23 Agosto 2015
SÓLO SUMAN ALEGRÍAS. Los jugadores de Amalia, Almirante Brown y Sportivo Guzmán son los únicos que están pasando por un buen momento. la gaceta / foto de antonio ferroni (archivo)
“Ni piensan en el futuro porque no saben qué harán en el presente”. Las palabras pertenecen a un alto dirigente del Consejo Federal al referirse a la realidad de los equipos tucumanos que participan en el Federal B. Se enciende la alarma. El ruido es ensordecedor si se tiene en cuenta que hay al menos un equipo que están pensando seriamente en no participar en la competencia en la próxima temporada. Un espanto.
A saber: en esta temporada son ocho los equipos tucumanos que participan del certamen. Amalia, Sportivo Guzmán, Atlético Concepción, Lastenia, Bella Vista, Almirante Brown, Famaillá y Deportivo Aguilares los que arrancaron con la ilusión de ascender al Federal A. Pero al poco tiempo chocaron con una durísima realidad que se refleja en la actual tabla de posiciones.
De estos equipos, sólo el “marino”, los “julianos” y los “villeros” mantienen vivas sus chances de clasificar a la siguiente fase del certamen, ya que avanzan los cuatro mejores en ambos grupos. En tanto que el “fama”, “leones” y la “gloria” están bastante comprometidos con perder la categoría.
Lastenia es un caso extraño. Movió cielo y tierra para que lo invitaran a jugar el certamen, pero después de dos temporadas está pensando en renunciar. “El torneo es muy deficitario. Si no cambian las cosas, estamos pensando seriamente en no participar. La próxima semana nos reuniremos los dirigentes para tomar una decisión. Organizar un encuentro de local nos cuesta $ 40.000, pero con lo que recaudamos no nos alcanza ni para cubrir la tercera parte de los gastos”, explica Marcelo Sánchez que, aunque no lo diga, en estos momentos piensa si no les conviene más descender.
A Famaillá le sucede algo similar. Después de un año sabático, volvió a participar del certamen. Pero lo hace con más pena que gloria y envuelto en problemas económicos. Los fanáticos no olvidarán fácilmente que durante una caravana proselitista de Enrique y José Orellana -manejaron el club durante años- los actuales directivos les pusieron carteles preguntándoles si les devolverían los muebles de la entidad que desaparecieron. Eso, por ahora, importa más que la actual campaña.
Atlético Concepción y Bella Vista esperan los resultados de las elecciones de hoy para saber dónde están parados. Los “leones”, que perdieron el apoyo político luego del crimen del hincha, casi no viajaron para jugar hoy en Santiago del Estero porque no encontraban micros. El que apareció fue porque el candidato opositor puso el dinero para que apareciera uno. Eso no es todo: varios de los integrantes del plantel estaban más interesados en participar en el proceso electoral que en buscar tres puntos en la vecina provincia.
Bella Vista y Deportivo Aguilares viven una situación especial. Están cerca de clasificar, pero no pueden confiarse porque si cosechan algunas derrotas, perderán la categoría.
En el “gaucho” y en el “celeste” saben que su futuro está asegurado a las buenas intenciones del futuro intendente de sus ciudades. Pero el caso de Bella Vista es mucho más alarmante. El oficialismo y los opositores aparecieron para entregar pelotas y reparar la cañería de agua caliente cuando los integrantes del plantel decidieron no entrenar por esos problemas. Ayer, los jugadores amenazaron con no viajar a Santiago del Estero si es que no les cancelan el sueldo del mes de julio.
La otra cara
¿Por qué entonces Amalia, Almirante Brown y Sportivo no están tan comprometidos? Por dos razones: salvo Sportivo, que no cuenta con ningún apoyo, los otros tres cuentan con los aportes del sector político dominante. Además, los cuatro vienen bancando procesos futbolísticos.
Floreal García y Jorge Salas, por segunda temporada consecutiva, trabajan en el “villero” y en el “marino”, respectivamente. Los “julianos” apostaron por el DT y los jugadores que lograron el ascenso.
“Tuvimos un año y medio sin parar. Estamos pagando el precio de tener un plantel corto, pero seguiremos adelante”, explica Víctor Concha, DT de Sportivo. Salas no se queda atrás: “estamos protagonizando la misma película que el año pasado que se cortó en semifinales, pero ahora vamos por más porque somos conscientes de que el año que viene nadie sabe qué pasará”.
Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol y representante del Consejo Federal, viajará en los próximos días a Buenos Aires para informarse de qué pasará con el torneo en la próxima temporada.
“No es ninguna novedad de que se trate de un certamen deficitario y que así no se puede seguir porque no tiene sentido. Debemos sentarnos todos los dirigentes para ver qué se puede hacer y recién ahí elaborar un proyecto”, concluye.
A saber: en esta temporada son ocho los equipos tucumanos que participan del certamen. Amalia, Sportivo Guzmán, Atlético Concepción, Lastenia, Bella Vista, Almirante Brown, Famaillá y Deportivo Aguilares los que arrancaron con la ilusión de ascender al Federal A. Pero al poco tiempo chocaron con una durísima realidad que se refleja en la actual tabla de posiciones.
De estos equipos, sólo el “marino”, los “julianos” y los “villeros” mantienen vivas sus chances de clasificar a la siguiente fase del certamen, ya que avanzan los cuatro mejores en ambos grupos. En tanto que el “fama”, “leones” y la “gloria” están bastante comprometidos con perder la categoría.
Lastenia es un caso extraño. Movió cielo y tierra para que lo invitaran a jugar el certamen, pero después de dos temporadas está pensando en renunciar. “El torneo es muy deficitario. Si no cambian las cosas, estamos pensando seriamente en no participar. La próxima semana nos reuniremos los dirigentes para tomar una decisión. Organizar un encuentro de local nos cuesta $ 40.000, pero con lo que recaudamos no nos alcanza ni para cubrir la tercera parte de los gastos”, explica Marcelo Sánchez que, aunque no lo diga, en estos momentos piensa si no les conviene más descender.
A Famaillá le sucede algo similar. Después de un año sabático, volvió a participar del certamen. Pero lo hace con más pena que gloria y envuelto en problemas económicos. Los fanáticos no olvidarán fácilmente que durante una caravana proselitista de Enrique y José Orellana -manejaron el club durante años- los actuales directivos les pusieron carteles preguntándoles si les devolverían los muebles de la entidad que desaparecieron. Eso, por ahora, importa más que la actual campaña.
Atlético Concepción y Bella Vista esperan los resultados de las elecciones de hoy para saber dónde están parados. Los “leones”, que perdieron el apoyo político luego del crimen del hincha, casi no viajaron para jugar hoy en Santiago del Estero porque no encontraban micros. El que apareció fue porque el candidato opositor puso el dinero para que apareciera uno. Eso no es todo: varios de los integrantes del plantel estaban más interesados en participar en el proceso electoral que en buscar tres puntos en la vecina provincia.
Bella Vista y Deportivo Aguilares viven una situación especial. Están cerca de clasificar, pero no pueden confiarse porque si cosechan algunas derrotas, perderán la categoría.
En el “gaucho” y en el “celeste” saben que su futuro está asegurado a las buenas intenciones del futuro intendente de sus ciudades. Pero el caso de Bella Vista es mucho más alarmante. El oficialismo y los opositores aparecieron para entregar pelotas y reparar la cañería de agua caliente cuando los integrantes del plantel decidieron no entrenar por esos problemas. Ayer, los jugadores amenazaron con no viajar a Santiago del Estero si es que no les cancelan el sueldo del mes de julio.
La otra cara
¿Por qué entonces Amalia, Almirante Brown y Sportivo no están tan comprometidos? Por dos razones: salvo Sportivo, que no cuenta con ningún apoyo, los otros tres cuentan con los aportes del sector político dominante. Además, los cuatro vienen bancando procesos futbolísticos.
Floreal García y Jorge Salas, por segunda temporada consecutiva, trabajan en el “villero” y en el “marino”, respectivamente. Los “julianos” apostaron por el DT y los jugadores que lograron el ascenso.
“Tuvimos un año y medio sin parar. Estamos pagando el precio de tener un plantel corto, pero seguiremos adelante”, explica Víctor Concha, DT de Sportivo. Salas no se queda atrás: “estamos protagonizando la misma película que el año pasado que se cortó en semifinales, pero ahora vamos por más porque somos conscientes de que el año que viene nadie sabe qué pasará”.
Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol y representante del Consejo Federal, viajará en los próximos días a Buenos Aires para informarse de qué pasará con el torneo en la próxima temporada.
“No es ninguna novedad de que se trate de un certamen deficitario y que así no se puede seguir porque no tiene sentido. Debemos sentarnos todos los dirigentes para ver qué se puede hacer y recién ahí elaborar un proyecto”, concluye.
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