Un “falso” Marcos Peña llama a la Corte

El supuesto jefe de Gabinete opinó sobre la elección de la vocal decana, según Gandur.

17 Diciembre 2015
El lunes aparecieron los rumores en el Palacio de Justicia. Alguien dijo que Marcos Peña, jefe de Gabinete del Gobierno de Mauricio Macri, estaba preocupado por la fractura expuesta en la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, donde dos miembros (René Goane y Antonio Estofán) dijeron que sus pares violaron la ley al elegir a Claudia Sbdar como vocal decana. La versión se propaló en el Palacio de Justicia pero no fue sino hasta las 19.45 que sonó el teléfono del presidente Antonio Gandur.

El empleado Maximiliano Casares atendió y pasó la comunicación a su jefe. “Del otro lado de la línea alguien se identificó como Peña, y comenzó a opinar sobre el planteo que hicieron Estofán y Goane (presentaron un inaudito recurso de reconsideración, que está en trámite)”, explicó Gandur ayer. El magistrado dijo que había manifestado al Peña “presunto” que la conversación le parecía impropia y que la terminó sin más. Pero se quedó pensando en expresiones que le habían llamado la atención, como una alusión muy concreta a la Ley Orgánica del Poder Judicial.

La interpretación del artículo 11 de esa norma es el origen de la disputa entre la mayoría (Gandur, Sbdar y Daniel Posse) y la minoría. El grupo que consagró a Sbdar entiende que no es obligatorio que la vicepresidencia recaiga en el vocal de mayor antigüedad o edad. Goane, que ejerció la función desde 2001, y Estofán afirman que la ley no deja alternativa, y que sólo el primero cumple los requisitos.

Al día siguiente del llamado misterioso, dos averiguaciones en la Casa Rosada arrojaron el mismo resultado: ni Peña ni nadie de su entorno habían discado el número de la Corte de Tucumán. Pero a Gandur no le hizo gracia. “Hablé a la fiscala Adriana Giannoni (de turno) y denuncié en forma verbal lo ocurrido”, comentó. El objetivo del presidente del alto tribunal es determinar la fuente de la llamada. Abundan las conjeturas sobre quién pudo ejecutar esta operación. Algunos calificaron el episodio como una chanza de mal gusto, y recordaron que allá lejos y hace tiempo, los adolescentes solían pergeñar este tipo de travesuras escudados en el anonimato del teléfono fijo. Otros dijeron que se trataba de un intento concreto de atemorizar a Gandur. Muchos apostaron una cena o un asado a que el llamado del “falso” Peña había salido de adentro del Poder Judicial.

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