Piden a Alperovich que interceda por los varados en Potosí

Los turistas atrapados desde el domingo en Potosí esperan señales del gobierno argentino o de los manifestantes. La salteña que escapó en moto.

EN VANO. Una imagen enviada por whatsapp muestra cómo la caravana argentina buscaba salidas, sin suerte. foto enviada a la gaceta en whatsapp EN VANO. Una imagen enviada por whatsapp muestra cómo la caravana argentina buscaba salidas, sin suerte. foto enviada a la gaceta en whatsapp
17 Julio 2015
“Dejo el whatsapp. A las 14 comienza una movilización de TODO el pueblo ! Ya nos vamos para participar”, escribe-y rendida a las circunstancias- una turista tucumana, desde Potosí, donde ella y otros 70 argentinos -22 de ellos tucumanos y ocho salteños- permanecen desde el domingo encerrados, por un conflicto entre los potosinos y el gobierno de Evo Morales que mantiene bloqueados los accesos y salidas de la ciudad. Ayer, los representantes de la agencia de turismo Bali Hai, responsable de la excursión cuyo destino era Machu Picchu, junto con familiares de los tucumanos varados en Potosí, le pidieron por carta al gobernador José Alperovich, pidiéndole que intervenga en el conflicto, como lo hizo el gobierno de Córdoba con sus comprovincianos. Esa fue una gestión desesperada, luego de una frustrada evacuación del contingente, en la tarde del miércoles. La carta le fue entregada al secretario de Relaciones Internacionales de la Provincia, Luis Bravo, señaló Fernando Mignone, propietario de Bali Hai. Ante una consulta de LA GACETA, la secretaria general de la Gobernación, Carolina Vargas Aignasse, señaló que se pusieron en contacto con Cancillería, aunque al cierre de esta edición no había respuestas sobre qué acciones seguir. Ayer, el embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, en declaraciones a la cordobesa Cadena 3, dijo que no se desestimaba tratar de evacuar a los argentinos por vía aérea. Hasta ayer, las negociaciones con el gobierno boliviano estaban en manos de Rubén Buira, director de Asuntos Consulares. Por su parte, Daniel Baleirón, cónsul general de la Argentina en Santa Cruz de la Sierra, explicó a LA GACETA que estaban alerta porque habían comenzado a reproducirse focos de protestas en otros puntos como Sucre y Cochabamba, aunque no con la intensidad de los que se dan en Potosí.

Silvia Domínguez, salteña y profesora de Historia, sí logró dejar Potosí, y lo hizo a bordo de una motocicleta. Así cruzó más de siete piquetes. Ella en una moto conducida por un miembro del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) y su amiga en otra. Por detrás, las seguían los 38 argentinos (entre ellos los 22 tucumanos y ocho salteños) en un ómnibus en el que flameaban las banderas de Potosí, pero no tuvieron la misma suerte. Al llegar al último corte, el más duro liderado por mineros, les prohibieron el paso y nos les quedó otra que regresar por la misma ruta. Las banderas, que eran una señal de que la asamblea de la Comcipo, les habían permitido el egreso de la ciudad, pero no sirvieron de nada. Silvia relata esto y suena a escena de película. “Fue muy difícil. Estuvimos tres días varadas, los últimos dos decidimos no movernos de la sede de la Comcipo. Las autoridades de Gobierno no estaban, la policía se había acuartelado, las iglesias permanecían cerradas, el obispo se había ido”, relata esta salteña que ayer por la tarde ya estaba en Jujuy camino a Salta. Un día y medio estuvieron sentadas sin comer adentro del edificio del Comité Cívico, la organización que lleva adelante la protesta en Potosí, para que en la sesión diaria trataran el tema de los turistas varados. “Logramos que autorizaran un salvoconducto, nosotras íbamos a salir en motos y los demás en un ómnibus”, cuenta Silvia.

¿Cómo dos mujeres pueden llegar a un acuerdo y salir, mientras que el Gobierno a través de su Cancillería y los consulados no avanzan? “Creo que nos deberían haber sacado a todos rápido porque les estábamos diciendo que faltaban alimentos, que ellos habían endurecido las posturas y que ya no teníamos dinero ni recursos para aguantar más días”, opina Silvia, quien asegura que nunca sintió miedo, pero sí desesperación y ansiedad. “Lo único abierto era una farmacia y la gente enferma era atendida por la Cruz Roja porque en Potosí no hay hospitales, ese es uno de los reclamos que hacen”.

El Comité Cívico Potosinista (Comcipo) reclama al gobierno de Evo Morales 26 puntos, entre esos: un aeropuerto, un hospital y carreteras.

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