Lanatta y Schillaci fueron trasladados a la cárcel de Ezeiza

SANTA FE.- Los recapturados Cristian Lanatta y Víctor Schillaci arribaron a las 17 a los tribunales de Comodoro Py 2002, para ser entrevistados por el juez federal Sergio Torres. Hace minutos fueron trasladados a la cárcel de Ezeiza con un fuerte operativo de seguridad.     

A las 16.30, los prófugos habían llegado al Aeroparque Metropolitano, en una avioneta de Prefectura en medio de un fuerte operativo policial que salió de la localidad santafesina de Sauce Viejo.

Y a las 17, con un gran operativo de seguridad de las fuerzas federales, los dos camiones en donde los llevaban ingresaron al playón de los tribunales federales, junto a varios móviles de la Policía Federal que participaran del procedimiento.  

En las audiencias, que duraron alrededor de 15 minutos, Torres les comunicó las causas que se tramitarán en sus jurisdicciones y los condenados por el triple crimen dieron cuenta de sus temores y de las lesiones que sufrieron durante los días que estuvieron prófugos.

"Quiero seguridad porque tengo miedo", le dijo Schillaci al magistrado federal, indicaron fuentes judiciales a este medio. Además, aseguró que sentía dolores en el brazo izquierdo y que había sufrido una fisura en una costilla.

En tanto, Lanatta le indicó al juez que tenía problemas en un riñon y que hace un tiempo le había extraído el bazo. Tanto Schillaci como Lanatta presentaban cortes en los brazos, producto del tipo de terreno que recorrieron durante los últimos días, mientras escapaban de las fuerzas de seguridad.

Ambos lucían agotados y antes de las audiencias fueron revisados por médicos judiciales en la alcaidía de Comodoro Py. Además del juez, participaron de la comparecencia los secretarios, los fiscales y dos agentes del servicio penitenciario. Afuera fueron apostados dos agentes de grupos especiales, como custodia

De Comodoro Py, Schillaci y Cristian Lanatta fueron trasladados al penal de Ezeiza, donde ya estaba Martín Lanatta. Los tres serán alojados en pabellones distintos, aislados de otros presos, con custodia especial y cámaras de seguridad dentro y fuera de las celdas.