Después de cuatro meses recuperaron su escuela

El local estaba ocupado por los damnificados de las tormentas. El gobierno dio terrenos a 47 familias, pero aún no tienen luz ni agua.

FELICES. Después de una buena limpieza y fumigación del edificio, los chicos volvieron ayer a la escuela 107. la gaceta / fotos de inés quinteros orio FELICES. Después de una buena limpieza y fumigación del edificio, los chicos volvieron ayer a la escuela 107. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
28 Julio 2015
Algunos la encontraron más linda que antes y otros peor. Lo cierto es que después de cuatro meses sin entrar a su escuela, la N° 107 “Doctor Manuel Ignacio Esteves”, ayer 128 alumnos lograron volver a corretear por su patio y reencontrarse con sus compañeros, antes repartidos en distintos lugares de Raco para poder continuar con las clases. Pero la alegría no fue completa, porque muchos de esos niños viven en los terrenos entregados la semana pasada a 47 familias que sufrieron la crecida de los ríos y que perdieron sus casas y sus pertenencias. En las nuevas tierras que les dio el gobierno todavía no tienen luz ni agua.

El 11 de marzo el río La Cañada arrasó con todo lo que encontró a su paso. Se ensañó especialmente con varias casitas de las riberas, todas muy humildes. Es por eso que el gobierno provincial, a través de la comuna, consiguió expropiar cuatro hectáreas, al borde de la ruta 341. “Nos demoramos en entregarlas porque hubo que hacer muchos trámites debido a que no había tierras disponibles. Ya se hizo la urbanización y la apertura de las calles y el Instituto de la Vivienda y Desarrollo Urbano será el órgano encargado de construir las casas para todas las familias damnificadas. Todo esto entra dentro de un programa de obras financiado por la Nación, en el que también se incluye la reparación de puentes, caminos y el reencauce de los ríos”, explicó el coordinador de Comunas del Ministerio del Interior, Francisco Toledo.

Las familias van llegando una por una para tomar posesión de las tierras donde hay 47 casitas de machimbre, en forma provisoria hasta que realice la construcción de las viviendas de material. Pero todavía no tienen ni luz ni agua. Toledo afirmó que “el delegado comunal está gestionando ante EDET y la SAT la colocación de los servicios”. Sin embargo, LA GACETA no se pudo comunicar con el delegado comunal Emilio Jeder telefónicamente ni en el propio local de la comuna, porque no se encontraba.

“Tenemos que acarrear agua del río, a unos dos kilómetros, porque todavía no la largan. Pedimos que nos hagan llegar el camión cisterna de la comuna, pero nos dijeron que no podían. Un solo día nos hicieron llegar agua, que fue el miércoles, después nunca más. Mientras tanto tenemos que hacer traer agua para tomar de las casas de parientes”, explicó Mario Ponce, que vive con su mujer y cuatro hijos en el nuevo terreno.

“Cada día llegan más familias. Al principio éramos siete nomás que no teníamos dónde vivir porque el río nos llevó todo, y ahora ya somos 11 familias, todas llenas de chicos, que necesitan el agua y la energía eléctrica”, explicó en tono suplicante. “Mientras tanto, seguimos colgados de la luz, nosotros pedimos que nos pongan los medidores”, afirmó el joven constructor.

Más familias sin agua

En otras zonas como El Potrerillo todavía quedan familias sin agua. Petrona Olea dice que desde marzo cinco familias quedaron “a la orilla del barranco del río Seco”. “Para esa zona, la ayuda no llegó para nadie. Ahora pedimos que por lo menos nos hagan llegar agua de la comuna”, afirmó.

En la escuela 107


La directora Patricia de Moreno recibió a LA GACETA en la escuela 107. “El local tiene luz, agua y ahora estamos renovando los cerámicos”, dijo señalando las paredes. “Del resto de las mejoras se va a encargar la Escuela de Comercio que funciona por la tarde, porque compartimos el local, aunque nosotros somos los dueños. Ellos se comprometieron a arreglar los baños (reponer mingitorios), el patio y la biblioteca”.

Pero la Escuela de Comercio todavía no volverá al local escolar. Los chicos concurren a la de El Siambón y son trasladados en colectivos en forma gratuita. La directora Beatriz Martínez Loza afirmó a LA GACETA que aún falta mobiliario que está gestionando y también pintar la escuela.

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