Anís se apropia de las vidas de los otros en “Las casas íntimas”

La actriz Candelaria Sesín interpreta el unipersonal del grupo Silencio de Negras con el que La Sodería abre su temporada

ESPACIOS AJENOS. El personaje a cargo de Sesín cuida de una forma muy particular las casas que habita.  foto gentileza de la sodería ESPACIOS AJENOS. El personaje a cargo de Sesín cuida de una forma muy particular las casas que habita. foto gentileza de la sodería
14 Marzo 2015
Anís cuida propiedades de otras personas de un modo muy particular. En sus recorridos, las incorporara a su propio ser, adopta los rituales que esconden las cosas, y transita por múltiples personalidades, estados emocionales, lugares y edades.

“Las casas íntimas”, el espectáculo teatral que el grupo bonaerense Silencio de Negras ofrecerá hoy en Tucumán, implica el inicio a la temporada en La Sodería. El unipersonal estrenado hace dos años está a cargo de Candelaria Sesín, con el que participó en distintos encuentros y festivales, como el de la “Novísima dramaturgia argentina”, movimiento con el que se identifica directamente.

“Hay una experiencia interior, donde se mezclan recuerdos, imágenes y percepciones para construir una línea temporal ondulante en Anís, un viaje que le produce una metamorfosis”, explica la actriz a LA GACETA.

- ¿Cómo surgió el texto?

- La dramaturgia estuvo a cargo de Eugenia Pérez Tomas, que también dirige la obra, y aunque su trabajo de escritura fue de escritorio, estuvimos en contacto y compartiendo material literario. Hubo textos de Clarice Lispector, Banana Yoshimoto y Anäis Nin, como también referencias visuales diversas. A medida que la escritura avanzaba, íbamos haciendo pruebas en el espacio. La obra final tiene varias características particulares: hay un gran trabajo sobre la palabra desde donde se generan imágenes, y una decisión de no responder a un orden temporal y cronológico, que nos permite ciertas fracturas que nos llevaron a poder montar escenas que no están pegadas a la literalidad del sentido. El texto hace un juego con la apertura y las posibilidades del sentido.

- ¿Qué desafío especial tiene un monólogo?

- Creo que es trabajar sobre uno mismo, confiar y aprender a saber cómo hacer para que el trabajo esté siempre vivo. Estar solo es un desafío en el sentido de que no hay otro con quien compartir la sensación de responsabilidad, la astucia de resolver en el momento, ni para sorprenderse y sorprender. De todas maneras, cuando sale todo como uno deseaba, la satisfacción también es muy grande.

- Tu personaje ocupa espacios y vidas que son de otros y se los apropia. ¿Un actor no hace exactamente eso en su profesión?

- Sí, es parecido el procedimiento del personaje en la obra al de un actor en su carrera, sería una versión condensada. En este caso, el encuentro con lo otro, con las casas y sus cosas, le permite hacer un salto hacia el interior de ella misma, como si hiciera un viaje por su pensamiento y por las reflexiones y emociones que le genera el contraste con lo otro, con la mirada que ella tiene de eso y de sí misma y sobre todo el peso que tiene la mirada de los otros. La actuación, lejos de evadir, nos obliga a enfrentarnos con nuestras posibilidades y limitaciones y es una herramienta de autoconocimiento muy grande.

- ¿Actuaste alguna vez en Tucumán?

- Será la primera vez, lo cual es una gran alegría y una oportunidad de poder compartir nuestro trabajo y conocer el trabajo local. Mi expectativa es poder tener una buena función para que disfruten de la obra, con un agradecimiento especial a La Sodería y a Paco Sessa por hacerlo posible.

ACTÚA HOY
• A las 22, en La Sodería (Juan Posse 1.141)

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