Las peleas jaquean al Gobierno de Rousseff

BRASILIA.- Mientras el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) decidió la suspensión temporal del proceso que podría terminar en un juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, ante una denuncia por inconstitucionalidad de la ley que regula el proceso de destitución, el aliado Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, sustituyó al jefe de bloque en la Cámara Baja debido a su “cercanía” con la mandataria.

Por ello, el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados deberá reiniciar un proceso por corrupción contra el presidente de ese órgano legislativo, Eduardo Cunha, por “errores de procedimiento” en el nombramiento del diputado instructor del caso.

La decisión de la Corte Suprema brasileña se dio luego de que el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), pidiera analizar si la ley que regula las normas del proceso de destitución es constitucional, punto sobre el que el máximo tribunal debe pronunciarse.

El magistrado Luiz Edson Fachin, uno de los 11 miembros del STF, fue quien decidió suspender la formación de la comisión especial del Congreso -que resultó integrada con mayoría de opositores-, conformada por 65 diputados, que debe analizar si las acusaciones contra Rousseff tienen peso jurídico como para provocar la destitución de la Presidenta. La oposición quiere enjuiciarla por algunos manejos financieros dudosos en el año 2014.

Fachin dictó la medida cautelar en respuesta a la demanda del PCdoB, que contestó al procedimiento adoptado para el trámite del juicio contra Rousseff y, en especial, cuestionó que la elección de los miembros de la comisión haya sido hecha bajo secreto y no de forma pública como pedía el oficialismo.

Según el PCdoB, todas las votaciones en la Cámara de Diputados deben ser abiertas, por lo que solicitó la nulidad del acto realizado el martes y exigido una nueva elección.

La medida cautelar abre un interrogante sobre si el Parlamento convocará a sesiones extraordinarias, para que la comisión sesione en verano debido a que Rousseff había pedido que el proceso se hiciera lo más rápido.

Las internas

Pero lo que podría representar un alivio para el gobierno fue aplacado por una decisión que tomó el aliado PMDB, cuando anunció la sustitución del jefe de su bloque debido a su “vínculo” con la mandataria.

El diputado Leonaro Picciani, hasta ayer jefe del grupo de 66 diputados del PMDB, articuló fuerzas en ese partido en contra del juicio político, pero la mayoría de sus integrantes se pronunciaron a favor, lo cual atizó las diferencias internas en esa formación. El cargo de Picciani será ocupado ahora por Leonardo Quintão, quien integra una de las alas opositoras del partido.

La movida fue apoyada por otro antagonista de Rousseff, el aún presidente de Diputados, Eduardo Cunha, quien está siendo juzgado por por corrupción.

Durante la última semana, frente a la posibilidad de ser sometida a un juicio político, Rousseff ensalzó la figura de Temer y al PMDB, de los que dijo que “siempre” han tenido su más “absoluta confianza” y que eso ha sido recíproco.

Sin embargo, Temer sostuvo en la carta que envió a la Presidenta que “jamás” él o el PMDB fueron “llamados para discutir formulaciones económicas o políticas sobre el país”, pues no se les tenía ninguna confianza. (DPA-Reuters)