07 Marzo 2015
MIEDO. Eso sintieron las personas que viven cerca de los canales y ríos de la provincia. FOTO ENVIADA POR WHATSAPP
Ante las terribles secuelas que dejaron las tormentas de las últimas semanas, empezaron a surgir cuestionamientos sobre sus posibles causas, algunos expertos coinciden en señalar a las deforestaciones sin planificación como uno de los principales motivos.
"No hay dudas que llovió de manera extraordinaria pero creo que los desmontes son responsables en un 70 % de las inundaciones en Tucumán. Y me hago cargo de lo que afirmo", dijo días atrás Juan Sirimaldi, titular de la Dirección del Agua de la provincia. Contó que en las últimas semanas recorrió el interior del departamento de Juan Bautista Alberdi junto al intendente de la zona, en donde se habrían desmontado 3.000 hectáreas en los últimos años para cultivar soja. "Si hubiera monte, estas inundaciones no habrían ocurrido en esa zona", expresó el funcionario.
El climatólogo y copresidente del grupo que de la ONU que recibió el Premio Nobel por sus investigaciones sobre el cambio climático, Osvaldo Canziani, analizó ante la agencia DyN el aumento de las precipitaciones e inundaciones que afectaron al país en las últimas semanas. El especialista consideró que hay una falta de una política ambiental nacional, al tiempo que señaló que el país debería tener más radares para estudiar las corrientes con mayor precisión.
"Quienes siembran soja, deforestan. Y deforestar significa aumentar el contenido de dióxido de carbono. Al no haber bosques o plantas, no se secuestra el dióxido de carbono. Si sigue aumentando la temperatura, el rendimiento de maíz, trigo, avena y cebada va a caer un 20 %. La papa mucho más", señaló.
“Tucumán ha tenido una tasa de deforestación grande en la década del 60 y 70”, explicó por su lado Rodrigo Ordóñez, de la fundación Pro Yungas. A mediados de la década del 70 unas 550.000 hectáreas de bosque pasaron a destinarse para cultivo y actividad ganadera, explicó. Unas 203.400 hectáreas fueron transformadas en el período 1976-1986 y unas 83.000 hectáreas fueron deforestadas en el período 2000-2010. Esto se debe a que Tucumán tuvo un desarrollo más temprano de la actividad productiva. “Lo que hoy se ve más es el cambio de uso. Campos que tradicionalmente eran para citrus o caña, hoy son para soja o emprendimientos inmobiliarios”, añadió.
"No hay dudas que llovió de manera extraordinaria pero creo que los desmontes son responsables en un 70 % de las inundaciones en Tucumán. Y me hago cargo de lo que afirmo", dijo días atrás Juan Sirimaldi, titular de la Dirección del Agua de la provincia. Contó que en las últimas semanas recorrió el interior del departamento de Juan Bautista Alberdi junto al intendente de la zona, en donde se habrían desmontado 3.000 hectáreas en los últimos años para cultivar soja. "Si hubiera monte, estas inundaciones no habrían ocurrido en esa zona", expresó el funcionario.
El climatólogo y copresidente del grupo que de la ONU que recibió el Premio Nobel por sus investigaciones sobre el cambio climático, Osvaldo Canziani, analizó ante la agencia DyN el aumento de las precipitaciones e inundaciones que afectaron al país en las últimas semanas. El especialista consideró que hay una falta de una política ambiental nacional, al tiempo que señaló que el país debería tener más radares para estudiar las corrientes con mayor precisión.
"Quienes siembran soja, deforestan. Y deforestar significa aumentar el contenido de dióxido de carbono. Al no haber bosques o plantas, no se secuestra el dióxido de carbono. Si sigue aumentando la temperatura, el rendimiento de maíz, trigo, avena y cebada va a caer un 20 %. La papa mucho más", señaló.
“Tucumán ha tenido una tasa de deforestación grande en la década del 60 y 70”, explicó por su lado Rodrigo Ordóñez, de la fundación Pro Yungas. A mediados de la década del 70 unas 550.000 hectáreas de bosque pasaron a destinarse para cultivo y actividad ganadera, explicó. Unas 203.400 hectáreas fueron transformadas en el período 1976-1986 y unas 83.000 hectáreas fueron deforestadas en el período 2000-2010. Esto se debe a que Tucumán tuvo un desarrollo más temprano de la actividad productiva. “Lo que hoy se ve más es el cambio de uso. Campos que tradicionalmente eran para citrus o caña, hoy son para soja o emprendimientos inmobiliarios”, añadió.