Marchas en apoyo de Dilma y de Petrobras

Pese al respaldo a la presidenta y a la empresa petrolera, los manifestantes fustigaron los planes de ajuste que impulsa el Gobierno Las movilizaciones se realizaron en varias ciudades; la mayoría encabezadas por las centrales sindicales

EN SAN PABLO. La mayoría de las marchas fueron encabezadas por los afiliados de la Central Única de Trabajadores y del Movimiento Sin Tierra. reuters EN SAN PABLO. La mayoría de las marchas fueron encabezadas por los afiliados de la Central Única de Trabajadores y del Movimiento Sin Tierra. reuters
15 Marzo 2015
RÍO.- Miles de militantes de izquierda marcharon por las calles de al menos 24 estados brasileños para defender a la democracia, a la estatal Petrobras, -sumergida en un gigantesco escándalo de corrupción- y a la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta movimientos a favor de su destitución. “No aceptaremos un golpe contra Dilma”, gritaban los manifestantes, quienes acusaron a la oposición de no respetar el resultado de las últimas urnas.

“Es absurdo el intento de desestabilizar a un gobierno electo democráticamente”, planteó en la nororiental ciudad de Recife el bancario Alex Norat.

No obstante, pese al rechazo unánime a cualquier intento de juicio político contra la mandataria, los oradores que participaron en los actos fustigaron los planes del actual gobierno de impulsar un ajuste fiscal para reequilibrar las cuentas públicas, frenar el proceso de aumento de la inflación y reactivar la estancada economía del país.

“Nos oponemos al movimiento del domingo (hoy), ya que está en contra de la ruptura de la legalidad (mediante la demanda de destitución de Rousseff), pero también se enfrenta a la actual política del gobierno, ya que nos oponemos al ajuste fiscal”, resumió el sindicalista Julio Turra, de la Central Única de Trabajadores (CUT).

El presidente de la CUT, Vagner Freitas, aclaró a su vez que los actos no fueron “ni en contra ni a favor del gobierno, sino por la normalidad de la democracia”.

También fueron rechazadas las presiones para privatizar la petrolera, que ha sufrido una progresiva pérdida de valor de mercado a raíz de los desvíos de fondos, que, se estima, fueron de U$S 3.700 millones, entre 2004 y 2012.

El “Día Nacional de Luchas en Defensa de los Derechos de los Trabajadores, la Democracia, la Petrobras y por la Reforma Política”, pretendió contrarrestar a los grupos que convocaron para hoy a una serie de protestas contra la actual política económica y contra la corrupción.

Varias de las manifestaciones se realizaron cerca de instalaciones de Petrobras, debilitada por las investigaciones del Ministerio Público sobre los multimillonarios desvíos de dinero de la empresa para pagar sobornos y financiar partidos políticos.

En sus discursos, los militantes defendieron castigos a los responsables de ilegalidad, pero rechazaron los intentos del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de debilitar a la mayor empresa del país.

“Que arresten a los que están robando, pero que no destruyan la economía nacional. Petrobras es responsable de más del 10 % del Producto Interno Bruto”, afirmó la diputada Luciana Santos, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), quien participó en los actos en Recife.

La movilización más multitudinaria tuvo lugar en Sao Paulo, donde entre 9.000 y 40.000 personas -según estimativas de la policía y los organizadores, respectivamente-, marcharon por el centro de la metrópolis.

Carteles con la frase “Quédate, Dilma”, encabezaron la marcha convocada por la CUT, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) y la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), entre otros gremios y grupos sociales.

En Río de Janeiro, al término de la marcha, los manifestantes realizaron un abrazo simbólico a la sede central de Petrobras. Entre los oradores del acto en la capital fluminense estuvo el ex presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), Roberto Amaral, quien rechazó cualquier posibilidad de que se viva un “nuevo 64”, haciendo una referencia al golpe militar que ese año inauguró una larga dictadura que perduró hasta 1985. En el cierre, el coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MTST), Joao Pedro Stédile, culpó a los “capitalistas” por la crisis económica e hizo una férrea defensa de la democracia. (DPA)

Comentarios