DANIEL BLANCO - FRENTE DE IZQUIERDA
El Subsidio de Salud, la obra social más importante en la provincia, con más de 350.000 afiliados se encuentra intervenida desde 1990. Desde ese momento, todos los Gobiernos (José Domato, Julio César “Chiche” Aráoz, Ramón Ortega, Antonio Bussi, Julio Miranda y José Alperovich) lo usaron como caja para tapar agujeros fiscales o necesidades políticas. Este vaciamiento institucional y económico explica los diversos problemas existentes en el Subsidio; entre ellos, la cuestión del plus que pagan los pacientes a los prestadores de salud. Hoy el escenario político electoral está conformado por candidatos intervencionistas del Subsidio: Juan Manzur, ex ministro de Salud de la Nación y actual vicegobernador, o Domingo Amaya -que formó parte del alperovichismo y hoy aliado de José Cano-, hasta Mario Koltan, que fue interventor del Subsidio como funcionario de Alperovich; o Ricardo Bussi, que valida la política de su papá: todos reivindican la usurpación del subsidio a sus afiliados. El Frente de Izquierda plantea cesar con la intervención al Subsidio, y que este pase a ser dirigido por un directorio electo mediante el voto de afiliados, trabajadores y jubilados, con carácter revocable. Sobre esta base: 1.- establecer un acuerdo paritario con los prestadores de salud, en el cual quede prohibido el cobro de cualquier plus; 2.- establecer el alcance de las prestaciones y la cobertura de los medicamentos; 3.- investigar en forma independiente a todos los Gobiernos interventores y obligar al Estado a devolver los fondos no aportados, y 4.- satisfacer las demandas salariales y de mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores del subsidio.
RICARDO BUSSI - FUERZA REPUBLICANA
El cobro ilegal del plus -o su equivalente de exigir a los pacientes dos órdenes por una sola consulta-, que muchos médicos imponen indebidamente a los afiliados, es una irregularidad resultante de las muchas irregularidades internas al Subsidio de Salud. Para solucionar este ilícito, no es necesario tomar medidas extraordinarias: hay que crear un número gratuito -0800-, para que los beneficiarios denuncien que son víctimas de estas maniobras inmorales. Hay que inhibir como prestadores a los profesionales de la salud que incurran en este delito, y denunciarlos ante la Dirección General de Rentas de la Provincia y ante la Administración Federal de Ingresos Públicos; porque el plus no sólo es ilegal, sino que además evade el pago de impuestos, ya que a nadie le entregan una factura por el pago de ese adicional. Sin embargo, eso sería solamente atacar el síntoma. Nuestra propuesta consiste, en primer lugar, en terminar con la intervención de ese organismo descentralizado para devolver su conducción a los beneficiarios, y terminar con las intervenciones. Una vez que el Subsidio de Salud cuente con una conducción legítima, se debe definir si se trata o no de una obra social. Porque actualmente la intervención alperovichista recauda como si actuara como una obra social; pero a la hora de brindar prestaciones se excusa sobre la base de que no lo es. Una vez que todo esto se encuentre definido, estará dado el escenario para negociar con los prestadores de salud condiciones dignas y transparentes de retribución de sus servicios y de atención a los afiliados.
MARIO KOLTAN - UNIÓN Y PROGRESO SOCIAL
El plus que cobran algunos prestadores de servicios de salud es una deformación instalada como habitual en las relaciones entre los pacientes y los profesionales de la salud. Se trata del importe que paga el afiliado, además de entregar las órdenes que emite la obra social. Afecta al 60% de los tucumanos. El Subsidio de Salud, obra social de la Provincia, da cobertura a más de 350.000 personas. Representa más del 60% de los ingresos de la mayoría de profesionales de la Provincia. El plus es una realidad que se generaliza día tras día. Eso impacta de manera sensible en el bolsillo de los beneficiarios de la obra social y, en muchos casos, compromete sus ingresos mensuales. Desde Unión y Progreso Social proponemos, entre otros: 1.- Redefinir los contratos que vinculan a los profesionales con la obra social, fijando valores consensuados y avalados por estos, pero con la condición excluyente de que no se cobre plus. 2.- A partir de esos contratos, determinar una guía de prestadores que se ajusten a la letra; y ante su incumplimiento, suspenderlos, primero y, posteriormente, separarlos de la nomina de profesionales. 3.- Resulta fundamental el rol del afiliado en el cuidado de su bolsillo y de su obra social; por lo tanto, es necesario que exista un área de contralor donde interactúen ambos, obra social y beneficiario. 4.- Sostener una campaña publicitaria que apunte al no pago del plus. 5.- Revisión de la Ley Fierro y su actualización, para dar respaldo de legal a esta tarea. 6.- El Subsidio debe marcar políticas, junto al Siprosa en la relación paciente-profesionales. Es el Estado presente en salud.
OSVALDO "RENZO" CIRNIGLIARO - PARTIDO LABORISTA DE LA INDEPENDENCIA
Cualquier sistema de salud se encuentra obligado a asignar recursos en forma eficiente, con el objetivo de que se logre mejorar la salud de la población. En el caso de nuestra provincia, el Subsidio de Salud es una parte de esa estructura, donde intervienen los que la financian, los prestadores de los servicios de salud, y los pacientes y usuarios. Calificar de malo o de bueno al plus de los profesionales no resuelve el problema, aun cuando se trata de una de las distorsiones más visibles del sistema, porque repercute inmediatamente en el bolsillo del paciente. Es tan cruel el hecho de que al paciente se le cobre el plus, como que el médico le asigne un turno para dentro de seis meses, a menos que aquel pague la consulta en su consultorio privado, para lograr una atención inmediata. No existe una política para corregir una distorsión. Existen políticas para que la distorsión no se manifieste. El plus es un ajuste de precios practicado por un prestador, así como un supermercado sube los precios de los productos que vende cada vez que aumentan sus costos. O sea que la culpa es de la inflación en ese caso. Y la responsabilidad de la inflación es del que gobierna y no al revés. Y el plus de los prestadores de salud es una de las consecuencias menores de un sistema de salud provincial que se usa para hacer negocios privados, donde algunos factores intervinientes son socios en las sombras de los gobernantes. Hay megaprestadores de salud asociados al Gobierno que ganaron millones en esta década infame. Y esos males, por ser los responsables del plus, son los que hay que cortar de raíz.
JUAN MANZUR - FRENTE PARA LA VICTORIA
Como Gobierno hemos revalorizado esta obra social, que actualmente atiende a más de 100.000 afiliados. El cobro de plus de prestadores de salud es indebido. Para evitar esto, seguiremos profundizando las medidas que se vienen llevando adelante en contra del cobro indebido por parte de profesionales de la salud. Este flagelo ataca y daña el sistema solidario de salud, pero también la economía de los afiliados y de aquellos profesionales que desempeñan su actividad con honradez. Resulta bueno recordar que a partir de las denuncias formales que presentaron afiliados se dio pie para iniciar más de 90 demandas administrativas. Como resultado, se suspendió a médicos que cobraban plus y se les dio de baja como prestadores del Subsidio. Estamos decididos a enfrentar el cobro indebido con acciones políticas y con toda la fuerza que se disponga dentro del marco de la legalidad, impidiendo que se genere un daño que atente contra la mejor atención y cobertura de salud para los afiliados del Subsidio de Salud. Vamos a continuar creando conocimiento a partir de una fuerte campaña para concientizar y darle difusión a las modalidades de esta práctica, para que los damnificados las conozcan y denuncien. A esto se suma el continuar trabajando en forma conjunta con entidades médicas y los respectivos organismos recaudadores, ya que esta práctica ilegal constituye una seria evasión fiscal. Vamos a cuidar los logros alcanzados por el Subsidio, sus 20 filiales en toda la provincia y a sus afiliados, porque el bien más preciado del ser humano es la salud.
GUMERSINDO PARAJÓN - ALTERNATIVA POPULAR
Para erradicar el plus que cobran algunos prestadores de la salud, en primer lugar las obras sociales deben recibir un pago digno y justo. En segundo lugar, tanto el Subsidio de Salud como todas las obras sociales que brindan servicios en la provincia deben pagarles a los prestadores en tiempo y forma por los servicios de salud que estos dan. Si tengo la suerte de salir gobernador, el Estado tendrá la obligación de garantizar una salud pública, digna y justa, con la cual se beneficie toda la población. Ramón Carrillo, que fue ministro de Salud de la Nación, decía: “no hay avance de la ciencia que sirva si no llega a todo el pueblo; y muy en especial, a la gente de escasos recursos”. El sistema de salud actual puede curar las enfermedades, pero no atiende la salud, que significa: trabajo, vivienda y educación. Si tenemos todo eso, la gente no se enfermará. La salud es un derecho humano que los Gobiernos auténticamente democráticos y con justicia social tienen la obligación de garantizar. Existe una ley que obliga a los médicos a no cobrar ningún tipo de plus. Pero la ley no se cumple, porque no se les paga a esos profesionales como corresponde. Y el médico también tiene la obligación de perfeccionalizarse, de volver a leer, para actualizarse. Si soy elegido gobernador por mis comprovincianos voy a garantizar que todas las obras sociales y el Subsidio de Salud abonen honorarios dignos y en término. Obligaré, además, al Subsidio de Salud a que retire de la nómina de prestadores de salud a aquellos profesionales que no cumplan con las disposiciones legales.
JOSÉ CANO - ACUERDO PARA EL BICENTENARIO
Nos plantemos transformar el Subsidio de Salud. Nuestro diagnóstico es que se trata de una entidad antigua, burocrática, ineficiente, de altísimo costo no prestacional. No asegura una cobertura predecible para los beneficiarios quienes son sometidos a trámites penosos cuando deben someterse a tratamientos complejos. La obra social provincial hoy tiene el principio de solidaridad invertido: el que menos gana no puede utilizarlo porque no puede pagar los extras en internaciones o prácticas onerosas. Por el contrario, aporta para que lo usen quienes poseen ingresos más elevados. Vamos a transformar esa lógica eliminado la barrera de coseguro para el acceso al Programa Médico Obligatorio y erradicando el pago del plus. Bajo ningún concepto estos pagos pueden ser un limitante para la atención médica. Uno de los grandes desafíos del futuro gobernador será lo lograr la cobertura universal de salud. En los últimos 12 años hubo una importante inversión en recursos físicos y equipamiento, y se triplicaron los recursos humanos; pero los problemas de la gente para acceder en forma eficiente y oportuna a una digna atención no se solucionaron. Nosotros proponemos la creación de un padrón de beneficiarios del sistema público de salud en el que se encuentren inscriptos todos los habitantes de la Provincia que no cuenten con obra social, cobertura de medicina prepaga o medios económicos suficientes para afrontar el pago de las prestaciones médicas. A los inscriptos se les otorgará un carnet de identificación que les permitirá el ingreso gratuito a las prestaciones de salud garantizadas por el Estado.