Por Teresa Barrionuevo
30 Julio 2015
RECUERDOS. En cada Mundial que participa, “La Bruja” Apestey intercambia camisetas con jugadores de otros países. la gaceta / foto de inés quinteros orio
Casi toda su vida le dedicó Fernando Apestey al hockey. Comenzó a jugar a los 17 años. Hoy está a punto de cumplir 66 y su pasión por este deporte se mantiene intacta. Nunca dejó de jugar. Lo hizo a nivel provincial y nacional e internacional. Integró durante nueve años el seleccionado tucumano, luego continuó ligado al plantel como jefe de equipo o jefe de delegación. Fue entrenador de planteles de damas y caballeros; árbitro y dirigente de la Asociación Tucumana. Apestey es un jubilado que encontró en el mundo del hockey la manera de mantenerse activo. Y no piensa en el retiro.
Practicaba tenis, pero lo hacía como un hobby. Un día estaba jugando justamente en el complejo de Atlético cuando vio a un grupo de muchachos en una práctica de hockey. Se arrimó y preguntó si lo dejaban jugar. Le dijeron que sí y hasta el día de hoy no paró. No hubo lesión que lo alejara de las prácticas y ni cuestiones personales que postergaran sus proyectos deportivos. “La Bruja”, como lo llaman, sigue jugando no piensa en abandonar la actividad.
Sus primeros pases en el hockey los dio en Corsarios. Luego jugó para Banco Provincia, pero al no contar el club con una cancha de hockey, decidió firmar para Atlético y defendió la camiseta “decana” durante casi 20 años.
Cuando el hockey masculino de Atlético se quedó sin sus divisiones menores, los integrantes del plantel de mayores pasaron a jugar en IPEF. El hockey de varones del club “decano” fue poco a poco desapareciendo. Sus jugadores compiten en distintos clubes de nuestra provincia y Apestey no fue la excepción. Actualmente integra el plantel de Monteros Voley. Juega en Intermedia y es suplente de la Primera división.
La pasión de Apestey por el hockey traspasó las fronteras. Hace cinco años participa en los Mundiales de Veteranos denominados “Golden Oldies”, que se juega simultáneamente en damas y caballeros. El veterano jugador viajó a Alemania para competir en su sexto Mundial.
Tucumán no cuenta con un plantel masculino para ir a competir en esos torneos. Sin embargo, encontró la manera de formar parte de las competencias. Un año acompañó al seleccionado tucumano de veteranas y se enteró de que el reglamento permite a jugadores libres sumarse en calidad de refuerzos a los equipos interviniente que necesiten completar sus planteles. Cada caso debe ser tratado y aceptado en las reuniones de delegados que se realiza antes de la competencia. “El primer año que viajé con las veteranas, Argentina informó que tenía un jugador libre. Ese era yo. Nueva Zelanda me invitó a jugar para ellos y así comenzó mi carrera en los mundiales”, recordó.
Titular indiscutible
Apestey es titular en el equipo neozelandés desde hace cuatro temporadas y la amistad con los demás integrantes del plantel continuó siempre, a través de correos. “Desde el primer año hicimos una muy buena amistad. Nos comunicamos constantemente por e-mail y cada vez que viajo, ellos ya me tienen preparado el pantalón, las medias y la camiseta”, contó con una sonrisa y el orgullo dibujado en su rostro.
Hace casi 50 años que Apestey asiste a una cancha los fines de semana. Todos los años dice: “este será el último”, pero sigue. “Es cierto. Todos los años pienso en retirarme pero me cuesta dejar. Estoy satisfecho con lo que hice. Viví todas las etapas de este hermoso deporte. No tengo nada pendiente con el hockey. Cuando decida no jugar más, voy a seguir ligado como dirigente”, asegura.
¿Qué mensaje te gustaría dejarles a los más jóvenes? “Que tomen al hockey con mucha responsabilidad, con mucha pasión. Es un deporte en el que no sólo se consiguen amigos. Uno también se forma como atleta, porque el hockey es un deporte completo física y mentalmente”, concluyó Apestey, un veterano de grandes “batallas” al que el hockey no pudo jubilar.
Practicaba tenis, pero lo hacía como un hobby. Un día estaba jugando justamente en el complejo de Atlético cuando vio a un grupo de muchachos en una práctica de hockey. Se arrimó y preguntó si lo dejaban jugar. Le dijeron que sí y hasta el día de hoy no paró. No hubo lesión que lo alejara de las prácticas y ni cuestiones personales que postergaran sus proyectos deportivos. “La Bruja”, como lo llaman, sigue jugando no piensa en abandonar la actividad.
Sus primeros pases en el hockey los dio en Corsarios. Luego jugó para Banco Provincia, pero al no contar el club con una cancha de hockey, decidió firmar para Atlético y defendió la camiseta “decana” durante casi 20 años.
Cuando el hockey masculino de Atlético se quedó sin sus divisiones menores, los integrantes del plantel de mayores pasaron a jugar en IPEF. El hockey de varones del club “decano” fue poco a poco desapareciendo. Sus jugadores compiten en distintos clubes de nuestra provincia y Apestey no fue la excepción. Actualmente integra el plantel de Monteros Voley. Juega en Intermedia y es suplente de la Primera división.
La pasión de Apestey por el hockey traspasó las fronteras. Hace cinco años participa en los Mundiales de Veteranos denominados “Golden Oldies”, que se juega simultáneamente en damas y caballeros. El veterano jugador viajó a Alemania para competir en su sexto Mundial.
Tucumán no cuenta con un plantel masculino para ir a competir en esos torneos. Sin embargo, encontró la manera de formar parte de las competencias. Un año acompañó al seleccionado tucumano de veteranas y se enteró de que el reglamento permite a jugadores libres sumarse en calidad de refuerzos a los equipos interviniente que necesiten completar sus planteles. Cada caso debe ser tratado y aceptado en las reuniones de delegados que se realiza antes de la competencia. “El primer año que viajé con las veteranas, Argentina informó que tenía un jugador libre. Ese era yo. Nueva Zelanda me invitó a jugar para ellos y así comenzó mi carrera en los mundiales”, recordó.
Titular indiscutible
Apestey es titular en el equipo neozelandés desde hace cuatro temporadas y la amistad con los demás integrantes del plantel continuó siempre, a través de correos. “Desde el primer año hicimos una muy buena amistad. Nos comunicamos constantemente por e-mail y cada vez que viajo, ellos ya me tienen preparado el pantalón, las medias y la camiseta”, contó con una sonrisa y el orgullo dibujado en su rostro.
Hace casi 50 años que Apestey asiste a una cancha los fines de semana. Todos los años dice: “este será el último”, pero sigue. “Es cierto. Todos los años pienso en retirarme pero me cuesta dejar. Estoy satisfecho con lo que hice. Viví todas las etapas de este hermoso deporte. No tengo nada pendiente con el hockey. Cuando decida no jugar más, voy a seguir ligado como dirigente”, asegura.
¿Qué mensaje te gustaría dejarles a los más jóvenes? “Que tomen al hockey con mucha responsabilidad, con mucha pasión. Es un deporte en el que no sólo se consiguen amigos. Uno también se forma como atleta, porque el hockey es un deporte completo física y mentalmente”, concluyó Apestey, un veterano de grandes “batallas” al que el hockey no pudo jubilar.
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