18 Agosto 2015
DE LEJOS. Aranda, que colaboró con 12 puntos, salta para lanzar de dos puntos. la gaceta / foto de héctor peralta
El seleccionado tucumano necesitaba ganarle a Buenos Aires por tres puntos para clasificarse y, como premio extra, alojar el Final Four del 81° Campeonato Argentino de Mayores. Una misión extraña en el mundo del basquetbol, donde ganar o perder tienen siempre los mismos sabores. Quizás por eso o porque sabía que la chance de avanzar luego de la derrota en el debut le apareció como por arte de magia, el equipo de Mario Vildoza no dejó dudas, terminó aplastando a su rival (ganó 77 a 58) y festejó en grande.
Apoyados en una excelente defensa durante todo el partido, el local consiguió una victoria que nunca corrió peligro.
No solo ganó todos los cuartos sino que en los tres primeros no dejó que Provincia anotara más de 14 puntos en cada uno de ellos. En el segundo, incluso, minimizó a su rival a sólo nueve unidades. En esa faz defensiva, fueron clave los 14 rebotes que capturó Pablo Osores, la máxima del partido.
Sin embargo, el pivote no sólo aportó en su aro, sino que lastimó el del frente. Con 15 puntos, fue el máximo anotador tucumano para erigirse en la máximo figura del partido.
Luego, en otra de las mayores virtudes de un equipo que fue alentado por una gran cantidad de público, el goleo se repartió entre varios: los 14 de Pablo Walter, los 12 de Patricio Aranda, los 9 de Jerónimo Solórzano y Leandro Vildoza. Este último añadió a su planilla seis rebotes y cinco asistencias.
Del otro lado, Federico Radavero, máximo anotador con 15 (también bajó nueve rebotes) era lo único que asustaba a Tucumán pero jugó tan solo que nunca pudo convertirse en factor.
Tucumán ganó, festejó y jugará el Final Four.
Apoyados en una excelente defensa durante todo el partido, el local consiguió una victoria que nunca corrió peligro.
No solo ganó todos los cuartos sino que en los tres primeros no dejó que Provincia anotara más de 14 puntos en cada uno de ellos. En el segundo, incluso, minimizó a su rival a sólo nueve unidades. En esa faz defensiva, fueron clave los 14 rebotes que capturó Pablo Osores, la máxima del partido.
Sin embargo, el pivote no sólo aportó en su aro, sino que lastimó el del frente. Con 15 puntos, fue el máximo anotador tucumano para erigirse en la máximo figura del partido.
Luego, en otra de las mayores virtudes de un equipo que fue alentado por una gran cantidad de público, el goleo se repartió entre varios: los 14 de Pablo Walter, los 12 de Patricio Aranda, los 9 de Jerónimo Solórzano y Leandro Vildoza. Este último añadió a su planilla seis rebotes y cinco asistencias.
Del otro lado, Federico Radavero, máximo anotador con 15 (también bajó nueve rebotes) era lo único que asustaba a Tucumán pero jugó tan solo que nunca pudo convertirse en factor.
Tucumán ganó, festejó y jugará el Final Four.
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