Y un día, vio luz al final del túnel

Lucas Mohamed confirmó su presencia en el desafío del fin de semana con el nuevo VW Gol Trend, que armó con su gente en 60 días

GRAN RESPONSABILIDAD. Lucas Mohamed, en la fosa de su taller. Al nuevo auto le hicieron todo tipo de revisaciones en las últimas horas, para dejarlo a punto. la gaceta / foto de franco vera GRAN RESPONSABILIDAD. Lucas Mohamed, en la fosa de su taller. Al nuevo auto le hicieron todo tipo de revisaciones en las últimas horas, para dejarlo a punto. la gaceta / foto de franco vera
05 Marzo 2015
Hasta hace algunas horas, Lucas Mohamed y su gente estaban siendo dominados por un mar de dudas acerca de la participación del equipo en la competencia de la Clase 2 del Turismo Nacional en Las Termas. El estar enfrascados en el armado de un nuevo auto no les permitía visualizar si podrían llegar a tiempo para ser de la partida en la fecha 2. Hoy, las dudas quedaron disipadas: el subcampeón argentino de 2014 pondrá sus pies en la pista santiagueña a primera hora del día, cargando el flamante VW Gol Trend armado en taller propio.

- ¿Más aliviado?

- ¡No! Esto recién comienza. Quedé saturado y el problema es que ahora es cuando hay que poner más atención, en los detalles del auto y también en la carrera. Cuando uno está cansado el tiempo no rinde.

- Los detalles llevan más tiempo sin dudas...

- Claro, es la etapa en la que aparecen cosas chiquitas que hay que hacer, pero que son todas tan importantes como armar un motor o poner a punto un chasis.

- ¿Cuánto tiempo te llevó finalmente armar el auto?

- Fueron 60 días. Recuerdo que comenzó con la construcción de la jaula. Parecía que no terminábamos más, pero aquí estamos.

- ¿El tiempo empleado fue menos o más del previsto?

- Para mí, que hayamos hecho esto entre tres personas es un muy buen tiempo. Fueron muchas horas por día en que nos dedicamos al coche.

- ¿Qué fue lo más difícil para hacer en la previa?

- Reunir un presupuesto. Lo que hicimos fue porque sabemos cómo, y también porque nos gusta. Lo duro fue no trabajar con el dinero en efectivo necesario que nos permitiera comprar los elementos que no se fabrican.

- ¿Y qué será lo más difícil que enfrentarás?

- Salir a pista. Será con algo nuevo, con muchas presiones desde mañana nomás. Ojalá pueda girar hoy, para tener una idea del trabajo que hicimos. No se pudo terminar antes porque hubo muchas distracciones en el tiempo del armado del coche. Esa es la verdad.

- ¿Hay confianza en el trabajo hecho?

- Sí, totalmente. De todos modos, cuando se arma algo como esto, hay que pensar que tiene infinidad de regulaciones de puesta a punto y variantes combinadas con otras cosas. Por eso hay que probar todo, ver qué cosas le caen bien al auto para poder desarrollarlo.

- ¿Hubo ayuda de mucha gente para que puedas llegar con el armado del auto?

- Sí, fueron varios los que me dieron una mano. Incluso fueron más allá, por ejemplo uno de ellos, Daniel López, se encargó de pagar todo lo que requiere la CDA en cuanto a licencias.

- Hubo dudas hasta último momento sobre tu participación, ahora ya estás adentro...

- Sí, había que llegar como sea. Todo, antes, durante y después, no deja de ser un compromiso, porque no me gusta quedar mal con la gente que confía en mí. Fue una alegría indescriptible el momento en que el auto arrancó. Ahora, a “encontrarlo” en pista. Voy a esta carrera a empezar a desarrollarlo, sin ningún objetivo de pelear nada. Será para mí una prueba, más exigente de lo normal eso sí y en situación de competencia.

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