El FBI estuvo tras los pasos de Gabriel García Márquez por 24 años

Un informe del Washington Post publicó información desclasificada del organismo estadounidense.

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05 Septiembre 2015

BOGOTÁ.- El escritor Gabriel García Márquez fue espiado durante 24 años por el FBI, luego de que el Nobel de literatura colombiano se instalara en Nueva York con su familia para colaborar en una agencia de noticias con el gobierno cubano. 

The Washington Post reveló documentación de la agencia de seguridad estadounidense de los años 60. Según este diario, al Nobel de literatura colombiano lo empezaron a seguir los pasos luego de que se transladara a Manhattan con su esposa Mercedes Barcha y su hijo Rodrigo en 1961. A la edad de 33 años, el FBI puso los ojos en ‘Gabo’. Tras su arribo a New York, esta agencia norteamericana mantuvo en constante vigilancia durante dos décadas al escritor colombiano sin que éste tuviera idea, informó El Heraldo de Colombia.

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Fuentes cercanas a García Márquez manifestaron que pagaba alrededor de 200 dólares mensuales para vivir en el hotel Webster junto a su esposa y su pequeño hijo. La principal razón por la que el FBI decidió seguir los movimientos de ‘Gabo’ fue por su excelente relación, en ese entonces, con Fidel Castro.

La oficina del FBI desclasificó y le entregó al Washington Post 137 páginas del archivo del escritor. Contenía 133 páginas adicionales que no dejaban clara la razón del espionaje. Lo que sí era evidente era que nunca hubo una investigación criminal hacia el nobel.

El hijo mayor de García Márquez, Rodrigo, afirmó que no tenía idea de que el FBI le seguía el rastro a su padre pero a su vez, no se mostró sorprendido por el hecho, “considerando que un colombiano estaba en Nueva York abriendo una agencia de prensa para el gobierno cubano, no resultaría inusual que lo estuvieran espiando”.

García le aseguró también al Washington Post que su padre le habría comentado que durante los años 1960 y 1961 terminaba su trabajo y a su vuelta a casa notaba que lo seguían dos hombres que se comunicaban por silbidos. Naturalmente asumió que era la CIA o una facción cubana.

Irónicamente, su padre habría sido despedido unos meses más tarde de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba, porque era considerado insuficientemente radical.

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