14 Enero 2016
VILLANO. Alan Rickman da vida a Hans Gruber en Duro de Matar (1988), el antagonista del héroe John McLane (Bruce Willis). FOTO TOMADA DE NOT.UH
El actor británico Alan Rickman murió hoy a los 69 años en Londres, según informó esta mañana su familia. Rickman, que sufría de cáncer desde hace ya unos años, será recordado por sus papeles dramáticos tanto de villano como de honorable caballero inglés.
Interpretó de manera magistral a personajes como Hans Gruber, el adversario de Bruce Willis en la primera Duro de matar (1988); al profesor Snape en las películas de Harry Potter (2001-2011); al modesto Colonel Brandon en Sensatez y sentimientos (1995), el film protagonizado Emma Thompson y Kate Winslet, y también participó en la película El Perfume (2006).
Según rememora La Nación, desde 1972 a 1974 Rickman estudió en la Academia Real de Arte Dramático de Londres, para luego formar parte de varias puestas teatrales de corte experimental. Luego de interpretar distintas obras junto a la Royal Shakespeare Company, en 1978 hace su debut en el papel de Teobaldo para un film televisivo de Romeo y Julieta. A partir de ahí, comienza una sostenida carrera en televisión mientras continúa dedicado al teatro. Y exactamente a los diez años de interpretar a Teobaldo, y luego de cimentarse un notable prestigio en la escena teatral de Broadway, le toca el turno de interpretar a uno de los villanos más importantes que diera la historia del cine: Hans Gruber, el enemigo de John McClane (Bruce Willis) en la primera Duro de Matar. Si bien el actor no estaba muy convencido de aceptar ese rol porque esa clase de personaje no era lo que estaba buscando, los productores y el director lograron convencerlo de sumarse al film. La versatilidad que podía ofrecer lo convertía en el actor ideal para encarnar a un villano así de enorme, refinado pero no por eso menos sanguinario, siendo uno de esos enemigos a los que el público ama odiar. A partir de ahí, Rickman comienza la conquista de Hollywood, que le da pie para interpretar a otro gran villano: el sheriff de Nottingham para la película Robin Hood, con Kevin Costner (1991), sin lugar a dudas otra actuación memorable del inglés.
Lejos de querer establecerse en el estereotipo de villano que la industria buscaba, Rickman siempre fue consciente de la importancia por hacer roles distintos, en las arenas de la comedia y el drama, entre otros tantos rubros. De la enorme y diversa lista de films que protagonizó, se encuentran personajes como el del Coronel Brandon en Sensatez y Sentimientos, o el de Alexander Dane en la comedia de ciencia ficción Galaxy Quest. En 1999, participó del polémico film de Kevin Smith, Dogma, y para esa película interpretó ni más ni menos que a Metatron, el ángel que es la voz oficial de Dios. El director de esa película, un fan absoluto de Duro de Matar, comprendía que "la voz de Dios" debía ser interpretada por un actor que tuviera una presencia (sonora y física) gigante en pantalla, y probablemente la única persona indicada para ese papel era él.
La gravitación de Snape
Con la llegada del nuevo milenio, Rickman tuvo la posibilidad de aparecer en distintos films que lo conectaron con un público totalmente nuevo. En el 2001, se estrena Harry Potter y la piedra filosofal, primera entrega en cine de la saga del mago. En ella, interpreta a Severus Snape, el maestro que (al igual que Gruber) todos aman odiar. Gracias a ese personaje, se convirtió en una cara de gran popularidad entre un público que lo desconocía, convirtiéndose en el villano favorito de una nueva generación de espectadores.
Aunque muy lejana en términos de popularidad a Harry Potter, el actor también participó del film colectivo Realmente Amor, una típica película de Navidad que cuenta las historias trágicas y/o cómicas de distintos personajes. Allí, vuelve a compartir pantalla con Emma Thomson para interpretar a un hombre casado que no puede evitar sentirse atraído por una joven compañera de trabajo. La película, que no es una maravilla, se convirtió en un inesperado clásico de la época. Por último, también hay que destacar la participación del inglés en Guía del Viajero Intergaláctico, basada en el imprescindible libro de Douglas Adams. En esa sátira, el actor le da voz a Marvin, el apático y depresivo robot que se convierte en el compañero del protagonista.
La última película en la que Alan hará su aparición (al menos su voz) será en Alicia a través del espejo, en donde se ocupará de encarnar a la Oruga. Con ese último largometraje, que tiene fecha de estreno para el 26 de mayo, se despide de la pantalla uno de los actores más importantes de nuestra época.
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