital para visitar a su madre. Pero, cuando alrededor de las 19.30 volvió a su hogar, descubrió que le habían barreteado la puerta. “Nos robaron una playstation, una tablet, una balanza digital, joyas y las cajas con los cosméticos que vendo. Y ese día entraron a robar en otras tres casas. Nos rompieron las dos cerraduras de la puerta mi marido (Mario Domínguez) tuvo que soldar la puerta para evitar que entren de vuelta”, remarcó Casona.
Ana, que es dueña de un pequeño vivero y pidió reservar su apellido, fue otra de las víctimas del fatídico domingo. “Me abrieron la puerta del frente con una barreta y se llevaron unos $ 2.000 que tenía para los gastos de la casa. Entraron a los dormitorios y me robaron ropa nueva y calzado. También se llevaron una playstation y hasta la alcancía con los ahorros de mi hija”, señaló.
Esta mujer tampoco estaba en su casa cuando ocurrió el robo y fueron sus vecinos quienes la llamaron para darle la noticia. El enojo de los vecinos llevó a que marcharan hasta la comisaría de San Andrés donde quemaron gomas y protestaron hasta que firmaron un acuerdo con el comisario José Pérez exigiendo seguridad. Pero eso no logró evitar que anoche los vecinos se reunieran con el delegado comunal exigiendo una solución inmediata.
Marcos Carrizo y Florencia Juárez, que también viven en este barrio dijeron que después del robo que ocurrió el lunes de la semana pasada en el CAPS de esa localidad hubo tres días de patrullajes pero que después los policías dejaron de circular. A su vez Alejandra Andrada y Gisel Acosta dijeron que hay sólo tres uniformados por guardia y que ni siquiera tienen móviles.
En San Pablo
Una situación idéntica ocurrió en el oeste de la ciudad. El domingo a la madrugada un grupo de asaltantes cometió varios robos en la avenida San Martín de San Pablo. En dos casos robaron motos, apuntando a los conductores a la cabeza con armas de fuego, según dijeron los vecinos.
“La situación no dio para más. En días anteriores hubo robos en casas. Por eso a través de un grupo de Facebook comenzó una convocatoria para juntarnos el domingo a la noche frente a la comisaría”, contó Juan Carlos Rodríguez.
El grupo de vecinos que protestó frente a la comisaría quemó gomas. “Hicimos bochinche para que se dé a conocer lo que está pasando en San Pablo. En la comisaría nos dicen que no tienen personal”, afirmó Rodríguez.
Sergio Salto, otro de los vecinos que participó de la protesta, contó que los robos ocurren en la vía pública desde hace varias semanas. “Muchas personas que estuvieron en la manifestación me comentaron que una situación que se repite es el ataque a los autos que circulan por la ruta 301 que, al pasar por la rotonda de San Pablo, les arrojan piedras para robarles”, contó Salto.
Los vecinos habían decidido repetir la marcha ayer al mediodía y a la noche. Pero a la mañana, el comisario Guido Salas, jefe de la Regional Oeste, charló con varios de sus habitantes. Al finalizar la reunión, firmaron un acta en la que la Policía se compromete a intensificar los patrullajes.
“El comisario nos dijo que desde la noche se iba a acrecentar la presencia de policías y que íbamos a ver un patrullero y más motos por San Pablo. Además nos dio su número de teléfono para que denunciemos si la Policía no actúa”, comentó Verónica, una de las vecinas que participó de la reunión con Salas.
El comisario, en tanto, dijo que se reunió con los vecinos de San Pablo para coordinar los patrullajes. “Les pedí que nos tengan paciencia, que en dos semanas se verán los resultados. Por ahora haremos recorridos con Infantería y con motoristas de Lules, y a la noche tendremos controles de la Policía Vial”, detalló Salas.