08 Enero 2016
Acampan frente a la sede municipal de Famaillá y denuncian que una patota los desalojó
Un grupo de 50 contraprestadores de un programa de empleo comunal solicitaron contratos de trabajo y beneficios sociales. El secretario de Gobierno negó el desalojo y aseguró que el conflicto ya fue destrabado. Plan “Manos a la Obra“
MIÉRCOLES Y JUEVES. Los manifestantes acamparon sobre la vereda de la Municipalidad. Ayer, empleados limpiaban el suelo de ceniza de cubiertas. la gaceta / foto de florencia zurita
El cimbronazo por el cambio de poder en las intendencias sacudió, inclusive, a las municipalidades en las que triunfó el oficialismo local. Ese es el caso de Famaillá, donde una protesta de beneficiarios de programas sociales de trabajo acabó desalojada con violencia y amenazas por una patota, según los propios manifestantes. En esa ciudad es intendenta Patricia Lizárraga, esposa del anterior jefe municipal, Enrique “Mellizo” Orellana (ocupa una banca en la Legislatura). El secretario de Gobierno municipal, Jorge Medina, negó los incidentes y manifestó que la situación fue superada.
“Reclamamos para que se reconozca nuestra antigüedad, llevamos añares trabajando para el municipio y seguimos cobrando $ 2.000; es una miseria”, bramó Rita Rodríguez, una de las trabajadoras.
La Municipalidad de Famaillá incluye a 1.500 trabajadores dentro del programa “Ayudas Sociales”, para que realicen tareas de mantenimiento o limpieza, entre otras contraprestaciones, a cambio de $ 2.000 mensuales. El conflicto se generó luego de que la intendenta contratara -según los manifestantes- nuevos empleados, dejando para un segundo plano a los incluidos en el programa municipal. Un grupo de 50 empleados se instaló el martes sobre la vereda de la rosada sede del municipio, exigiendo una mejora salarial y el pase a planta permanente. Con una lona cubrieron gran parte de la vereda para acampar sobre el ingreso principal de la Intendencia, cortaron Mitre al 100 y quemaron cubiertas. El segundo día de acampe fueron agredidos por policías que buscaban desalojarlos. A partir de las 21, siguiendo el relato, una patota multitudinaria los desalojó con violencia.
“No pedimos nada de arriba, siempre prestamos un servicio a la comunidad. Trabajamos con los mellizos José (Orellana) y Enrique, y actualmente con su señora, que no tiene la culpa de lo que sucede. Pedimos que se nos tome en cuenta y que nos contraten en blanco, con aportes jubilatorios y obra social”, explicó Ariel Albornoz.
Uno de los trabajadores, que pidió la reserva de su nombre por temor a represalias, explicó que un tracavato (una retro excavadora), avanzó contra la carpa previo al desalojo. “La policía corrió el móvil que estaba cruzado sobre la esquina para liberar el paso a la máquina. Después vinieron esos patoteros que tironearon la carpa. Golpearon a mujeres embarazas y los policías se quedaron sin hacer nada”, indicó acompañando con ademanes. Vecinos de la zona apoyaron esta versión. Por lo bajo, indicaron que la manifestación fue instigada por algunos concejales.
A raíz del conflicto, explicaron que tuvieron una reunión con el ministro de Interior, Miguel Acevedo, donde habría surgido la propuesta de incluirlos en el nuevo programa “Tucumán Manos a la Obra”, para pasar a cobrar $ 4.000. “Hemos sido fiel a los Orellana, y nos tienen pasando hambre aquí. Antes que Cabildo, necesitamos viviendas, desagües y que el hospital esté en condiciones”, agregó Nancy Brepre.
Tizne sobre rosado
Ayer al mediodía, las veredas permanecían manchadas por la ceniza negra de las cubiertas quemadas en la sede municipal. Flanqueado por 13 cuadros de Juan Domingo Perón y uno de Eva Duarte, el secretario general de la Gobernación negó los incidentes y explicó que el conflicto ya fue destrabado.
De acuerdo a la versión de Medina, los manifestantes bloquearon la entrada del municipio, afectando las tareas normales de la intendencia. Explicó que realizaron las gestiones necesarias en la Justicia para que se libere el ingreso. “Los manifestantes se mantenían en una posición intransigente, no querían abrir las puertas del edificio. Ayer la intendenta se reunió con el vicegobernador Osvaldo Jaldo y con el titular de Interior, Acevedo, y destrabó el beneficio para esos trabajadores de la ayuda social por medio del programa Tucumán Manos Abiertas, con el compromiso de brindar mejoras salariales y aportes”, explicó.
De acuerdo al relato, otro grupo de beneficiarios del plan “Ayudas Sociales” no pudieron cobrar la liquidación de sus haberes por el bloqueo. “Ellos voluntariamente decidieron hacer una marcha para desocupar el acceso municipal, de manera pacífica y en presencia de efectivos policiales. Les pidieron que retiraran la carpa. Sí hubo algunos forcejeos y empujones pero no pasó a mayores. No hubo ningún episodio de violencia, si no hubiese intervenido la policía”, sostuvo Medina.
Insistió en negar el accionar de una patota. “Es mentira que la policía haya liberado la zona, hubo agentes custodiando que la marcha en apoyo al intendente fuera pacífica”. El funcionario aseguró que el conflicto ya fue zanjado, porque los manifestantes aceptaron el programa provincial.
“Reclamamos para que se reconozca nuestra antigüedad, llevamos añares trabajando para el municipio y seguimos cobrando $ 2.000; es una miseria”, bramó Rita Rodríguez, una de las trabajadoras.
La Municipalidad de Famaillá incluye a 1.500 trabajadores dentro del programa “Ayudas Sociales”, para que realicen tareas de mantenimiento o limpieza, entre otras contraprestaciones, a cambio de $ 2.000 mensuales. El conflicto se generó luego de que la intendenta contratara -según los manifestantes- nuevos empleados, dejando para un segundo plano a los incluidos en el programa municipal. Un grupo de 50 empleados se instaló el martes sobre la vereda de la rosada sede del municipio, exigiendo una mejora salarial y el pase a planta permanente. Con una lona cubrieron gran parte de la vereda para acampar sobre el ingreso principal de la Intendencia, cortaron Mitre al 100 y quemaron cubiertas. El segundo día de acampe fueron agredidos por policías que buscaban desalojarlos. A partir de las 21, siguiendo el relato, una patota multitudinaria los desalojó con violencia.
“No pedimos nada de arriba, siempre prestamos un servicio a la comunidad. Trabajamos con los mellizos José (Orellana) y Enrique, y actualmente con su señora, que no tiene la culpa de lo que sucede. Pedimos que se nos tome en cuenta y que nos contraten en blanco, con aportes jubilatorios y obra social”, explicó Ariel Albornoz.
Uno de los trabajadores, que pidió la reserva de su nombre por temor a represalias, explicó que un tracavato (una retro excavadora), avanzó contra la carpa previo al desalojo. “La policía corrió el móvil que estaba cruzado sobre la esquina para liberar el paso a la máquina. Después vinieron esos patoteros que tironearon la carpa. Golpearon a mujeres embarazas y los policías se quedaron sin hacer nada”, indicó acompañando con ademanes. Vecinos de la zona apoyaron esta versión. Por lo bajo, indicaron que la manifestación fue instigada por algunos concejales.
A raíz del conflicto, explicaron que tuvieron una reunión con el ministro de Interior, Miguel Acevedo, donde habría surgido la propuesta de incluirlos en el nuevo programa “Tucumán Manos a la Obra”, para pasar a cobrar $ 4.000. “Hemos sido fiel a los Orellana, y nos tienen pasando hambre aquí. Antes que Cabildo, necesitamos viviendas, desagües y que el hospital esté en condiciones”, agregó Nancy Brepre.
Tizne sobre rosado
Ayer al mediodía, las veredas permanecían manchadas por la ceniza negra de las cubiertas quemadas en la sede municipal. Flanqueado por 13 cuadros de Juan Domingo Perón y uno de Eva Duarte, el secretario general de la Gobernación negó los incidentes y explicó que el conflicto ya fue destrabado.
De acuerdo a la versión de Medina, los manifestantes bloquearon la entrada del municipio, afectando las tareas normales de la intendencia. Explicó que realizaron las gestiones necesarias en la Justicia para que se libere el ingreso. “Los manifestantes se mantenían en una posición intransigente, no querían abrir las puertas del edificio. Ayer la intendenta se reunió con el vicegobernador Osvaldo Jaldo y con el titular de Interior, Acevedo, y destrabó el beneficio para esos trabajadores de la ayuda social por medio del programa Tucumán Manos Abiertas, con el compromiso de brindar mejoras salariales y aportes”, explicó.
De acuerdo al relato, otro grupo de beneficiarios del plan “Ayudas Sociales” no pudieron cobrar la liquidación de sus haberes por el bloqueo. “Ellos voluntariamente decidieron hacer una marcha para desocupar el acceso municipal, de manera pacífica y en presencia de efectivos policiales. Les pidieron que retiraran la carpa. Sí hubo algunos forcejeos y empujones pero no pasó a mayores. No hubo ningún episodio de violencia, si no hubiese intervenido la policía”, sostuvo Medina.
Insistió en negar el accionar de una patota. “Es mentira que la policía haya liberado la zona, hubo agentes custodiando que la marcha en apoyo al intendente fuera pacífica”. El funcionario aseguró que el conflicto ya fue zanjado, porque los manifestantes aceptaron el programa provincial.