03 Diciembre 2015
EN EL CONCEJO. Los ediles, en el recinto. SOLEDAD NUCCI / LA GACETA
El Concejo Deliberante de Yerba Buena sesionará esta tarde, a partir de las 19. En el temario, sobresale un poyecto de ordenanza para aumentar el número de colaboradores por concejal y para establecer una suma fija e igualitaria, para cada uno de los 10, en concepto de gastos políticos y asistenciales.
La iniciativa para aumentar los asesores y los gastos de bloque comenzó a ser analizada por los actuales concejales antes de que asumieran. Se sabe que mantuvieron charlas con el por entonces intendente electo, Mariano Campero, en las que le dijeron que ese cuerpo legislativo debía ser independiente, y no una escribanía del Ejecutivo, como había sucedido antes.
Para eso -le plantearon-, era necesario que el Concejo contara con un presupuesto propio, mejor dotado que aquel con el que venía manteniéndose. En concreto, recomendaban a Campero que les devolviera los cargos que estaban establecidos en su reglamento, pues, en 2011, la otrora composición del cuerpo había reducido, en carácter transitorio, la planta de empleados, llevándola de siete a dos cargos por edil.
También, en alguna ocasión, le anticiparon que estaban analizando la posibilidad de modificar el artículo del reglamento referido a los gastos políticos y asistenciales, con el objetivo de que cada uno de ellos reciba el equivalente a un sueldo básico por mes, extra. Hasta entonces, la norma establecía que ese dinero podía ser "hasta un sueldo de un concejal", lo que dejaba ese expendio al libre albedrío de la Municipalidad.
Por aquel entonces, tras oirlos, Campero les respondió que estaba de acuerdo en devolverle la "institucionalidad" al órgano legislativo, pero les pidió que esperaran hasta marzo del año que viene, con el objetivo de acomodar, primero, las finanzas.
Por eso, cuando este diario se enteró de que estaba circulando un proyecto sobre esa cuestión, una de las primeras declaraciones del concejal Benjamín Zelaya fue: "vamos a aprobarlo ahora, pero diferiremos su aplicación".
Inicialmente, los siete concejales que integran las comisiones de Hacienda y Presupuesto y de Peticiones y Poderes (Zelaya, Lisandro Argiró, Maximiliano García -del radicalismo-, Walter "Kabuby" Aráoz -del peronismo-, Pedro Albornoz Piossek -del macrismo- y Marcelo Rojas y José Macome -electos por un partido municipal-) estamparon su firma en un dictamen que recomendaba la aprobación de la iniciativa, en la que se pide siete asesores por edil y un sueldo más para cada uno.
Hasta aquí, cada uno de los concejales consultados, en privado, aseguraba que el boceto se aprobaría por unanimidad. Pero el martes, se produjo la ruptura. Rojas y Macome elaboraron otro dictamen, en el que proponen subir a cuatro cargos, en vez de a siete, y que no se introduzcan modificaciones con respecto a los gastos sociales.
"No vamos a votar a favor de los gastos. Es más, creemos que este tipo de prácticas políticas deben erradicarse. Trabajaremos para sanear las finanzas del municipio, cuyo estado es de público conocimiento", dijeron los representantes del partido Cambiemos Yerba Buena.
Desde el otro lado, en cambio, argumentan que los gastos de bloque son necesarios para afrontar las necesidades diarias que la tarea de un concejal implica, como cuentas telefónicas, intervenciones barriales, organización de actividades y pedidos asistenciales, entre otras.
La iniciativa para aumentar los asesores y los gastos de bloque comenzó a ser analizada por los actuales concejales antes de que asumieran. Se sabe que mantuvieron charlas con el por entonces intendente electo, Mariano Campero, en las que le dijeron que ese cuerpo legislativo debía ser independiente, y no una escribanía del Ejecutivo, como había sucedido antes.
Para eso -le plantearon-, era necesario que el Concejo contara con un presupuesto propio, mejor dotado que aquel con el que venía manteniéndose. En concreto, recomendaban a Campero que les devolviera los cargos que estaban establecidos en su reglamento, pues, en 2011, la otrora composición del cuerpo había reducido, en carácter transitorio, la planta de empleados, llevándola de siete a dos cargos por edil.
También, en alguna ocasión, le anticiparon que estaban analizando la posibilidad de modificar el artículo del reglamento referido a los gastos políticos y asistenciales, con el objetivo de que cada uno de ellos reciba el equivalente a un sueldo básico por mes, extra. Hasta entonces, la norma establecía que ese dinero podía ser "hasta un sueldo de un concejal", lo que dejaba ese expendio al libre albedrío de la Municipalidad.
Por aquel entonces, tras oirlos, Campero les respondió que estaba de acuerdo en devolverle la "institucionalidad" al órgano legislativo, pero les pidió que esperaran hasta marzo del año que viene, con el objetivo de acomodar, primero, las finanzas.
Por eso, cuando este diario se enteró de que estaba circulando un proyecto sobre esa cuestión, una de las primeras declaraciones del concejal Benjamín Zelaya fue: "vamos a aprobarlo ahora, pero diferiremos su aplicación".
Inicialmente, los siete concejales que integran las comisiones de Hacienda y Presupuesto y de Peticiones y Poderes (Zelaya, Lisandro Argiró, Maximiliano García -del radicalismo-, Walter "Kabuby" Aráoz -del peronismo-, Pedro Albornoz Piossek -del macrismo- y Marcelo Rojas y José Macome -electos por un partido municipal-) estamparon su firma en un dictamen que recomendaba la aprobación de la iniciativa, en la que se pide siete asesores por edil y un sueldo más para cada uno.
Hasta aquí, cada uno de los concejales consultados, en privado, aseguraba que el boceto se aprobaría por unanimidad. Pero el martes, se produjo la ruptura. Rojas y Macome elaboraron otro dictamen, en el que proponen subir a cuatro cargos, en vez de a siete, y que no se introduzcan modificaciones con respecto a los gastos sociales.
"No vamos a votar a favor de los gastos. Es más, creemos que este tipo de prácticas políticas deben erradicarse. Trabajaremos para sanear las finanzas del municipio, cuyo estado es de público conocimiento", dijeron los representantes del partido Cambiemos Yerba Buena.
Desde el otro lado, en cambio, argumentan que los gastos de bloque son necesarios para afrontar las necesidades diarias que la tarea de un concejal implica, como cuentas telefónicas, intervenciones barriales, organización de actividades y pedidos asistenciales, entre otras.
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