Por Nicolás Iriarte
07 Marzo 2015
HIZO LO QUE PUDO. Leandro González intenta bajar la bocha ante la presión del rival y la intensa lluvia que complicó a todos. la gaceta / foto de diego aráoz
Tan feo como cuando encienden las luces del boliche en el momento cumbre de la fiesta... Atlético era el más enfiestado ayer cuando a los 54’ el árbitro Ariel Suárez decidió suspender el partido que ganaba 2-0 sobre Villa Dálmine. ¿El motivo? El obvio desde hace días: la lluvia que no para en Tucumán y que ayer también complicó los planes en el Monumental.
La historia era todo color de rosa para el “decano” que hacía su mejor presentación en el torneo y que aprovechaba las chances que tenía ante el, hasta ahí, puntero de la B Nacional. Con Franco Quiroga como protagonista, el equipo anfitrión golpeó dos veces de tres chances que tuvo en el primer tiempo. En la primera, asistió de gran manera a Emanuel Molina para abrir el marcador poniendo la pelota entre las piernas de Carlos Kletnicki. En la segunda, él mismo se vistió de goleador aprovechando un rebote tras el tiro de Leandro González y la floja respuesta del arquero visitante.
Al contrario de Atlético, Dálmine careció de efectividad y falló las cinco claras que tuvo en el primer tiempo. Todo por culpa de Cristian Lucchetti y Bruno Bianchi, que sacó dos pelotas en la línea.
La floja defensa de ambos equipos volvió el partido entretenido. Todo podía pasar. Sin embargo, la lluvia hizo de las suyas y el parate estiró el suspenso para hoy a las 17, cuando se reanude el partido.
La historia era todo color de rosa para el “decano” que hacía su mejor presentación en el torneo y que aprovechaba las chances que tenía ante el, hasta ahí, puntero de la B Nacional. Con Franco Quiroga como protagonista, el equipo anfitrión golpeó dos veces de tres chances que tuvo en el primer tiempo. En la primera, asistió de gran manera a Emanuel Molina para abrir el marcador poniendo la pelota entre las piernas de Carlos Kletnicki. En la segunda, él mismo se vistió de goleador aprovechando un rebote tras el tiro de Leandro González y la floja respuesta del arquero visitante.
Al contrario de Atlético, Dálmine careció de efectividad y falló las cinco claras que tuvo en el primer tiempo. Todo por culpa de Cristian Lucchetti y Bruno Bianchi, que sacó dos pelotas en la línea.
La floja defensa de ambos equipos volvió el partido entretenido. Todo podía pasar. Sin embargo, la lluvia hizo de las suyas y el parate estiró el suspenso para hoy a las 17, cuando se reanude el partido.