Dureza de la Presidenta

Hugo E. Grimaldi - Agencia DyN

BUENOS AIRES.- En su 11º cadena nacional del año, Cristina Fernández jugó a tres bandas desde La Matanza, a la hora de evaluar el contundente paro general que golpeó al Gobierno en la línea baja. Así, la Presidenta usó el manual de kirchnerismo explícito y blanqueó que ella había sido la más dura entre los duros a la hora de no negociar nada con el sindicalismo antes de hoy, tal como algún par de ministros se lo habían sugerido. Tal como le gusta y ante el alto grado de fastidio que le pudo haber provocado la situación, la Presidenta redobló la apuesta y taqueó con mucha dureza a la hora de la evaluación.

En primer término, minimizó la huelga y la describió como un simple paro de transportes aunque, a la vez, le hizo la cruz a más de un dirigente sindical.

Luego, explicó que el impuesto a las Ganancias que se le aplica al trabajo personal es un hecho “solidario” e hizo saber que no iba a haber cambios en el controvertido impuesto.

Por último, buscó cerrar el juego cuando señaló que no se achica y que “tiene espaldas” para aguantar lo que sea, hasta que otro kirchnerista la suceda. Cristina sabe que la militancia pondera el puño de hierro del caudillo. Pero, además, el duro discurso que realizó la Presidenta en la “capital nacional del peronismo” tuvo un firulete adicional para darle realce a la carambola.

El kirchnerismo espera que, ante una alocución tan potente, hoy los medios se vean obligados no sólo a compartir la tapa del día después, sino también a analizarla. Probablemente, algunos mostrarán las calles vacías, y otros, la fervorosa tribuna kirchnerista. El poder lo considerará un empate.

Si además se estima que el debut de Máximo Kirchner con su voz propalada en simultáneo por una cadena de medios, más las explicaciones que dio sobre la investigación que lo vincula a cuentas en el exterior y sus manifestaciones políticas, podrían ser otro motivo para dividir las tapas, desde lo comunicacional el Gobierno habría logrado el objetivo de instalar temas que opaquen informativamente el duro mandoble que recibió en todo el país. Y eso, en el fondo, es lo que más le interesa.