21 Septiembre 2015
ATRAPADO. Los Smith, Aaron, el medio scrum, y Ben, el fullback, intentan cortarle el paso a Imhoff durante el match de ayer. reuters
LONDRES.- Juan Martín Hernández, el mayor referente de Los Pumas, mostró sensaciones encontradas tras el debut con derrota ante los All Blacks. Como al resto del equipo, le quedó el sabor amargo de saber que podía haber hecho historia. “Hubo cosas buenas, por momentos con excelente rugby pero también desprolijidades que ellos no perdonaron”, explicó el “Mago”.
“Jugamos bien, hicimos cosas, y salieron, pero también creo que tuvimos oportunidades de seguir marcando pero perdimos el control, estuvimos desprolijos y tomando decisiones que no fueron buenas para nosotros, que nos costaron el partido”, amplió el centro, y luego evaluó que el cansancio físico: “se notó por querer salir a buscar el partido y como siempre digo, salir a buscar el partido contra los All Blacks es un arma de doble filo porque al primer error te marcan y eso es lo que pasó”.
Por su parte, el capitán Agustín Creevy le dijo a ESPN: “no lo pudimos aguantar. En el segundo tiempo ejercieron mucha presión y empezaron a levantar el nivel. Lo terminaron ganando, no por lo físico, sino por el ritmo que impusieron”.
“No lo pudimos aguantar, por eso nos vamos con sensaciones encontradas. Jugamos un gran primer tiempo, lo tuvimos cerca pero son los mejores del mundo y hoy se llevaron el triunfo”, reconoció el platense, de 30 años.
Sin tiempo para lamentos, Creevy se concentró en el futuro del equipo. “Ahora viene Georgia, que será un partido muy duro. Hay que seguir adelante y quién dice que no volvamos a cruzarnos con los All Blacks”, dijo Creevy soñando con una hipotética final contra los hombres de negro.
El pesar fue el común denominador de Los Pumas. “Tengo un poco de tristeza porque en el primer tiempo el equipo hizo un esfuerzo muy grande y nos dejó confianza para lo que venía pero no se dio. Igualmente hay que levantar porque ya el viernes viene otro partido”, sostuvo Juan Imhoff.
“Este equipo hoy (por ayer) demostró que lastimó a los All Blacks. En el primer tiempo no estuvieron cómodos y pudimos hacer lo que queríamos, pero el rugby dura 80 minutos y sabíamos que los últimos veinte del segundo tiempo iban a ser muy importantes”, completó el wing.
Y sobre el apoyo del público, Imhoff destacó: “el marco fue increíble. Me sentí local. No alcanzan las palabras de agradecimiento para la gente. Espero que juntos sigamos en este proceso. Esto es largo”.
“Jugamos bien, hicimos cosas, y salieron, pero también creo que tuvimos oportunidades de seguir marcando pero perdimos el control, estuvimos desprolijos y tomando decisiones que no fueron buenas para nosotros, que nos costaron el partido”, amplió el centro, y luego evaluó que el cansancio físico: “se notó por querer salir a buscar el partido y como siempre digo, salir a buscar el partido contra los All Blacks es un arma de doble filo porque al primer error te marcan y eso es lo que pasó”.
Por su parte, el capitán Agustín Creevy le dijo a ESPN: “no lo pudimos aguantar. En el segundo tiempo ejercieron mucha presión y empezaron a levantar el nivel. Lo terminaron ganando, no por lo físico, sino por el ritmo que impusieron”.
“No lo pudimos aguantar, por eso nos vamos con sensaciones encontradas. Jugamos un gran primer tiempo, lo tuvimos cerca pero son los mejores del mundo y hoy se llevaron el triunfo”, reconoció el platense, de 30 años.
Sin tiempo para lamentos, Creevy se concentró en el futuro del equipo. “Ahora viene Georgia, que será un partido muy duro. Hay que seguir adelante y quién dice que no volvamos a cruzarnos con los All Blacks”, dijo Creevy soñando con una hipotética final contra los hombres de negro.
El pesar fue el común denominador de Los Pumas. “Tengo un poco de tristeza porque en el primer tiempo el equipo hizo un esfuerzo muy grande y nos dejó confianza para lo que venía pero no se dio. Igualmente hay que levantar porque ya el viernes viene otro partido”, sostuvo Juan Imhoff.
“Este equipo hoy (por ayer) demostró que lastimó a los All Blacks. En el primer tiempo no estuvieron cómodos y pudimos hacer lo que queríamos, pero el rugby dura 80 minutos y sabíamos que los últimos veinte del segundo tiempo iban a ser muy importantes”, completó el wing.
Y sobre el apoyo del público, Imhoff destacó: “el marco fue increíble. Me sentí local. No alcanzan las palabras de agradecimiento para la gente. Espero que juntos sigamos en este proceso. Esto es largo”.