Por David Correa
15 Diciembre 2015
Ramón Valdiviezo, de 56 años, sintió un sonido similar al de un trueno casi al mismo tiempo que un leve movimiento de tierra, como un temblor, y se asustó. Tomó su linterna, vio que eran cerca de las 2.30 y se preocupó mucho más cuando a los 15 minutos oyó sirenas y desde su casa, a 500 metros de la ruta 34, cerca del paraje Balboa, de apenas 15 casas y una escuela, vio más vehículos.
Despertó a su esposa para decirle que se cambiaría para ir a ver qué había pasado. Caminó el equivalente a cinco cuadras hasta la ruta, caminó la misma distancia hacia el puente del río Bilbao y cuando estaba a punto de llegar lo detuvieron: un gendarme le informó que un ómnibus con 51 agentes de esa fuerza, incluidos los dos choferes, había caído al lecho del seco río. A esa hora, fue incesante la llegada de móviles de asistencia. Llegaron ambulancias comunes y de alta complejidad.
“No sé si me hubiera animado a ver si me dejaban pasar. Hace unas semanas vi dos personas que fallecieron cuando chocaron con su camioneta y todavía no me puedo olvidar. Esta ruta es brava, tiene muchos baches y hay que andar con cuidado”, reflexionó Valdiviezo, hombre de manos duras y rostro maltratado de tanto trabajar en el campo, bajo el sol, el frío y la lluvia.
Transporte y carga
El lugar de la tragedia se encuentra en el kilómetro 958 de la ruta nacional 34, que une a las ciudades de La Banda, de Santiago del Estero, con Rosario de la Frontera, en Salta. La distancia que las separa es de 255 kilómetros. La ruta es muy utilizada para el transporte de cargas y empresas de ómnibus de larga distancia. A las 8, la cifra de muertos era de 15; media hora más tarde ya llegaba a 20 y no paró de ascender hasta pasado el mediodía. Al cierre de esta edición se confirmó que eran 44 los decesos.
Francisco Marinaro, secretario de Defensa Civil salteño, fue uno de los primeros en llegar al lugar. Informó que el trabajo de asistencia se hizo con seis ambulancias de Tucumán; 15, de Salta y un helicóptero para emergencias. “En mi vida vi algo parecido a esta tragedia. No me alcanzan las palabras para describir tanto horror. Actuamos con premura, pero la fatalidad pudo más”, contó.
A las 11.30, cuando el termómetro marcaba 32°, llegó en helicóptero el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. Recorrió el lugar y luego mantuvo un contacto con la prensa. “Estamos muy mal, nos duelen las muertes de estos argentinos”, dijo. Ante una consulta de LA GACETA, confirmó que eran 44 las víctimas, incluidos los choferes.
Media hora más tarde, también en helicóptero, desde Tucumán, llegó al lugar del desastre la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, acompañada por el secretario de la cartera, Eugenio Burzaco, y por Omar Kannemann, jefe de la Gendarmería. Permanecieron alrededor de una hora y media en el lugar y luego la ministra y Urtubey realizaron una improvisada conferencia de prensa, cuando el termómetro marcó 37°, bajo un abrasador sol.
“El presidente Mauricio Macri está consternado y acompaña a las familias de las víctimas. La semana que viene habrá un homenaje a la Gendarmería. Es un día de duelo para todos los argentinos”, fue lo primero que dijo. Después explicó que eran tres los colectivos que habían salido desde Santiago del Estero hacia Jujuy, por pedido del gobernador Gerardo Morales. “Iba a tomar medidas políticas que requerían de la presencia de la fuerza para que nada impida que las decisiones se cumplan”, remarcó.
A su turno, Urtubey detalló que hay víctimas de ambos sexos y que son de Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Salta, aunque no pudo precisar cifras exactas. Fue el primero en aseverar que se trató de una fatalidad. “Se le reventó la rueda derecha delantera, golpeó contra el guardarraíl y cayó al vacío, ruedas para arriba”, dijo. De este modo, aclaró que nada tuvo que ver el estado de la calzada, aunque señaló: “sabemos que hay tramos en mal estado, lo reclamamos con poco éxito ante el Gobierno anterior y vamos a insistir”.
“Desde hace un año y medio recorro a diario esta ruta porque tengo una finca en el pueblo de 7 de Abril. La ruta es un desastre, no puedo decir que no se arregla porque se ven operarios trabajando pero las reparaciones no duran nada. Estamos cansados de ver accidentes, alguien debe hacer algo, urgente”, expresó a LA GACETA Hugo Díaz, agricultor de Rosario de la Frontera.
Peritajes
Alrededor de las 16 también se hizo presente el vocero de Vialidad Nacional Ernesto Arriaga. Luego de mantener contacto con los peritos y personal judicial, informó que a 80 metros del puente se le reventó el neumático al ómnibus cuando circulaba a 85 kilómetros por hora aproximadamente. “La velocidad era normal, la unidad se inclinó hacia la derecha y así embistió el guardarraíl, que terminó siendo arrancado. La velocidad bajó a 45 kilómetros por hora y cuando estaba a 10 metros de salir del puente, que tiene una extensión de 50, redujo la velocidad al mínimo. El vehículo se inclinó hacia la derecha, dio una vuelta de campana, cayó al vacío -unos ocho metros- y sobrevino la tragedia”, dijo el funcionario .
“Si el reventón ocurría unos metros antes o después, quizás no hubiera pasado nada y sólo hubiera sido un gran susto. Nunca vi nada igual. Fue todo fruto de la fatalidad porque la ruta en esa zona está en buenas condiciones”, explicó.
Unos minutos más tarde, mientras llegaban al lugar familiares de las víctimas y en medio de escenas de profundo dolor, el fiscal penal Oscar López Ibarra, de Rosario de la Frontera, manifestó que los peritos estudiarán las razones por las que reventó la cubierta derecha del ómnibus, ante la versión de que podría tratarse de un neumático reparado.
Silencio total
A las 18.30, con la ayuda de una grúa que se trasladó desde Tucumán, el ómnibus fue sacado del lecho del río y colocado sobre un camión para ser trasladado. Toda la escena fue seguida en el más profundo silencio por los presentes. Ahora, en esos hierros retorcidos los investigadores tratarán de encontrar las respuestas a una tragedia que se llevó la vida de 44 gendarmes, cuya edad promediaba los 30 años.
Los cuerpos fueron llevados en móviles fúnebres salteños desde el sitio del desastre hasta la sede de la Gendarmería de Santiago del Estero. Allí, la fuerza les rendirá honores y luego cada víctima será llevada a su ciudad, excepto los choferes, que fueron derivados hacia la capital salteña, donde se les harán las autopsias.
Despertó a su esposa para decirle que se cambiaría para ir a ver qué había pasado. Caminó el equivalente a cinco cuadras hasta la ruta, caminó la misma distancia hacia el puente del río Bilbao y cuando estaba a punto de llegar lo detuvieron: un gendarme le informó que un ómnibus con 51 agentes de esa fuerza, incluidos los dos choferes, había caído al lecho del seco río. A esa hora, fue incesante la llegada de móviles de asistencia. Llegaron ambulancias comunes y de alta complejidad.
“No sé si me hubiera animado a ver si me dejaban pasar. Hace unas semanas vi dos personas que fallecieron cuando chocaron con su camioneta y todavía no me puedo olvidar. Esta ruta es brava, tiene muchos baches y hay que andar con cuidado”, reflexionó Valdiviezo, hombre de manos duras y rostro maltratado de tanto trabajar en el campo, bajo el sol, el frío y la lluvia.
Transporte y carga
El lugar de la tragedia se encuentra en el kilómetro 958 de la ruta nacional 34, que une a las ciudades de La Banda, de Santiago del Estero, con Rosario de la Frontera, en Salta. La distancia que las separa es de 255 kilómetros. La ruta es muy utilizada para el transporte de cargas y empresas de ómnibus de larga distancia. A las 8, la cifra de muertos era de 15; media hora más tarde ya llegaba a 20 y no paró de ascender hasta pasado el mediodía. Al cierre de esta edición se confirmó que eran 44 los decesos.
Francisco Marinaro, secretario de Defensa Civil salteño, fue uno de los primeros en llegar al lugar. Informó que el trabajo de asistencia se hizo con seis ambulancias de Tucumán; 15, de Salta y un helicóptero para emergencias. “En mi vida vi algo parecido a esta tragedia. No me alcanzan las palabras para describir tanto horror. Actuamos con premura, pero la fatalidad pudo más”, contó.
A las 11.30, cuando el termómetro marcaba 32°, llegó en helicóptero el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. Recorrió el lugar y luego mantuvo un contacto con la prensa. “Estamos muy mal, nos duelen las muertes de estos argentinos”, dijo. Ante una consulta de LA GACETA, confirmó que eran 44 las víctimas, incluidos los choferes.
Media hora más tarde, también en helicóptero, desde Tucumán, llegó al lugar del desastre la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, acompañada por el secretario de la cartera, Eugenio Burzaco, y por Omar Kannemann, jefe de la Gendarmería. Permanecieron alrededor de una hora y media en el lugar y luego la ministra y Urtubey realizaron una improvisada conferencia de prensa, cuando el termómetro marcó 37°, bajo un abrasador sol.
“El presidente Mauricio Macri está consternado y acompaña a las familias de las víctimas. La semana que viene habrá un homenaje a la Gendarmería. Es un día de duelo para todos los argentinos”, fue lo primero que dijo. Después explicó que eran tres los colectivos que habían salido desde Santiago del Estero hacia Jujuy, por pedido del gobernador Gerardo Morales. “Iba a tomar medidas políticas que requerían de la presencia de la fuerza para que nada impida que las decisiones se cumplan”, remarcó.
A su turno, Urtubey detalló que hay víctimas de ambos sexos y que son de Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Salta, aunque no pudo precisar cifras exactas. Fue el primero en aseverar que se trató de una fatalidad. “Se le reventó la rueda derecha delantera, golpeó contra el guardarraíl y cayó al vacío, ruedas para arriba”, dijo. De este modo, aclaró que nada tuvo que ver el estado de la calzada, aunque señaló: “sabemos que hay tramos en mal estado, lo reclamamos con poco éxito ante el Gobierno anterior y vamos a insistir”.
“Desde hace un año y medio recorro a diario esta ruta porque tengo una finca en el pueblo de 7 de Abril. La ruta es un desastre, no puedo decir que no se arregla porque se ven operarios trabajando pero las reparaciones no duran nada. Estamos cansados de ver accidentes, alguien debe hacer algo, urgente”, expresó a LA GACETA Hugo Díaz, agricultor de Rosario de la Frontera.
Peritajes
Alrededor de las 16 también se hizo presente el vocero de Vialidad Nacional Ernesto Arriaga. Luego de mantener contacto con los peritos y personal judicial, informó que a 80 metros del puente se le reventó el neumático al ómnibus cuando circulaba a 85 kilómetros por hora aproximadamente. “La velocidad era normal, la unidad se inclinó hacia la derecha y así embistió el guardarraíl, que terminó siendo arrancado. La velocidad bajó a 45 kilómetros por hora y cuando estaba a 10 metros de salir del puente, que tiene una extensión de 50, redujo la velocidad al mínimo. El vehículo se inclinó hacia la derecha, dio una vuelta de campana, cayó al vacío -unos ocho metros- y sobrevino la tragedia”, dijo el funcionario .
“Si el reventón ocurría unos metros antes o después, quizás no hubiera pasado nada y sólo hubiera sido un gran susto. Nunca vi nada igual. Fue todo fruto de la fatalidad porque la ruta en esa zona está en buenas condiciones”, explicó.
Unos minutos más tarde, mientras llegaban al lugar familiares de las víctimas y en medio de escenas de profundo dolor, el fiscal penal Oscar López Ibarra, de Rosario de la Frontera, manifestó que los peritos estudiarán las razones por las que reventó la cubierta derecha del ómnibus, ante la versión de que podría tratarse de un neumático reparado.
Silencio total
A las 18.30, con la ayuda de una grúa que se trasladó desde Tucumán, el ómnibus fue sacado del lecho del río y colocado sobre un camión para ser trasladado. Toda la escena fue seguida en el más profundo silencio por los presentes. Ahora, en esos hierros retorcidos los investigadores tratarán de encontrar las respuestas a una tragedia que se llevó la vida de 44 gendarmes, cuya edad promediaba los 30 años.
Los cuerpos fueron llevados en móviles fúnebres salteños desde el sitio del desastre hasta la sede de la Gendarmería de Santiago del Estero. Allí, la fuerza les rendirá honores y luego cada víctima será llevada a su ciudad, excepto los choferes, que fueron derivados hacia la capital salteña, donde se les harán las autopsias.