Por Miguel Eduardo Décima
26 Julio 2015
MUCHA LUCHA Y POCO FÚTBOL. Gonzalo Rodríguez cubre la pelota ante la marca de Jorge Scolari, ex defensor del “santo”. LA GACETA / FOTO DE hÉctor peralta
Los hinchas de San Martín que se ilusionaron empezar festejando su participación en el tetradecagonal, se tuvieron que retirar anoche cabizbajos y masticando bronca del estadio de La Ciudadela. Como viene ocurriendo en los últimos partidos, donde a pesar de haber conseguido resultados positivos, no terminó de reflejar en el campo, el rendimiento que le permita reafirmar su favoritismo.
Al empate 1-1 frente a Mitre se lo puede considerar justo, porque los dos equipos se repartieron los errores y las escasas virtudes que se observó en los 90 minutos.
El partido estuvo lejos de satisfacer las pretensiones de la multitud que se dio cita al estadio “santo”. El técnico Sebastián Pena sigue sin encontrar en el plantel el hombre que tenga las condiciones técnicas necesarias para convertirse en la manija de un equipo que le cuesta encontrar el rumbo. Esto lo llevó a buscar con excesivos pelotazos a sus delanteros. Este argumento básico lo único que hizo es facilitar la tarea de las defensas rivales.
Anoche, en los primeros minutos del encuentro, Mitre se mostró más hegemónico en su juego. Pero esa superioridad territorial comenzó a desvanecerse en la medida que Lucas Bossio jugó más cerca de Lucas Saucedo, la usina generadora de fútbol de la visita. Esto hizo que el partido se emparejará hasta que a los 22 minutos, Jesús Nievas tocó la pelota con la mano en el área y Diego Bucci, con mucha solvencia, lo canjeó por gol desde los 12 pasos. De allí, hasta la finalización de la etapa, los protagonistas se las ingeniaron para que el juego se hiciera deslucido e intranscendente.
En el complemento, inexplicablemente, San Martín se retrasó en el campo. Esto le permitió que gran parte de la etapa se jugara en campo “santo”. Mitre, sin muchos argumentos, se las ingenió para hacer méritos para llegar a la igualdad, algo que llegó a los 37’, en una desgraciada jugada de Carlos Ponce.
Con vista al futuro, es indudable que Pena tendrá una tarea complicada para dotar al equipo del juego que le permita potenciar los sueños del hincha “santo”.
Al empate 1-1 frente a Mitre se lo puede considerar justo, porque los dos equipos se repartieron los errores y las escasas virtudes que se observó en los 90 minutos.
El partido estuvo lejos de satisfacer las pretensiones de la multitud que se dio cita al estadio “santo”. El técnico Sebastián Pena sigue sin encontrar en el plantel el hombre que tenga las condiciones técnicas necesarias para convertirse en la manija de un equipo que le cuesta encontrar el rumbo. Esto lo llevó a buscar con excesivos pelotazos a sus delanteros. Este argumento básico lo único que hizo es facilitar la tarea de las defensas rivales.
Anoche, en los primeros minutos del encuentro, Mitre se mostró más hegemónico en su juego. Pero esa superioridad territorial comenzó a desvanecerse en la medida que Lucas Bossio jugó más cerca de Lucas Saucedo, la usina generadora de fútbol de la visita. Esto hizo que el partido se emparejará hasta que a los 22 minutos, Jesús Nievas tocó la pelota con la mano en el área y Diego Bucci, con mucha solvencia, lo canjeó por gol desde los 12 pasos. De allí, hasta la finalización de la etapa, los protagonistas se las ingeniaron para que el juego se hiciera deslucido e intranscendente.
En el complemento, inexplicablemente, San Martín se retrasó en el campo. Esto le permitió que gran parte de la etapa se jugara en campo “santo”. Mitre, sin muchos argumentos, se las ingenió para hacer méritos para llegar a la igualdad, algo que llegó a los 37’, en una desgraciada jugada de Carlos Ponce.
Con vista al futuro, es indudable que Pena tendrá una tarea complicada para dotar al equipo del juego que le permita potenciar los sueños del hincha “santo”.
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