02 Marzo 2015
Opositores condenaron las “omisiones”
Los amayistas se sumaron a las críticas de la oposición. La docena de parlamentarios disidentes no aplaudieron ningún tramo del discurso del gobernador José Alperovich. Coincidieron en advertir que en la alocución no hubo cifras sobre inseguridad ni sobre drogadicción
Las bancas de la Cámara que se mantuvieron silenciosas durante la hora y cuarenta minutos del discurso de José Alperovich fueron doce. Ni un aplauso salió ayer de las palmas de los radicales Ariel García, Roberto Sánchez, Fernando Valdez y Federico Romano Norri; de los massistas José Teri, José Orellana y Gerónimo Vargas Aignasse; del republicano Ricardo Bussi; del democristiano José Páez y del macrista Alberto Colombres Garmendia. Se sumaron a ellos los ahora disidentes amayistas Beatriz Ávila y Alfredo Toscano, que se mantuvieron inmutables, a diferencia de sus compañeros del bloque oficialista “Tucumán Crece”.
Los opositores siguieron el contenido de la alocución mediante las versiones impresas que tenían sobre sus escritorios. En algunos párrafos, sobre todo los relacionados con las áreas de seguridad y trabajo, negaban con la cabeza e intercambiaban comentarios con sus vecinos. Si bien las críticas fueron variopintas, en general, los parlamentarios cuestionaron la falta de autocrítica y las omisiones del titular del Poder Ejecutivo (PE).
Obras y seguridad
Toscano consideró que sería “necio” no reconocer las obras que se hicieron. Añadió, sin embargo, una seguidilla de críticas inmediatamente: “sería deshonesto no reconocer las cosas que este Gobierno no pudo resolver estos 12 años. Hay cuentas pendientes para el Tucumán que viene, como la inseguridad, la drogadicción y la generación de empleo”. Arremetió a continuación contra el alperovichismo y consideró que una de sus características fue “construir sólo con un sector”. “A Tucumán hay que construirlo entre todos, peronistas, radicales y todos. Porque se fracasó en muchos aspectos”, opinó.
Ávila, por su parte, hizo hincapié en el mismo punto que su compañero y consignó que esperaba “un llamado al consenso”: “es lo que hacía falta, tanto como mejorar la calidad institucional. Que el Ejecutivo cumpla con su función y que el Legislativo con la suya”. La presidenta de la comisión de Salud refirió a un pedido del Municipio para el refinanciamiento de la deuda que mantiene con la Provincia. Explicó que sería justo que el Ejecutivo imitara los beneficios que obtuvo de la Nación y los aplicara para sanear las cuentas de las ciudades. “Tampoco se habló de la situación del sur de la provincia, donde cientos de familias se inundaron”, renegó la referente del amayismo.
Por otro lado, Bussi remarcó que el mensaje estuvo “desapegado de la realidad”. “Se pareció más a un relato de la presidenta Cristina Fernández que a lo que nos pasa a los tucumanos. Estuvo plagado de estadísticas inexistentes y de números incomprobables. Al gobernador le faltó un mea culpa y pedir perdón por la oportunidad perdida”, fustigó el legislador.
“Alperovich se va y nos deja palabras y obras mal hechas. También otras que nunca se hicieron y muchos casos de corrupción. Fue mentira cuando dijo que existe un plan estratégico de seguridad ciudadana. ¿Adónde lo aplican? La conclusión es que quedan cinco meses y 23 días para que se termine el engaño de 12 años de corrupción”, atacó García en sucesivos tuits en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Páez enrostró a Alperovich no haber mencionado a los jubilados y pensionados transferidos a la Nación. También apuntó a la “baja calidad educativa” y a la inseguridad. “Se menciona la incorporación de tecnología, pero ningún informe sobre la impunidad creciente y la falta de personal en las comisarías”, rechazó el presidente de la Democracia Cristiana.
“Lo mejor del discurso de Alperovich es que el último”, definió Romano Norri. El radical objetó la falta de autocrítica del gobernador. “No hizo referencia a los problemas que preocupan a la gente, como a la inseguridad y la corrupción. Es una tomada de pelo decir que en Tucumán hay menos pobres”, aseguró.
Sánchez analizó los indicadores sociales y laborales de la alocución y advirtió que son engañosos, dado que comparó los actuales con 2003 y no con el año pasado. “Obviamente que hay índices que están mejor que al inicio de la gestión, pero si comparamos con años anteriores, la desocupación aumentó. Y los números de seguridad ni aparecieron”, enfatizó.
Valdez calificó a Alperovich como un “intendente mediocre” porque sólo “se dedicó a hacer pavimento”. “La gran mayoría de las obras fueron edificadas con fondos nacionales y de dudosa calidad ante los prematuros deterioros que surgen a pocos meses de ser inauguradas”, consignó. Consideró que el titular del Ejecutivo “reemplazó” a los intendentes, a los que tildó de obsecuentes. “Con el Pacto Social entregaron sus autonomías y se dedicaron a disputar espacios electivos y cargos públicos para sus esposas y parientes a fin de perpetuarse en el poder”, concluyó
Vargas Aignasse sostuvo que la peor omisión del discurso fue la del avance de la droga. “Parece desconocer lo que ocurre. Hay un aumento tremendo del narcotráfico. La gestión de Alperovich dejará a Tucumán el flagelo del paco y de miles de jóvenes adictos que no tienen dónde recuperarse. Así como la de Julio Miranda dejó el de los desnutridos”, apuntó.
Los opositores siguieron el contenido de la alocución mediante las versiones impresas que tenían sobre sus escritorios. En algunos párrafos, sobre todo los relacionados con las áreas de seguridad y trabajo, negaban con la cabeza e intercambiaban comentarios con sus vecinos. Si bien las críticas fueron variopintas, en general, los parlamentarios cuestionaron la falta de autocrítica y las omisiones del titular del Poder Ejecutivo (PE).
Obras y seguridad
Toscano consideró que sería “necio” no reconocer las obras que se hicieron. Añadió, sin embargo, una seguidilla de críticas inmediatamente: “sería deshonesto no reconocer las cosas que este Gobierno no pudo resolver estos 12 años. Hay cuentas pendientes para el Tucumán que viene, como la inseguridad, la drogadicción y la generación de empleo”. Arremetió a continuación contra el alperovichismo y consideró que una de sus características fue “construir sólo con un sector”. “A Tucumán hay que construirlo entre todos, peronistas, radicales y todos. Porque se fracasó en muchos aspectos”, opinó.
Ávila, por su parte, hizo hincapié en el mismo punto que su compañero y consignó que esperaba “un llamado al consenso”: “es lo que hacía falta, tanto como mejorar la calidad institucional. Que el Ejecutivo cumpla con su función y que el Legislativo con la suya”. La presidenta de la comisión de Salud refirió a un pedido del Municipio para el refinanciamiento de la deuda que mantiene con la Provincia. Explicó que sería justo que el Ejecutivo imitara los beneficios que obtuvo de la Nación y los aplicara para sanear las cuentas de las ciudades. “Tampoco se habló de la situación del sur de la provincia, donde cientos de familias se inundaron”, renegó la referente del amayismo.
Por otro lado, Bussi remarcó que el mensaje estuvo “desapegado de la realidad”. “Se pareció más a un relato de la presidenta Cristina Fernández que a lo que nos pasa a los tucumanos. Estuvo plagado de estadísticas inexistentes y de números incomprobables. Al gobernador le faltó un mea culpa y pedir perdón por la oportunidad perdida”, fustigó el legislador.
“Alperovich se va y nos deja palabras y obras mal hechas. También otras que nunca se hicieron y muchos casos de corrupción. Fue mentira cuando dijo que existe un plan estratégico de seguridad ciudadana. ¿Adónde lo aplican? La conclusión es que quedan cinco meses y 23 días para que se termine el engaño de 12 años de corrupción”, atacó García en sucesivos tuits en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Páez enrostró a Alperovich no haber mencionado a los jubilados y pensionados transferidos a la Nación. También apuntó a la “baja calidad educativa” y a la inseguridad. “Se menciona la incorporación de tecnología, pero ningún informe sobre la impunidad creciente y la falta de personal en las comisarías”, rechazó el presidente de la Democracia Cristiana.
“Lo mejor del discurso de Alperovich es que el último”, definió Romano Norri. El radical objetó la falta de autocrítica del gobernador. “No hizo referencia a los problemas que preocupan a la gente, como a la inseguridad y la corrupción. Es una tomada de pelo decir que en Tucumán hay menos pobres”, aseguró.
Sánchez analizó los indicadores sociales y laborales de la alocución y advirtió que son engañosos, dado que comparó los actuales con 2003 y no con el año pasado. “Obviamente que hay índices que están mejor que al inicio de la gestión, pero si comparamos con años anteriores, la desocupación aumentó. Y los números de seguridad ni aparecieron”, enfatizó.
Valdez calificó a Alperovich como un “intendente mediocre” porque sólo “se dedicó a hacer pavimento”. “La gran mayoría de las obras fueron edificadas con fondos nacionales y de dudosa calidad ante los prematuros deterioros que surgen a pocos meses de ser inauguradas”, consignó. Consideró que el titular del Ejecutivo “reemplazó” a los intendentes, a los que tildó de obsecuentes. “Con el Pacto Social entregaron sus autonomías y se dedicaron a disputar espacios electivos y cargos públicos para sus esposas y parientes a fin de perpetuarse en el poder”, concluyó
Vargas Aignasse sostuvo que la peor omisión del discurso fue la del avance de la droga. “Parece desconocer lo que ocurre. Hay un aumento tremendo del narcotráfico. La gestión de Alperovich dejará a Tucumán el flagelo del paco y de miles de jóvenes adictos que no tienen dónde recuperarse. Así como la de Julio Miranda dejó el de los desnutridos”, apuntó.