Incendian la casa de un presunto abusador

P.A. es la madre de un niño de ocho años que, de acuerdo con una denuncia penal, fue violado por un adolescente que tiene 15 años. El ataque sexual, según dijo la madre de la víctima, fue perpetrado el pasado 24 de noviembre en el barrio Las Tipas, en El Colmenar. Pero como la investigación judicial del delito estaría estancada, los vecinos y allegados del niño decidieron ayer tomar la Justicia en sus manos.

El acusado vive con sus padres en una casa ubicada a unos 30 metros de la vivienda de la víctima. Ayer, alrededor de las 10.30, un grupo de personas avanzó contra esa propiedad y le prendió fuego. “Queremos que se vayan del barrio. Nada de esto hubiera pasado si la Justicia hubiera hecho algo. Pero hace casi 40 días que la causa está paralizada”, remarcó P.A.

La investigación de este abuso sexual está a cargo de la fiscala Adriana Reinoso Cuello, de la Fiscalía VI. Este diario intentó comunicarse telefónicamente con la funcionaria pero no consiguió contactarla. “En la fiscalía me dijeron que vamos a tener que esperar hasta febrero porque ahora están por entrar en feria. No entiendo como pueden demorar tanto. Ni siquiera llamaron a declarar a los padres del chico que atacó a mi hijo”, subrayó P.A.

Según la madre de la víctima, la supuesta lentitud de la investigación fue lo que caldeó los ánimos entre los habitantes de esa parte del barrio Las Tipas. “Tengo que ver casi todos los días a los padres de este chico y a mi hijo, que tiene un retraso madurativo, lo tengo que acompañar hasta cuando sale a la vereda porque tiene miedo de estar solo. Encima anoche (por la noche de martes) tuve que soportar la burlas de la madre de este adolescente”, continuó la mujer.

La furia de los vecinos los llevó incluso a intentar cortar la calle prendiéndole fuego al tronco de un árbol que cruzaron en la calle. Como la agitación vecinal por el incendio provocado era incesante, los policías de El Colmenar tuvieron que pedir la colaboración de Infantería. Recién ahí pudieron controlar la situación y dispersar a los manifestantes.

Por orden de la Justicia, una consigna policial quedó apostada en la casa donde vive el acusado para prevenir un nuevo ataque. “Mi hijo estaba en la casa de ellos cuando este chico lo atacó. Éramos familias amigas y miles de veces sus hijas se quedaron a dormir en mi casa. Por eso él estaba ahí. Lo único que pido es que se comience a investigar lo que pasó”, concluyó P.A.