Francisco pidió dejar atrás la lucha armada

En Bangui, el tercer país más pobre del mundo, el papa visitó a unos 7.000 refugiados.

RECONCILIACIÓN. El Papa pidió que se termine con las venganzas. REUTERS RECONCILIACIÓN. El Papa pidió que se termine con las venganzas. REUTERS
30 Noviembre 2015
BANGUI.- El papa Francisco llamó ayer a los cristianos de la convulsionada República Centroafricana a perdonar y amar a sus enemigos, la única manera para que a largo plazo pueda regresar la paz a esa nación, según lo manifestó en el marco de su gira por África. “Vengo como peregrino de la paz y apóstol de la esperanza”, aseguró el Papa de 78 años durante una misa en la catedral de Bangui, capital del país.

Según estadísticas de la ONU, la República Centroafricana es el tercer país más pobre del mundo. Desde 2013 se encuentra sumido además en un conflicto entre milicias musulmanas y cristianas, después de que los rebeldes musulmanes Seleka destituyeran al presidente Francois Bozize, que es cristiano.

Miles de personas han muerto y un cuarto de los cinco millones de habitantes han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia.

La visita es la más complicada de la gira papal, pues hay temor de que los extremistas intenten usar la presencia del Pontífice para generar nueva violencia. Francisco se traslada en su habitual Papamóvil abierto, pese a que las autoridades le habían alertado de que no podrán garantizar su seguridad.

Las fuerzas locales son apoyadas por más de 10.000 “cascos azules” de la ONU y tropas francesas.

Para los cristianos es una demanda importante “el amor a los enemigos, que nos previene de la tentación de la venganza y de la espiral de las represalias sin fin”, consideró Francisco. Los cristianos deben ser embajadores de la paz, agregó.

El jefe de la Iglesia católica abrió la “Puerta Santa” en la catedral de Bangui, en un acto simbólico que marca el inicio del Jubileo de la Misericordia, el próximo 8 de diciembre. “Esta es la puerta de Dios. Entremos por ella para obtener compasión y misericordia”, dijo el Papa al abrir la puerta.

Previamente el Sumo Pontífice visitó un campo de refugiados desplazados por el conflicto interreligioso que azota a la antigua colonia francesa. “La paz sin amor, sin amistad, sin tolerancia, sin perdón, no es posible. Cada uno de nosotros debe hacer algo. Yo les deseo, a ustedes y a todos los centroafricanos, la paz, una gran paz entre ustedes”, les señaló el Pontífice a unos 7.000 refugiados que tuvieron que huir de enfrentamientos protagonizados entre musulmanes y católicos y que lo recibieron cantando y enarbolando carteles en los que se leía “amor” y “alegría”. (DPA)

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