20 Febrero 2015
A INDAGATORIA. Rossi asumió en 2001 como obispo de Concepción, diósesis en la que Illarraz trabajaba desde 1997. ARCHIVO LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
PARANA, Entre Ríos.- El obispo Concepción, José María Rossi, deberá declarar en la causa que investiga los presuntos abusos sexuales cometidos por el ex prefecto del seminario de Paraná, presbítero Justo Ilarraz, contra al menos 50 seminaristas de entre 10 y 14 años entre 1984 y 1992, informaron hoy fuentes judiciales.
Los voceros confirmaron que la jueza Susana María Paola Firpo citó por segunda vez al prelado tucumano, quien hasta ahora no contestó la citación judicial que se le envió por primera vez hace algunas semanas, informó Télam.
Hasta que el caso tomó estado público, Ilarraz desempeñaba funciones pastorales en la Parroquia Sagrado Corazón, de Monteros, que depende de la diócesis de Concepción.
El religioso llegó a Tucumán luego de que el ex arzobispo de Paraná y cardenal Estanislao Esteban Karlic lo expulsó de la diócesis entrerriana tras una investigación interna de los hechos que nunca fue denunciada ante la justicia ordinaria.
Primero, Karlic autorizó al cura Illarraz a viajar al Vaticano, donde se formó en Misionología.
Tras regresar a la Argentina en 1997, el religioso se radicó en Buenos Aires, donde se alejó del sacerdocio, y luego se trasladó a Tucumán, donde fue recibido por el entonces obispo de Concepción, Bernardo Witte.
La declaración de Rossi se sumará a las que ya hicieron por escrito el actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y el ex arzobispo y cardenal Karlic.
El caso de las presuntas violaciones ocurridas en el Seminario de Paraná se conoció en 2012 por una denuncia periodística, que reveló que la investigación interna que se le hizo al cura nunca fue elevada al Vaticano ni puesta en conocimiento de la justicia ordinaria.
La causa está caratulada como "Ilarraz, Justo José s/Promoción a la corrupción de menores agravada", y está fuertemente impulsada por el procurador general de la provincia, Jorge García, quien le pidió a los defensores del cura que " dejen de comportarse como la parte más negra de la Iglesia Católica".
En la causa ya declararon siete ex seminaristas que dijeron haber sido abusados por el religioso mientras se encontraban cursando sus estudios en el seminario de Paraná.
Recientemente, las víctimas de las violaciones difundieron una carta en la que reconocieron que "muchos son los afectados que en el silencio de sus reclamos, sean miedos propios o miedos a semejantes, quieren y hacen fuerza para desenmascarar a esta criatura humana, corrompedora de almas de gente humilde, creyente, trabajadora".
Los voceros confirmaron que la jueza Susana María Paola Firpo citó por segunda vez al prelado tucumano, quien hasta ahora no contestó la citación judicial que se le envió por primera vez hace algunas semanas, informó Télam.
Hasta que el caso tomó estado público, Ilarraz desempeñaba funciones pastorales en la Parroquia Sagrado Corazón, de Monteros, que depende de la diócesis de Concepción.
El religioso llegó a Tucumán luego de que el ex arzobispo de Paraná y cardenal Estanislao Esteban Karlic lo expulsó de la diócesis entrerriana tras una investigación interna de los hechos que nunca fue denunciada ante la justicia ordinaria.
Primero, Karlic autorizó al cura Illarraz a viajar al Vaticano, donde se formó en Misionología.
Tras regresar a la Argentina en 1997, el religioso se radicó en Buenos Aires, donde se alejó del sacerdocio, y luego se trasladó a Tucumán, donde fue recibido por el entonces obispo de Concepción, Bernardo Witte.
La declaración de Rossi se sumará a las que ya hicieron por escrito el actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, y el ex arzobispo y cardenal Karlic.
El caso de las presuntas violaciones ocurridas en el Seminario de Paraná se conoció en 2012 por una denuncia periodística, que reveló que la investigación interna que se le hizo al cura nunca fue elevada al Vaticano ni puesta en conocimiento de la justicia ordinaria.
La causa está caratulada como "Ilarraz, Justo José s/Promoción a la corrupción de menores agravada", y está fuertemente impulsada por el procurador general de la provincia, Jorge García, quien le pidió a los defensores del cura que " dejen de comportarse como la parte más negra de la Iglesia Católica".
En la causa ya declararon siete ex seminaristas que dijeron haber sido abusados por el religioso mientras se encontraban cursando sus estudios en el seminario de Paraná.
Recientemente, las víctimas de las violaciones difundieron una carta en la que reconocieron que "muchos son los afectados que en el silencio de sus reclamos, sean miedos propios o miedos a semejantes, quieren y hacen fuerza para desenmascarar a esta criatura humana, corrompedora de almas de gente humilde, creyente, trabajadora".
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