Educación, el antídoto global

A pesar de los enormes avances tecnológicos, la humanidad continúa lidiando con tres cargas enormes: la pobreza, la enfermedad y el terrorismo. A pesar de que las políticas orientadas a la solución de esos problemas son diferentes, hay un enfoque común que puede ayudar a reducir el efecto negativo de los tres

LOS NIÑOS COMO VARIABLE DE AJUSTE. En los países pobres, los gobiernos gastan menos en educación durante las crisis económicas. www.http://otra-educacion.blogspot.com.ar/ LOS NIÑOS COMO VARIABLE DE AJUSTE. En los países pobres, los gobiernos gastan menos en educación durante las crisis económicas. www.http://otra-educacion.blogspot.com.ar/
15 Febrero 2015

Por César Chelala - Para LA GACETA - Nueva York

Hay una clara conexión entre la pobreza y la falta de educación. Aunque el acceso general a la educación ha aumentado considerablemente en la última década, los niños pobres tienen aún menos probabilidades de asistir a la escuela y también tienen más probabilidades de repetir los grados que los que provienen de familias con recursos suficientes.

Es más difícil para los niños de familias pobres tener fácil acceso a las escuelas, porque las escuelas tienden a concentrarse en las zonas urbanas donde viven sólo las familias en mejor situación económica. Además, la disparidad de género en el acceso a la educación también es mayor entre los pobres. De esta manera, ser una niña de una familia pobre se convierte en una doble desventaja. Por añadidura, los prejuicios de género contra las niñas en los enfoques de la enseñanza y el grado de atención que reciben de sus maestros dejan a las niñas en situación de desventaja aún más grande.

Por otra parte, esta brecha de género es generalmente más amplia en los niveles más altos de educación, en particular en los países en desarrollo. Según algunas estimaciones, las mujeres en el sur de Asia, por ejemplo, tienen sólo la mitad de los años de la educación básica que los hombres, y las tasas de matrícula femenina en el nivel de la educación secundaria son las dos terceras partes de los hombres.

Los gobiernos tienden a gastar menos en educación pública -el tipo de educación que tiende a beneficiar sobre todo a los pobres-, especialmente en los países en desarrollo en épocas de crisis económicas. Además, las guerras, los conflictos civiles y las epidemias afectan negativamente los servicios escolares y la asistencia escolar. Las guerras en Afganistán, Irak, Yemen, Libia, por nombrar sólo algunos países, son una amplia evidencia de este fenómeno, como es el efecto que la epidemia de Ébola está teniendo ahora en varios países africanos.

La eliminación de los prejuicios de género en la educación es particularmente importante cuando el nivel de educación de los padres se considera en relación con el nivel educativo de sus hijos. Para aumentar las posibilidades de éxito de sus hijos, varios estudios han demostrado que la educación del padre es menos importante que la educación de la madre.

Determinantes sociales

Las niñas con educación ampliada desarrollan habilidades esenciales para su vida futura, incluyendo la auto-confianza, la capacidad de participar de manera efectiva en la sociedad, y la capacidad para protegerse mejor contra el HIV/SIDA y la explotación sexual. Es por ello que la educación de las niñas se considera la mejor inversión para el desarrollo de un país.

Aunque muchas enfermedades son inevitables, otras son originadas o agravadas por las condiciones de vida. La Organización Mundial de la Salud ha insistido en la importancia de los “determinantes sociales de la salud”, que son las condiciones sociales y económicas en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. Influyen significativamente sobre el estado de salud de las personas, su acceso a la educación, el acceso a los servicios sociales y la calidad de vida.

En lo que respecta al terrorismo, una pregunta notablemente ausente de la discusión sobre este fenómeno son las razones que lo provocan, y porqué se ha incrementado de manera notable en los últimos años. Aunque muchos países sufren este problema, parece estar dirigido en gran medida contra los EE.UU. Uno no puede evitar pensar en cómo la política exterior de los EE.UU. ha sido una causa importante.

Entre esas políticas están: la presencia de tropas estadounidenses en los países árabes; el apoyo de Estados Unidos a las dictaduras de casi todo el mundo; el uso generalizado de la tortura y la humillación en las cárceles de los Estados Unidos, en particular contra los prisioneros de los países árabes; y el apoyo incondicional de los Estados Unidos a las duras políticas de Israel en el Medio Oriente, en detrimento de los derechos y aspiraciones de los palestinos.

Lección

En lugar de tratar de entender esas razones, los EE.UU. han llevado a cabo una guerra brutal contra aquellos a quienes percibe como terroristas, matando a miles de personas inocentes en un estado de guerra sin fin y de enorme costo económico. En lugar de desarticular efectivamente a las organizaciones terroristas estas políticas sólo están impulsando la creación de otros nuevos. Como certeramente Malala Yousafzai, la joven paquistaní de 17 años de edad, Nobel de la Paz, le dijo al presidente Barack Obama: “Mientras que las armas sólo matan a los terroristas, la educación mata al terrorismo.” Por lo tanto, es necesario mejorar la situación de los jóvenes antes que pueden llegar a involucrarse en actividades violentas.

Tres cargas de la humanidad (la pobreza, la enfermedad y el terrorismo) pueden ser mejor resueltas mediante la educación, respondiendo adecuadamente a la demandas de las personas y poniendo énfasis en las políticas que abordan la justicia y los derechos humanos. No es un programa de hoy para mañana. Es un problema que abarca a toda una generación, para que no esté irremediablemente perdida.

© LA GACETA

César Chelala - Consultor internacional de salud pública y ganador del premio periodístico Overseas Press Club of America por un artículo publicado en The New York Times.

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