16 Febrero 2015
ENTRE DOS. Leandro González intenta salir ileso de la doble marca. El volante buscó ser salida para los defensores y socio de los delanteros enviándoles centros. FOTO AIP/Marcelo Ruiz / especial para la gaceta
MENDOZA.- En el día del debut ellos vivieron el propio por duplicado. Se estrenaron en el torneo, como todo Atlético, pero se estrenaron también vestidos de celeste y blanco en un duelo oficial. Y cumplieron.
Son los refuerzos “decanos”, los únicos tres de los 10 que llegaron a 25 de Mayo y Chile para ayudar al equipo de Juan Manuel Azconzábal a lograr el ascenso que tan cerca estuvo la temporada pasada. Ayer dijeron presente en Mendoza Rodrigo Mieres, Leandro González (jugaron de entrada) y Franco Quiroga (reemplazó a Francisco Grahl a los 80’).
Cada uno en su obligación estuvo a tono con el equipo, cumpliendo en los primeros minutos y bancando la parada después. González encaró siempre por izquierda, asistiendo con centros a quienes buscó como socios principales: Luis Rodríguez y Cristian Menéndez. Sin embargo, la combinación perfecta llegó desde un centro por la derecha que derivó en el buen gol del “Pulga”.
Mieres zafó de la roja temprano, a los 20’. El uruguayo vio la amarilla por cortar con la mano una clara jugada mendocina de gol. Por suerte para Atlético, y para él, Gimnasia no pudo (ni podría jamás) cambiar por gol una jugada a favor. Con el correr de los minutos se vio afianzado en la zaga junto a Bruno Bianchi y contuvo el medio cuando Sebastián Longo los dejó en banda y en desventaja numérica a 10 minutos del final.
Lo del rubio Quiroga fue menos vistoso simplemente porque no tuvo mucho tiempo para mostrarse. Tampoco desentonó y, como Mieres y González, salió aprobado.
Son los refuerzos “decanos”, los únicos tres de los 10 que llegaron a 25 de Mayo y Chile para ayudar al equipo de Juan Manuel Azconzábal a lograr el ascenso que tan cerca estuvo la temporada pasada. Ayer dijeron presente en Mendoza Rodrigo Mieres, Leandro González (jugaron de entrada) y Franco Quiroga (reemplazó a Francisco Grahl a los 80’).
Cada uno en su obligación estuvo a tono con el equipo, cumpliendo en los primeros minutos y bancando la parada después. González encaró siempre por izquierda, asistiendo con centros a quienes buscó como socios principales: Luis Rodríguez y Cristian Menéndez. Sin embargo, la combinación perfecta llegó desde un centro por la derecha que derivó en el buen gol del “Pulga”.
Mieres zafó de la roja temprano, a los 20’. El uruguayo vio la amarilla por cortar con la mano una clara jugada mendocina de gol. Por suerte para Atlético, y para él, Gimnasia no pudo (ni podría jamás) cambiar por gol una jugada a favor. Con el correr de los minutos se vio afianzado en la zaga junto a Bruno Bianchi y contuvo el medio cuando Sebastián Longo los dejó en banda y en desventaja numérica a 10 minutos del final.
Lo del rubio Quiroga fue menos vistoso simplemente porque no tuvo mucho tiempo para mostrarse. Tampoco desentonó y, como Mieres y González, salió aprobado.
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