Croacia ya no puede aceptar más refugiados

El Gobierno dice que el país está desbordado y comenzó a llevar a los inmigrantes hacia el límite con Hungría, que se niega a recibirlos. La decisión croata fue criticada por la Comisión Europea. “No podemos con esta carga”, dijo el primer ministro. Situación crítica.

EN TOVARNIK. Un aluvión de inmigrantes buscan tomar el tren que los llevará a Hungría, con la intención de seguir camino más al Norte de Europa. Reuters EN TOVARNIK. Un aluvión de inmigrantes buscan tomar el tren que los llevará a Hungría, con la intención de seguir camino más al Norte de Europa. Reuters
19 Septiembre 2015
ZAGREB.- Miles de refugiados siguieron cruzando a Croacia pese al cierre de siete pasos fronterizos con Serbia, ante lo cual el país, aduciendo estar desbordado por los arribos, comenzó a trasladar inmigrantes hacia el límite con Hungría, que por su lado rechaza recibir más refugiados. El primer ministro, Zoran Milanovic, anunció un cambio de estrategia que calificó de “Plan B”. Su país, aseguró, ya no puede registrar a los que están llegando, así que los pondrá en dirección a Hungría. “Las personas que quieran ir al Norte de Europa acabarán llegando allí. A partir de ahora no impediremos a nadie más que abandone Croacia”, aseguró.

Las autoridades croatas dispusieron el envío de unos 20 autobuses con refugiados a la frontera con Hungría, que por su lado está construyendo una valla en la frontera, tal como lo hizo con Serbia, y apostó soldados y policías con escudos en el límite bilateral. La decisión croata fue duramente criticada por la Comisión Europea. Permitir que los refugiados continúen viaje sin registrarlos “es incompatible con las disposiciones de la UE”, advirtió la portavoz del organismo Natasha Bertaud en Bruselas.

Según la Convención de Dublín, el primer país del bloque al que hace arribo un refugiado es responsable de tramitar su solicitud de asilo. El país debe registrar el ingreso y tomar las huellas digitales del individuo, tal la disposición. La portavoz enfatizó que los países miembro tienen el derecho de prohibir el ingreso de personas que se nieguen a ser registradas.

La decisión de Croacia podría ser además problemática porque esta semana en Hungría entró en vigor una legislación que tipifica como delito el ingreso ilegal en su territorio. El país declaró además el estado de emergencia en sus zonas fronterizas y el jefe de gobierno Viktor Orban afirmó que 1.600 soldados trabajarán en la construcción de los primeros 42 kilómetros de valla en la frontera con Croacia.

Sin embargo, medios locales reportaron que ayer los refugiados que fueron trasladados por Croacia en autobuses hacia el límite con Hungría siguieron viaje en los vehículos de la empresa de tránsito de Budapest. Según los reportes de “24.hu”, el destino de los traslados era incierto.

“Nosotros no podemos con esta carga”, aseguró el primer ministro croata. No sirve de nada que “estas personas se queden en Croacia” porque todas quieren seguir rumbo a otros países. “Croacia es sólo un país de tránsito. No veo ningún problema para que sigan a través de Hungría y Eslovenia a Austria y Alemania”, indicó.

Milanovic acusó a la UE de dejar solo a su país ante el problema y de evadirse a la hora de buscar una solución. “La UE no hace nada y espera que el problema se solucione solo”. El derrumbe del tratado de Schengen (la libre circulación de personas dentro de la UE) ocurre en las fronteras externas en Grecia, argumentó. Si Grecia no ha sido capaz de asegurar esas fronteras con barcos, deberían haberla ayudado los países más grandes, insistió. El dirigente también acusó a la canciller alemana, Angela Merkel, de haber provocado un efecto llamada.

Hasta ahora han llegado a Croacia 14.000 refugiados, la mayoría a la ciudad de Beli Manastir en el Noreste, junto a la frontera con Hungría. Unas 8.000 personas esperan allí para seguir viaje a Eslovenia, pero este país anunció que pretende devolver a todos los que crucen, mientras que Croacia se niega a su vez a volver a recibirlos.

El líder de la oposición croata, Tomislav Karamarko, exigió el envío del Ejército para detener la llegada de personas desde Serbia. Al menos 30 autobuses con inmigrantes llegaron durante la noche de ayer hasta la frontera, de los que los refugiados se bajaron y cruzaron al otro lado a través de los campos de maíz. (DPA)

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