La plaza San Martín se renueva e inquieta a los vecinos

La espalda de bronce del libertador de América quedó descubierta. Detrás suyo ya no están los 22 mástiles que representaban los países latinoamericanos y que fueron colocados en 1977. El viento ya no tiene impedimentos para acariciar la figura que se encuentra allí desde que se fundó el paseo público más importante de barrio Sur, en 1910. También fue desarmado un pequeño monumento escalonado que se encontraba adelante de la estatua. Todas estas modificaciones en la plaza San Martín generaron inquietud entre los vecinos, quienes se empezaron a preguntar qué estaba sucediendo.

El espacio verde está siendo sometido a un proceso de renovación integral, que incluye la instalación de nuevos equipamientos y lámparas, y la construcción de caminerías. Con respecto al entorno del monumento, el objetivo que tiene la Municipalidad capitalina es eliminar los obstáculos visuales.

“Limpiamos el sector de los mástiles ya que no aportaban ni al paisaje urbano ni al constructivo. Había que destacar la estatua del Libertador. Además, sin los mástiles cobra importancia la calle Chacabuco desde el centro de la plaza. Queríamos darle la misma intensidad a los cuatro frentes”, explicó Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana. Con respecto a los mástiles, el funcionario indicó que serán distribuidos en diferentes lugares de la ciudad (los ingresos a San Miguel de Tucumán y en Centros de Integración Comunitaria).

El paseo público que está empezando ser reformado se sumará a otros espacios de Barrio Sur que ya se transformaron: las plazas Belgrano y Decididos de Tucumán (ex Rivadavia); el paseo Libertadores de América (boulevard Lavalle), y el entorno de la avenida Bernabé Aráoz.

En la zona no todos están conformes con este lifting. “¿Restaurarán los mástiles? Nadie lo sabe. Espero que no los saquen, porque representaban a la América liberada. También espero que no hagan mucho piso de cemento y que pongan un placero que le diga a las personas lo que hacen mal: por ejemplo, que limpien lo que dejan sus perros. Esta plaza está llena de caca de perro”, sugirió Valeria, una vecina que lleva a sus hijos a pasear por ese espacio.

Para Juan Carrillo, otro habitante de la zona, la decisión de sacar los mástiles “representa la estupidez de todo Gobierno: quieren borrar todo rastro de la dictadura. Esta obra fue encargada por Antonio Bussi. Pero el sentido de la América liberada no es de los militares”. Carrillo, que vive en el lugar desde hace unos 56 años, pidió al municipio que proteja la estatua de San Martín con un techo, para que no termine de arruinarse, y que regrese el placero.

Nuevas formas

Lobo Chaklián adelantó que el agua volverá a ser protagonista en ese sector de la ciudad. Sucede que en el siglo XIX el lugar en el que hoy está la plaza era conocido como la “laguna”, donde la gente se bañaba, pescada y hasta algunos se ahogaban, según comenta en un artículo (“El ‘San Martín’”) el historiador Carlos Páez de la Torre (h). Ahora, en el proyecto que lleva a cabo la Municipalidad capitalina para revalorizar el lugar se contempla mantener las tres fuentes que ya estaban distribuidas en diferentes puntos. Además, en las cuatro esquinas del monumento se agregarán fuentes en forma de chorros verticales que estarán ubicadas a nivel del piso.

Desde el Municipio confirmaron que se está desarrollando una primera etapa de los trabajos que comprende la instalación de un nuevo sistema de alumbrado público con tecnología LED, la construcción de un sistema de riego y la reconstrucción de la caminería (la externa ya está casi lista y se está avanzando con la caminería interna). En una próxima etapa se realizará la recuperación del monumento del general San Martín y su entorno, y la generación de ámbitos de descanso con bancos y merenderos en las inmediaciones de las fuentes.