Un policía chocó un caballo suelto y murió

Dicen los vecinos que escucharon varias frenadas. En la oscuridad de la noche, los caballos sueltos habían convertido en una zona de riesgo ese sector de la ruta de San Andrés, localidad situada al este de la capital. Hasta que finalmente un estruendo les dio el indicio de que se había producido una tragedia.

Marcelo Rubén Palomino murió el viernes a la noche, tras colisionar a bordo de su moto contra un animal. El oficial de Policía trabajaba en el servicio de emergencias 911. A las 22 había dejado su puesto para viajar en moto a su casa, en Leales. Pero media hora después, en la bajada de un puente situado a unos 200 metros del principal acceso que San Andrés tiene sobre la ruta provincial 306, chocó contra un caballo. El policía falleció en el acto.

Palomino tenía 28 años. Y ayer, sus familiares y compañeros lo despedían en el velatorio que se realizó en Mancopa, en Leales. La Honda XL 125 (dominio 304 JYY) que conducía cuando sucedió el accidente quedó secuestrada en la comisaría de San Andrés. Pero la motocicleta está casi intacta. Sólo el manubrio tiene algunos rastros del siniestro que le costó la vida al uniformado.

Los vecinos de esa localidad que auxiliaron a Palomino dijeron que les costó encontrar el cuerpo.

“Escuchamos el golpe, pero cuando subimos al puente sólo encontramos la moto tirada. En esa parte de la ruta no hay alumbrado y tuvimos que usar linternas para encontrar a este muchacho”, señalaron ayer por la tarde unas vecinas.

Durante la mañana, un lector de LA GACETA que se comunicó a través del servicio de WhatsApp ya se había quejado por el estado de la ruta en esa zona de la provincia. “Eso es consecuencia de la falta de alumbrado, de los matorrales y de los animales sueltos, que hacen que la zona se vuelva muy peligrosa. Los vecinos ya reclamaron varias veces a la comuna y a Vialidad sin obtener respuestas”, remarcó.

Sin control
Los vecinos del barrio La Estación, ubicado a la vera de la 306, dijeron que minutos antes del choque escucharon a varios autos frenar de golpe para evitar llevarse por delante a los caballos que cruzaban por la ruta. “Acá tenemos un vecino (a quien prefirió no mencionar) que tiene a estos caballos en su casa. Suele dejarlos al cuidado de un nene que no debe tener más de 10 años. Los animales se meten a las casas de todos los vecinos. Pero cuando se le va a reclamar, este hombre siempre contesta mal y es muy agresivo”, subrayó Mirta García, una de las entrevistadas. En discordancia con el reclamo de los habitantes del barrio, en la comisaría de San Andrés informaron que no tienen registradas denuncias por animales sueltos en la vía pública.

Cecilia Sosa, otra vecina, señaló que el supuesto dueño de los caballos sacó a todos los animales que tenía en su propiedad luego del trágico accidente. “Siempre tienen el patio lleno de animales. Pero hoy (por ayer) hicieron desaparecer a los cuatro caballos que les quedaban”, remarcó la mujer.

Por debajo del puente donde murió Palomino cruza una vieja vía del ferrocarril, rodeada por cañaverales. Y los pastizales avanzan sobre la calzada. Además, a los costados de la ruta no hay postes de luz. Sumado a esto, el pavimento tiene enormes baches, que sorprenden con frecuencia a los automovilistas y motociclistas, según vecinos.