10 Abril 2015
Eduardo Camaño confía en el peronismo. Quizá por sus años de militancia y su pasado –fugaz- como presidente de la Nación, este dirigente bonaerense habla con seguridad y hasta una sonrisa cómplice acerca de lo que ocurrirá tras el proceso electoral de este año. “El peronismo siempre trabajó en los momentos más difíciles del país para defender la democracia, y eso nos costó 30.000 desaparecidos. A mí, por ejemplo, me tocó asumir la Presidencia en el 2001, cuando todos se escaparon”.
El actual funcionario de Daniel Scioli es uno de los tantos foráneos que por estos días atestan las callecitas de la capital salteña. Pero, prefiere mantenerse alejado del malón de dirigentes que llegó para apuntalar al gobernador, Juan Manuel Urtubey, antes de las PASO.
En diálogo con LA GACETA, Camaño vaticinó que el próximo presidente provendrá del PJ. “La verdad es que el peronismo tiene una variada cantidad de candidatos, todos ellos preparados y con prestigio. Especialmente hombres de función pública, y eso vale la pena destacarlo porque si uno llega sin experiencia cuesta mucho gobernar. Gobernar no es prometer sino después hacer las cosas que uno prometió. Y esto no una propaganda en contra de nadie, pero muchas veces prometen cosas con una facilidad que después no se pueden cumplir. Cuando eso pasa suceden dos cosas: uno se siente fracasado y la sociedad mucho más. El peronismo está haciendo una oferta interesante de candidatos dentro del PJ. Nos gustaría que después de proclamado nuestro candidato, aquellos que se fueron del peronismo y que hayan perdido se acerquen porque eso les va a purificar el alma”, afirmó.
Conocedor de los vericuetos del PJ, Camaño reflexiona sobre aquellos peronistas enfrentados al kirchnerismo, liderados por su amigo Eduardo Duhalde, que reclaman para sí la conducción del partido. “Creo que el tren pasó de largo, no es momento de plantear algo de esas características. Hay que plantear las cosas en tiempo y en forma. No es el momento cuando estamos a pocos días de las elecciones. Muchachos, esperemos el momento y hagamos los planteos que haya que hacer, pero este es un tiempo equivocado”, apuntó.
“Después de terminada la elección, el nuevo presidente deberá llamar a elecciones internas para que a través del voto directo se elijan las autoridades. Así vamos a consolidar el partido y de paso el PJ va a acompañar al nuevo presidente. Vamos a ganar con dificultades, pero el próximo gobierno va a ser peronista pese a todo”, auguró.
El peronista ocupó la presidencia en plena crisis del país, por un par de días (entre el 30 de diciembre de 2001 y el 2 de enero de 2002), y por eso considera que un gobierno justicialista debe contar con el acompañamiento sindical. De ahí que apunte contra el líder cegetista Hugo Moyano por encabezar el último paro.
“Me gustaría un paro sin que se adhiera el transporte, con la posibilidad de que la gente elija ir o no a trabajar, para que entre ellos (los sindicalistas) midan fuerzas, porque ahí entonces se podrá discutir quién es el verdadero conductor de la CGT. Y a eso se va a tener que enfrentar Moyano. Y opino que basta de dos CGT. Porque para defender a los obreros no hacen falta dos pensamientos, sino uno solo”, señaló.
El actual funcionario de Daniel Scioli es uno de los tantos foráneos que por estos días atestan las callecitas de la capital salteña. Pero, prefiere mantenerse alejado del malón de dirigentes que llegó para apuntalar al gobernador, Juan Manuel Urtubey, antes de las PASO.
En diálogo con LA GACETA, Camaño vaticinó que el próximo presidente provendrá del PJ. “La verdad es que el peronismo tiene una variada cantidad de candidatos, todos ellos preparados y con prestigio. Especialmente hombres de función pública, y eso vale la pena destacarlo porque si uno llega sin experiencia cuesta mucho gobernar. Gobernar no es prometer sino después hacer las cosas que uno prometió. Y esto no una propaganda en contra de nadie, pero muchas veces prometen cosas con una facilidad que después no se pueden cumplir. Cuando eso pasa suceden dos cosas: uno se siente fracasado y la sociedad mucho más. El peronismo está haciendo una oferta interesante de candidatos dentro del PJ. Nos gustaría que después de proclamado nuestro candidato, aquellos que se fueron del peronismo y que hayan perdido se acerquen porque eso les va a purificar el alma”, afirmó.
Conocedor de los vericuetos del PJ, Camaño reflexiona sobre aquellos peronistas enfrentados al kirchnerismo, liderados por su amigo Eduardo Duhalde, que reclaman para sí la conducción del partido. “Creo que el tren pasó de largo, no es momento de plantear algo de esas características. Hay que plantear las cosas en tiempo y en forma. No es el momento cuando estamos a pocos días de las elecciones. Muchachos, esperemos el momento y hagamos los planteos que haya que hacer, pero este es un tiempo equivocado”, apuntó.
“Después de terminada la elección, el nuevo presidente deberá llamar a elecciones internas para que a través del voto directo se elijan las autoridades. Así vamos a consolidar el partido y de paso el PJ va a acompañar al nuevo presidente. Vamos a ganar con dificultades, pero el próximo gobierno va a ser peronista pese a todo”, auguró.
El peronista ocupó la presidencia en plena crisis del país, por un par de días (entre el 30 de diciembre de 2001 y el 2 de enero de 2002), y por eso considera que un gobierno justicialista debe contar con el acompañamiento sindical. De ahí que apunte contra el líder cegetista Hugo Moyano por encabezar el último paro.
“Me gustaría un paro sin que se adhiera el transporte, con la posibilidad de que la gente elija ir o no a trabajar, para que entre ellos (los sindicalistas) midan fuerzas, porque ahí entonces se podrá discutir quién es el verdadero conductor de la CGT. Y a eso se va a tener que enfrentar Moyano. Y opino que basta de dos CGT. Porque para defender a los obreros no hacen falta dos pensamientos, sino uno solo”, señaló.