27 Noviembre 2015
Con apoyo oficialista y de un sector de la oposición, Pérez ascendió a secretario
El funcionario de carrera de la Cámara se muda de la Tesorería -oficina clave en la ruta de las valijas- al despacho que liberó Ruiz Olivares El vicegobernador Jaldo impulsó la designación, que fue avalada por el bloque Tucumán Crece, el peronismo disidente, parte de la UCR y el bussismo. Tres radicales se abstuvieron. Otros dos opositores votaron en contra. “Nos preocupa todo lo que pasa, pero ese tema está en el Poder Judicial”, advirtió el presidente del cuerpo colegiado sobre una denuncia que menciona a Pérez
“¡SÍ, JURO!”. Claudio Pérez, con la palma de la mano sobre la Biblia, se compromete a desempeñar correctamente su cargo. Será la mano derecha de Jaldo. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
“Yo tengo códigos”, dijo Claudio Antonio Pérez la última vez que habló con LA GACETA, hace más de siete años. Corría marzo de 2008, y un legislador de esa camada estaba en problemas: había sido denunciado por un asesor debido al presunto uso irregular de sus gastos sociales. Pérez, entonces tesorero de la Cámara, haciendo gala de su característico perfil bajo, eludió la pregunta periodística sobre la existencia de esos fondos reservados. Y guardó silencio.
Las puertas del ala oeste del recinto se abrieron a las 9 de ayer. Pérez, de traje oscuro, camisa blanca y corbata roja, entró con el paso firme y la mirada en alto. Durante varios años el despacho a su cargo fue un eslabón clave en el manejo del efectivo de la Legislatura. Y así como en el pasado se ganó la confianza de sucesivos ex vicegobernadores -desde el bussista Raúl Topa hasta el actual mandatario Juan Manzur-, ayer Pérez recibió el espaldarazo del nuevo presidente de la Legislatura, Osvaldo Jaldo.
Con el impulso del vicegobernador, el funcionario de carrera se convirtió ayer en el nuevo secretario, un cargo clave que estaba vacante desde la asunción en una banca del peronista Juan Antonio Ruiz Olivares, jefe del acople oficialista Acción Regional.
A coro con la propuesta de Jaldo llegó el aval de Ramón Santiago Cano, presidente del bloque oficialista Tucumán Crece, y de sus 31 “compañeros”. A ellos se sumaron un sector de la UCR (Ariel García, Fernando Valdez, Raúl Albarracín, Luis González y Rubén Chebaia), los peronistas disidentes Stella Maris Córdoba, Alfredo Toscano, Silvio Bellomío y Christian Rodríguez, y Claudio Viña (Fuerza Republicana). Todos ellos valoraron la experiencia y el desempeño de Pérez en la vida interna del cuerpo colegiado. Aunque no dieron argumentos, tres radicales -José Canelada, Eudoro Aráoz y Adela Estofán- se abstuvieron de opinar si aceptaban o rechazaban la designación del nuevo secretario. El macrista Luis Brodersen (PRO) y el dirigente bancario Eduardo Bourlé (Trabajo y Dignidad) votaron por la negativa. Argumentaron que, si bien no dudaban de la capacidad de Pérez, correspondía que antes se aclararan las causas por la ruta de las valijas con millones en efectivo.
Con amplio apoyo de la mayoría del cuerpo colegiado, el hombre de 46 años -y casi dos décadas como empleado público- puso la palma de la mano sobre la Biblia y juró por Dios, por la Honorable Legislatura de Tucumán, por su esposa Margarita Criado y por sus hijos.
La mano derecha
En la Legislatura, el secretario es la mano derecha del Presidente. Además de encargarse de cuestiones de rutina -como la lectura del orden del día en el recinto-, se ocupa de las finanzas del cuerpo colegiado, siempre bajo la supervisión del vicegobernador. Desde 2007, ese cargo estratégico era ocupado por el oficialista Ruiz Olivares, hasta que en agosto pasado resultó electo en una banca.
El amplio despacho de la Secretaría, situado en el segundo piso del espejado edificio de la Cámara, está a unos pocos pasos de la blindada -y estrictamente vigilada- oficina de la Tesorería. Hasta allí conducía la ruta de las valijas con efectivo del cuerpo colegiado.
Según pudo reconstruir LA GACETA mediante fotos, registros bancarios y otros documentos, un empleado de Tesorería era el encargado de cobrar los cheques de la sede de calle San Martín al 700 del Banco Tucumán-Grupo Macro. En una o más valijas (en cada una cabían $ 6 millones en billetes de $ 100) transportaba esa plata hasta la Legislatura en un vehículo oficial, una Toyota Hilux gris.
El único pago en efectivo que se hace en el cuerpo colegiado es el destinado a “ayudas sociales a personas”. La anterior conformación parlamentaria gastó, entre enero y septiembre, $ 490 millones de los $ 505,6 millones presupuestados para 2015. En agosto, mes de las PASO y las elecciones provinciales, fueron retirados $ 92 millones.
Tras la sesión de ayer -la primera de la nueva composición de la Legislatura-, Pérez se marchó del recinto sin hacer declaraciones a la prensa. Jaldo, en su oficina, justificó el ascenso del ex tesorero. “El reglamento es muy claro: el (cargo de) secretario es facultad exclusiva del Presidente de la Cámara, y se lo pone a consideración del cuerpo. Con mayoría simple, queda en funciones. Y no sólo se consiguió esto, sino una adhesión mucho más importante. Elegimos a alguien con carrera dentro de este Poder”, señaló el vicegobernador. Luego, se le consultó por la denuncia penal que formuló el ex candidato a legislador Oscar López en contra -entre otros- del nuevo secretario Pérez. “Nos preocupa todo lo que pasa, pero ese es un tema que está en el Poder Judicial. Si hay que tomar alguna otra decisión, este presidente la va a tomar, pero hasta aquí no hay impedimentos para esta designación”, afirmó Jaldo.
Las puertas del ala oeste del recinto se abrieron a las 9 de ayer. Pérez, de traje oscuro, camisa blanca y corbata roja, entró con el paso firme y la mirada en alto. Durante varios años el despacho a su cargo fue un eslabón clave en el manejo del efectivo de la Legislatura. Y así como en el pasado se ganó la confianza de sucesivos ex vicegobernadores -desde el bussista Raúl Topa hasta el actual mandatario Juan Manzur-, ayer Pérez recibió el espaldarazo del nuevo presidente de la Legislatura, Osvaldo Jaldo.
Con el impulso del vicegobernador, el funcionario de carrera se convirtió ayer en el nuevo secretario, un cargo clave que estaba vacante desde la asunción en una banca del peronista Juan Antonio Ruiz Olivares, jefe del acople oficialista Acción Regional.
A coro con la propuesta de Jaldo llegó el aval de Ramón Santiago Cano, presidente del bloque oficialista Tucumán Crece, y de sus 31 “compañeros”. A ellos se sumaron un sector de la UCR (Ariel García, Fernando Valdez, Raúl Albarracín, Luis González y Rubén Chebaia), los peronistas disidentes Stella Maris Córdoba, Alfredo Toscano, Silvio Bellomío y Christian Rodríguez, y Claudio Viña (Fuerza Republicana). Todos ellos valoraron la experiencia y el desempeño de Pérez en la vida interna del cuerpo colegiado. Aunque no dieron argumentos, tres radicales -José Canelada, Eudoro Aráoz y Adela Estofán- se abstuvieron de opinar si aceptaban o rechazaban la designación del nuevo secretario. El macrista Luis Brodersen (PRO) y el dirigente bancario Eduardo Bourlé (Trabajo y Dignidad) votaron por la negativa. Argumentaron que, si bien no dudaban de la capacidad de Pérez, correspondía que antes se aclararan las causas por la ruta de las valijas con millones en efectivo.
Con amplio apoyo de la mayoría del cuerpo colegiado, el hombre de 46 años -y casi dos décadas como empleado público- puso la palma de la mano sobre la Biblia y juró por Dios, por la Honorable Legislatura de Tucumán, por su esposa Margarita Criado y por sus hijos.
La mano derecha
En la Legislatura, el secretario es la mano derecha del Presidente. Además de encargarse de cuestiones de rutina -como la lectura del orden del día en el recinto-, se ocupa de las finanzas del cuerpo colegiado, siempre bajo la supervisión del vicegobernador. Desde 2007, ese cargo estratégico era ocupado por el oficialista Ruiz Olivares, hasta que en agosto pasado resultó electo en una banca.
El amplio despacho de la Secretaría, situado en el segundo piso del espejado edificio de la Cámara, está a unos pocos pasos de la blindada -y estrictamente vigilada- oficina de la Tesorería. Hasta allí conducía la ruta de las valijas con efectivo del cuerpo colegiado.
Según pudo reconstruir LA GACETA mediante fotos, registros bancarios y otros documentos, un empleado de Tesorería era el encargado de cobrar los cheques de la sede de calle San Martín al 700 del Banco Tucumán-Grupo Macro. En una o más valijas (en cada una cabían $ 6 millones en billetes de $ 100) transportaba esa plata hasta la Legislatura en un vehículo oficial, una Toyota Hilux gris.
El único pago en efectivo que se hace en el cuerpo colegiado es el destinado a “ayudas sociales a personas”. La anterior conformación parlamentaria gastó, entre enero y septiembre, $ 490 millones de los $ 505,6 millones presupuestados para 2015. En agosto, mes de las PASO y las elecciones provinciales, fueron retirados $ 92 millones.
Tras la sesión de ayer -la primera de la nueva composición de la Legislatura-, Pérez se marchó del recinto sin hacer declaraciones a la prensa. Jaldo, en su oficina, justificó el ascenso del ex tesorero. “El reglamento es muy claro: el (cargo de) secretario es facultad exclusiva del Presidente de la Cámara, y se lo pone a consideración del cuerpo. Con mayoría simple, queda en funciones. Y no sólo se consiguió esto, sino una adhesión mucho más importante. Elegimos a alguien con carrera dentro de este Poder”, señaló el vicegobernador. Luego, se le consultó por la denuncia penal que formuló el ex candidato a legislador Oscar López en contra -entre otros- del nuevo secretario Pérez. “Nos preocupa todo lo que pasa, pero ese es un tema que está en el Poder Judicial. Si hay que tomar alguna otra decisión, este presidente la va a tomar, pero hasta aquí no hay impedimentos para esta designación”, afirmó Jaldo.
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