26 Noviembre 2015
REAPARICIÓN. Cristina Fernández inauguró la guardia pediátrica y el hall del Hospital Posadas, en Buenos Aires. dyn
BUENOS AIRES .-La presidenta Cristina Fernández prometió ayer que el kirchnerismo -desde el 10 de diciembre cuando pase a ser oposición- va a colaborar con el Gobierno de Mauricio Macri. “Jamás se nos ocurriría hacer algo que dañara la gobernabilidad”, expresó al hablar durante el primer acto público después de la derrota electoral del espacio político que encabeza, el Frente para la Victoria (FpV). Envió, sin embargo, algunos mensajes velados para su sucesor.
Durante su reaparición pública, la Presidenta se mostró junto a los ex candidatos derrotados del oficialismo en el balotaje, Daniel Scioli y Carlos Zannini, para inaugurar la guardia pediátrica y el nuevo hall de entrada del Hospital Posadas, en el partido de Morón (Buenos Aires).
En un pasaje de su discurso, Fernández prometió no dejar al próximo Gobierno sin Presupuesto, tal como a ella le ocurrió en 2010, cuando los disidentes en el Congreso no aprobaron la previsión de gastos. Argumentó que lo hará porque cuando las “responsabilidades de gobierno no se cumplen, eso no impacta en los que más tienen, sino en los de abajo”.
Si bien evitó referirse directamente a la transición, pidió a los argentinos que se “queden tranquilos porque como oposición a partir del 10 de diciembre no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros”, y recordó las “persecuciones, negaciones y proscripciones” sufridas por el peronismo en la historia. “Al contrario, vamos a velar por los derechos de todos los argentinos para que sean respetados, para que sean reconocidos”, afirmó.
La Presidenta afirmó que garantizará que se sostengan las instituciones y la gobernabilidad porque cuando “esta se rompe, como ocurrió en el 2001, los más vulnerables son los que más sufren”.
En una velada crítica a un gobierno de Macri, la jefa de Estado saliente advirtió: “un país no es lo mismo que una empresa, es una nación conformada por hombres y mujeres con diversidad, con necesidades que deben ser cubiertas, no con un criterio economicista o de balance”, dijo.
Señaló que a diferencia de una empresa, cuyo balance se cierra al analizar lo que ingresó y lo que salió, el de un país “se cierra por cuantos argentinos están adentro y cuántos quedan afuera”.
Al referirse al resultado del primer balotaje, la jefa de Estado sostuvo que la diferencia de votos entre el Frente para la Victoria y Cambiemos “fue muy escasa, muy chiquita” a favor de Macri. Se preguntó inmediatamente si la oposición, ante un resultado adverso, hubiese reaccionado “con la grandeza y comprensión democrática” del oficialismo para reconocer la derrota.
La jefa de Estado destacó que durante los 12 años de gestión el kirchnerismo “ha empoderado al pueblo en sus derechos”, y dijo que serán los ciudadanos quienes deberán defenderlos “si alguien se atreve a querer arrebatárselos”.
“Allí estaremos junto a ustedes, defendiendo las conquistas logradas y reconociendo esta siembra de conciencia nacional, popular y democrática que hemos sembrado”, expresó. Fernández afirmó que cuando el kirchnerismo llegó al Gobierno no había industrias y ahora que deja el poder hay fábricas “en marcha dándoles trabajo a millones y millones de argentinos”.
Macri y Fernández se reunieron el martes a la noche en la residencia presidencial de Olivos. El presidente electo señaló que el encuentro se redujo al protocolo de la ceremonia del 10.
La presidenta concluirá su segundo mandato el próximo 10 de diciembre y dará fin a 12 años consecutivos de kirchnerismo, iniciados con el gobierno de su fallecido esposo Néstor Kirchner (2003-2007). (Especial)
Durante su reaparición pública, la Presidenta se mostró junto a los ex candidatos derrotados del oficialismo en el balotaje, Daniel Scioli y Carlos Zannini, para inaugurar la guardia pediátrica y el nuevo hall de entrada del Hospital Posadas, en el partido de Morón (Buenos Aires).
En un pasaje de su discurso, Fernández prometió no dejar al próximo Gobierno sin Presupuesto, tal como a ella le ocurrió en 2010, cuando los disidentes en el Congreso no aprobaron la previsión de gastos. Argumentó que lo hará porque cuando las “responsabilidades de gobierno no se cumplen, eso no impacta en los que más tienen, sino en los de abajo”.
Si bien evitó referirse directamente a la transición, pidió a los argentinos que se “queden tranquilos porque como oposición a partir del 10 de diciembre no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros”, y recordó las “persecuciones, negaciones y proscripciones” sufridas por el peronismo en la historia. “Al contrario, vamos a velar por los derechos de todos los argentinos para que sean respetados, para que sean reconocidos”, afirmó.
La Presidenta afirmó que garantizará que se sostengan las instituciones y la gobernabilidad porque cuando “esta se rompe, como ocurrió en el 2001, los más vulnerables son los que más sufren”.
En una velada crítica a un gobierno de Macri, la jefa de Estado saliente advirtió: “un país no es lo mismo que una empresa, es una nación conformada por hombres y mujeres con diversidad, con necesidades que deben ser cubiertas, no con un criterio economicista o de balance”, dijo.
Señaló que a diferencia de una empresa, cuyo balance se cierra al analizar lo que ingresó y lo que salió, el de un país “se cierra por cuantos argentinos están adentro y cuántos quedan afuera”.
Al referirse al resultado del primer balotaje, la jefa de Estado sostuvo que la diferencia de votos entre el Frente para la Victoria y Cambiemos “fue muy escasa, muy chiquita” a favor de Macri. Se preguntó inmediatamente si la oposición, ante un resultado adverso, hubiese reaccionado “con la grandeza y comprensión democrática” del oficialismo para reconocer la derrota.
La jefa de Estado destacó que durante los 12 años de gestión el kirchnerismo “ha empoderado al pueblo en sus derechos”, y dijo que serán los ciudadanos quienes deberán defenderlos “si alguien se atreve a querer arrebatárselos”.
“Allí estaremos junto a ustedes, defendiendo las conquistas logradas y reconociendo esta siembra de conciencia nacional, popular y democrática que hemos sembrado”, expresó. Fernández afirmó que cuando el kirchnerismo llegó al Gobierno no había industrias y ahora que deja el poder hay fábricas “en marcha dándoles trabajo a millones y millones de argentinos”.
Macri y Fernández se reunieron el martes a la noche en la residencia presidencial de Olivos. El presidente electo señaló que el encuentro se redujo al protocolo de la ceremonia del 10.
La presidenta concluirá su segundo mandato el próximo 10 de diciembre y dará fin a 12 años consecutivos de kirchnerismo, iniciados con el gobierno de su fallecido esposo Néstor Kirchner (2003-2007). (Especial)
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