10 Enero 2016
“SAGRADO”. Bazán (el primero) vistiendo la camiseta de Argentinos.
Juan Pablo Bazán y Mauro Alexis Díaz (ambos de 11 años) fueron a probarse a Independiente en julio del año pasado. Pese a que recibieron distintas respuestas la realidad de los chicos es la misma: por ahora están en Tucumán.
Bazán jugaba para Argentinos del Norte en el Complejo Muñoz cuando un allegado del “rojo” de Avellaneda lo vio en acción y le ofreció ir a probarse. “Me dijeron que quedaba, pero tenían que hacerme otra prueba en Tucumán”, explicó el chico, que puede jugar de 5 y de 6. La segunda prueba también fue sorteada con éxito por Juan Pablo, pero en el momento clave surgió uno de los problemas comunes en estos casos (del que hablan los técnicos con LG Deportiva en las notas contiguas). “Todavía no es jugador de Independiente. Falta que vaya para allá y se instale. Pero no tenemos plata”, sostuvo Pablo, papá del pequeño futbolista.
La de Díaz es algo más triste. Viajó para someterse a la misma prueba en Buenos Aires, pero la devolución resultó diferente. “Me fue más o menos. Me dijeron que tenía que jugar más en equipo y a mí me encanta tener la pelota. Fui muy individualista, pero creo que aprendí la lección”, recordó Mauro, que pesa apenas 35 kilos.
La prueba se hizo de martes a domingo, y se repitió después en Tucumán. “La segunda vez me pidieron que jugara con un poco más de actitud. Ese día tenía mucho sueño”, se sinceró Mauro, que puede jugar de lateral derecho o de volante central, y que igual es optimista: “sé que habrá muchas pruebas de ahora en más”.