Memorias
MEMORIA POLÍTICA
RAÚL ALFONSÍN
(Fondo de Cultura - Buenos Aires)
Probablemente Raúl Alfonsín nunca imaginó que la reivindicación de su figura llegaría al punto de bautizar al torneo dominical de fútbol argentino con su nombre. Sucede que, desde su fallecimiento, el legado del ex presidente se analiza a través de un prisma que aumenta sus aciertos y empequeñece sus fracasos. La justicia del método es innegable: debe reconocérsele a Alfonsín la tenaz y eficiente defensa del sistema democrático recuperado en 1983, tarea que basta para que su nombre se convierta en modelo de hombre político.
En este libro, Alfonsín repasa algunos de los episodios más complejos que tuvo que atravesar durante su presidencia y, casi como un cronista, confiesa esos pequeños detalles que hacen de las memorias políticas algo seductor: las decisiones trascendentales para la historia esconden un trasfondo que, al salir a la luz, recuerda que la política es hija de hombres llenos de incertidumbres, pero también repletos de convicciones. Así, las páginas brindan un acabado relato de las ideas e intenciones que concluyeron en el juicio a las Juntas Militares, de las decisiones que Alfonsín debió tomar ante los levantamientos carapintadas y el ataque al regimiento de La Tablada, o de las negociaciones que concluyeron con el traspaso anticipado del mando en 1989 y el Pacto de Olivos en 1994. Es en esta faceta donde el libro queda justificado, ya que brinda la posibilidad –escasa en la Argentina- de que el público conozca cómo ser observan los acontecimientos históricos desde el lugar de las personas que ejercen el poder. Es tanta la sinceridad que trasluce el texto en su devenir que, por momentos, se pierde la noción de estar leyendo un libro de memorias sino de confesiones de un ex mandatario ante el país que en su momento lo ungió presidente.
Doble lectura
El libro, además, es un manifiesto, y como tal podrá ser aceptado o rechazado. Tal vez la mejor lectura posible será la que imbrique el aspecto ideológico con el histórico, de manera que los acontecimientos de los que se ocupa también sean entendidos como productos de hombres que no reniegan de sus ideologías. En conclusión, Memoria Política es uno de los últimos ejemplos de la preocupación de Alfonsín por comunicar sus razones y verdades con una sinceridad que no abunda. Por otro lado, se trata de un testimonio histórico imprescindible para valorar adecuadamente a este protagonista de la política argentina del último cuarto del siglo pasado.
(C) LA GACETA
Martín Mazzuco Cánepa