BUENOS AIRES.- "Veo a River y digo 'la puta madre, mirá los que nos costó un gasecito o una boludez'"... Las palabras de Rodolfo Arruabarrena sin duda son un lamento. Pura bronca por el final que tuvo Boca en la Copa Libertadores que tiene como finalista y gran candidato a River.
Su equipo había sido el mejor de la historia de la Copa en la primera ronda, ganando, goleando y gustando. Claro que se clasificó como el mejor primero, y en octavos tuvo que esperar a River, que había entrado por la ventana, casi de casualidad, como el peor segundo. Y allí todo se vino abajo para el "Xeneize", que no hizo un buen partido en el Monumental y que en La Bombonera sufrió la inmoralidad de un grupo de hinchas que agredieron a los "Millonarios" arrojando gas pimienta en la manga por donde salían.
Aún con esa mínima ventaja de River, y con 45 minutos por jugar, el duelo se suspendió y días después Conmebol le dio por perdido el partido a Boca, haciendo pasar de ronda al primo. Sí, como dijo el "Vasco": "todo por un gasecito".
Y hoy es el equipo de Marcelo Gallardo el que llegó a la final y el de Arruabarrena el que se tiene que conformar con liderar el torneo de casa. "No fue algo deportivo lo que nos dejó afuera", insiste el DT de Boca. Aunque claro, le da crédito al "Muñeco". "River está donde está por mérito propio y pasó por eso", sostuvo. No le queda más que esperar su revancha...